Capitulo 33

El tránsito en la ciudad era más que el habitual, seguramente los movimientos del ejército y la policía estaban ocasionando ese efecto.

Tuve varios minutos para relajarme y ver a través de la ventana del auto, el caos que había desatado sobre aquella hermosa ciudad. Un caos que sin duda iba a empeorar. En ese momento no le dí mucha importancia a los rebeldes que me querían atacar, estaba más preocupado por recuperar a Miriam. Me cuestionaba si era por la misión o si yo sentía algo por ella realmente. Algo que iba más allá de una amistad o compasión.

En ese momento y como si los celos le ayudaran, mi novia me llamó justo para recordarme que estaba pensando en otra mujer.

Le traté de responder lo más normal que pude. Aunque seguramente ya sabía lo que pasaba, no podía saber las verdaderas razones.

—Hola mí amor, ¿Qué tal tu día?—Le dije al responder la llamada.

—Esteban ¿Estás bien?—Dijo con un tono muy preocupado lo cual me halagó.—Ví todo lo que está pasando, ¡Sal de la ciudad inmediatamente!

—No puedo hacer eso, al menos aún no.—Le dije para tratar de hacerme el valiente. Todos lo hacemos con la mujer que nos atrae.

—¿Estás loco?—Noté una angustia muy grande en su tono de voz. Algo inusual en ella.—¿No viste las noticias?

Desafortunadamente para mí no pude ver el noticiero. Ella pensaba que yo estaba en las oficinas muy tranquilamente y la realidad era otra. Estuve luchando en una batalla a muerte contra un ex amigo.

Me explicó lo que vió en el noticiero. Sucede que ninguno de mi equipo notó una amenaza a nivel nacional, todos habíamos estado muy distraídos en aquel operativo.

La amenaza la realizó ese grupo del que acababa de huir. Habían elegido ese día para llevar su movimiento más allá de lo que habían hecho hasta ese momento.

Nunca me hubiera imaginado lo poderosos que se volvieron. Ellos se apoderaron de las comunicaciones para decirle al todo el país que eran los héroes y que derrocarian al gobierno. Eso después que uno de sus miembros más importantes muriera a manos nuestras.

Básicamente eso me explicó y dijo que estaban en el estado con todo su poder para matarme. Aseguraron que en unos días demostrarían lo que yo era y lo que mi gobierno había hecho… mi castigo sería la muerte.

De momento no le creí pero ella no haría ese tipo de bromas. Me ocupé en tranquilizarla prometiendole que me iría de ahí lo antes posible.

Colgué y ahora estaba mucho más desesperado, había decidido luchar contra un monstruo estando otro ante mis narices.

***

"Nosotros somos el partido del poder. Uno que nació hace más de cien años cuando nuestros antepasados lucharon por revolucionar este país. Hombres que creían en la libertad y la igualdad para todos los ciudadanos. Seres que se levantaron en contra de la injusticia que muchos políticos y gobernantes extienden como un veneno al país, uno que durante décadas ha dejado con una pésima calidad de vida a todos los nacidos en este suelo. Únicamente se han enriquecido algunos a costa de nuestros esfuerzos que día a día hacemos. Nuestros desvelos, nuestras jornadas largas y cansadas, enfermedades y hambrunas, todo mientras ellos viven una vida de ricos. ¿Acaso eso es justo? Para nada, pero ahora ya estamos aquí.

Somos un grupo que ha crecido demasiado. Aquí estamos personas con el deseo de luchar por todos ustedes que aún no han despertado.

Desde hace tiempo, nos han llamado como los villanos de este cuento, pero les aseguro que no es así. Ellos son los malos, nosotros solo queremos libertad, igualdad y una vida digna para todos nosotros.

Hace unos días, un valiente miembro de nuestra lucha ha sido asesinado a sangre fría por el gobierno. Su único delito fue encontrarse con unos documentos que prueban lo malos que son. Esos documentos donde el gobierno se ve muy expuesto, estaban en su propiedad. Él no deseaba problemas, simplemente quería que el mundo supiera la verdad.

Lo acorralaron y mataron como un animal, aquí en la ciudad de Guadalajara. Por eso estamos aquí, vamos a enfrentarnos directamente al gobierno después de exponer todo lo que son. Les invito a que sigan nuestros avances. El primer gran logro que tendremos como revolución, será el asesinato de ese asesino en el poder… Esteban Montés Ceballos. Líder actual del gobierno y enemigo principal de nuestra causa...vamos por ti"

—Apaguen esa televisión.—Pedí después de ver la repetición del comunicado que estaba estremeciendo al país.—Con razón Scarlett estaba tan preocupada.

Estaba sentado en un cómodo sillón en la oficina del gobernador del estado.

Mi ánimo estaba por los suelos, con tantas cosas, se me había bajado el azúcar. Me sentía muy mal, el efecto de la adrenalina en la misión de rescate hacia Miriam ya se me había pasado. Lo único que quería era desaparecer del mundo para no rendir las cuentas que debía.

A mi lado estaba mi fiel secretario, el gobernador, mi guardia y más miembros de la política.

—¿Qué vamos a hacer señor?—Me preguntó el secretario igual de desanimado que yo.

En su caso, el mayor problema era quedarse despedido. Toda la responsabilidad había quedado en mi y la cabeza que buscaban, literalmente, era la mía.

—La situación está muy mal, lo sé.—Tenia que encontrar la luz al final de todo eso, pero no la hallaba. —No podremos seguir ignorando los teléfonos por mucho tiempo. El líder del partido y los demás querrán saber qué está pasando.

Estaba en medio de una bomba que podría detonar en cualquier momento. Aún sin moverme, ya no dependía de mí que explotara. Tarde o temprano eso pasaría y yo sería el primero en quemarme.

—¿No lograron saber nada de Miriam?—Pregunté al secretario sabiendo la respuesta. Aún la veía como mi única esperanza, a ella y la información que poseída.

—Nuestros últimos informes nos dicen que ella fue llevaba a una de las casa de su amigo Luis.—En su tono de voz podía oírse el cansancio, había estado una dura jornada a mi lado y ya se le notaba.—Ahí fueron sorprendidos por un grupo de rebeldes. Se midieron contra ellos y claro, les ganaron. Las fuentes sugieren que ella fue secuestrada por esos grupos o peor aún… asesinada.