Capitulo 52

Mi primera impresión fue muy buena, había una cama, la cual se veía bastante cómoda. El cuarto en general se veía lleno de paz, algo que sin duda necesitaba.

Dí el primer paso para avanzar y él me detuvo tomándome del brazo para decirme.

—En verdad me da mucho gusto que estés bien.—Parecia que había estado preocupado y que por fin se liberaba de aquella carga.—Te extrañé demasiado.

Al decir esas palabras se agachó para quedar cerca de mis labios. Yo me quedé congelada, no me hubiera imaginado que se atrevería a eso, sentirlo cerca fue muy agradable y yo también me acerqué para corresponderle. Nos dimos un beso muy corto pero que significó mucho.

Después de eso ambos cerramos los ojos, fue un momento mágico que tuvo que terminar.

Él me sonrío y dió un paso hacia atrás, yo camine hacia enfrente después de dar la media vuelta para cerrar la puerta de la habitación.

Aún sentía mariposas en el estómago ese cosquilleo que te da cuando alguien querido te hace perder los pies sobre la tierra. Algo que tenía mucho tiempo que no me pasaba.

Después volví a la realidad, miré aquella habitación y todo lo que había vivido regresó a mi mente.

Se me había pasado preguntar por mi madre y por la situación del país, me imaginé que Esteban tendría teléfonos o algún tipo de comunicación.

Miré por toda la habitación pero no encontré nada, quizá fue un efecto visual pero comencé a sentir mucho sueño al ver la cama, así que sacrifiqué esa idea diciéndome a mí misma que podría esperar una hora más recibir la información.

Me arrojé hacia la cama con la intención de dormir. Afortunadamente no tardé más de unos cuantos segundos en hacerlo.

Caí sumergida en el agua. Era increíble, no me podía mover pero tampoco me ahogaba.

Al principio sentí una gran desesperación por salir de ahí pero después, cuando me dí cuenta que no me afectaba, me dejé llevar.

Bajé profundamente como una roca se deslizaría entre el agua. Conforme bajaba, la claridad aumentaba. Traté de buscar peces, plantas o algún otro ser viviente en aquel lugar, pero no ví nada, simplemente una luz azul que me guiaba hacia abajo.

Pronto mis pies tocaron tierra, el agua se volvió ligera así que me permitió caminar entre ella. Después la luz me guió en forma de flecha hasta un cofre, parecía muy antiguo, de esos que solo puedes ver en las películas de los piratas. Me acerqué a intentar abrirlo pero tenía un candado que me lo impidió. De nueva cuenta la luz se fue hacia mi costado y me indicó que en mi bolsa estaba la llave, lo corroboré, la saqué y abrí aquel cofre.

Dentro pude ver una infinidad de tesoros como oro y joyas, pero conforme fui moviéndolo, los tesoros se volvieron menos superficiales y más simbólicos. Había fotos mías con mis padres dándome un beso algunos objetos que les pertenecieron a ellos y que estaban ahí para recordármelo. Después me acerqué más al fondo y pude ver una foto mía de joven, ¡Vaya que me veía inmadura!

La saqué y comenzó a dolerme la cabeza, en ese momento traté de respirar pero en esta canción el agua sí pareció afectarme. El líquido comenzó a moverse rápidamente, varias burbujas salían de arriba, de abajo y de los lados. Eso me causó gran preocupación y comencé a mirar por todos lados para encontrar el origen de estas.

Justo a mi espalda se veían varios cañonazos quiénes eran los causantes de las burbujas. Se estaban enfrentando dos grupos entre ellos y al verme cada uno me extendió la mano pidiéndome ayuda. Era como si yo pudiera rescatar a unos o a otros. Después el agua comenzó a moverme, me alejó de esas personas rápidamente era cómo moverse en un tobogán pero a una máxima velocidad.

Llegué a una tierra de color rojo, ahí nuevamente había otro cofre pero este se veía más moderno. Al abrirlo vi varios papeles blancos y de color dorado. No pude entender de qué se trataba. Solo intuía que eran muy valiosos.

En ese momento se volvió a aparecer la silueta del espíritu de mi padre, ahora también estaba en mis sueños. Algo muy raro fue que no me asustó pero tampoco me dió alguna otra emoción, hubiera jurado que me pondría triste o que simplemente sentiría vergüenza por verlo, pero no fue así. La silueta tomó mis manos y las guío hacia aquel cofre. Cuando lo toqué, una hermosa luz blanca se apoderó de todo el escenario hasta que irritó a mis ojos y los cerré un instante.

Al abrirlos nuevamente estaba en una casa muy grande y en ella había un par de niños corriendo. Después entró por la puerta principal un hombre muy apuesto, robusto, alto y con mucha autoridad. Al entrar los niños corrieron a su lado diciendo "papá has llegado" el hombre los abrazó y los cargó a cada uno en un brazo.

Al acercarme pude reconocer quién era esa persona, Esteban había aparecido en mi sueño pero se veía más maduro, era como una versión futurista de él, una en donde yo me había casado y teníamos una vida juntos. Él se acercaba, me daba un beso y después me tomaba del cuello provocándome caer. Cuando caí, no lo hice en el piso, había aparecido una cama la cual me soporto en el impacto.