Desafortunadamente para mí, no hubo más tiempo para tener una respuesta.
Nos vimos involucrados en una persecución. Varios autos salieron de la nada y comenzaron a seguirnos.
Tardamos algunos segundos en reaccionar, se nos hizo muy extraño que alguien nos siguiera, pensamos que solo estaban pasando por ahí, pero al ver su agresividad nos dimos idea que no era normal.
—Uno de ellos salió del monte.—Aseguró la copiloto muy nerviosa.—Seguro nos estaban esperando.
Mi mente comenzó a creer que me estaban siguiendo a mi. Estuve a punto de confesarles todo y pedirles que me bajaran para que no se metieran en más problemas.
Pero sus palabras interrumpieron mis acciones, ellos estaban confesando sus acciones.
—Se dieron cuenta muy rápido.—Dijo él maniobrado para escapar del auto que ya estaba a nuestro costado.—¿Cómo nos encontrarian?
La feliz pareja se vió sumida en la desesperación total. El miedo se apoderó de ellos a tal manera que me lo contagiaron a mi.
Solo miraba hacia atrás para ver en dónde estaba el enemigo y rogar porque no nos golpeara.
—¿Quienes son ellos?—Pregunté temerosa.—¿Por qué nos siguen?
—Son del gobierno, nos siguen porque somos malas personas para ellos.
Su versión me dejó transtronada. No sé disculpó conmigo por meterme en ese problema. Incluso pensé que me estaba tomando como escudo.
Tampoco se preocuparon mucho por el pequeño que llevaban atrás, en el peor de los casos habría balasos y estaría en peligro.
—No podemos dejar que nos atrapen.—Le dije con un tono de exigencia.—Necesitamos salir de aquí inmediatamente.
El jóven me miró nuevamente y entendió que yo también tenía razones extraordinarias. Aunque sin tenerlas, el hecho de atraparme a su lado, sería un síntoma claro de complicidad.
Nadie me creería que solo les pedí un favor y si sostenía mi versión, tarde o temprano sabrían que yo también estaba siendo buscada.
Los autos que nos seguían eran tres. No pude identificar sus modelos pero había uno negro, este es el que venía desde la parte de atrás y con el que mayor contacto visual hice.
El segundo era de color blanco y se perdió en el momento que no pudo embestirnos cuando venía de frente. Esto fue gracias al gran piloto que manejaba el auto donde iba.
El tercero era de color café y llegó de manera lateral desde el monto. Este es el que venía a nuestro constado intentando sacarnos de equilibrio.
Afortunadamente no les funcionó el plan. Nuestro chofer fue muy habilidoso y ellos perdieron el elemento sorpresa, su única oportunidad se había escapar.
El auto de color café, se detuvo saliéndose de la carretera debido a que un trailer se acercó por su carril a gran velocidad.
Por suerte pudo esquivarlo, de lo contrario habría sido un gran accidente.
Nosotros también estuvimos cerca de resentirlo, pasó muy cerca, tanto que se me pusieron los pelos de punta.
El pequeño también se asustó, había estado muy tranquilo hasta ese momento. No creí que fuera su primera aventura de acción.
Con el auto café fuera, solo quedaba un persecutor... el negro.
Este parecía tener un chófer igual de habilidoso que el nuestro. Logró esquivar todas las dificultades a gran velocidad y seguirnos el ritmo.
Llegó el momento para que la copiloto entrara en acción. Sacó de la guantera un arma corta con la que pretendía disparar.
—¿Estás loca?—La interrumpió su marido.—¿Qué crees qué vas a hacer?
—Si le doy a una de las llantas, se detendrá.—Dijo muy confiada.
—No puedes abrir fuego así...
—¿Crees que ellos no van a disparar cuando tengan la oportunidad?
El piloto se quedó callado y yo seguía muy asustada por lo que estaba viendo. Era evidente que no eran un matrimonio normal, algo me habían estado ocultando pero no era el momento para descifrarlo.
La valiente mujer dejó salir medio cuerpo por la ventana. Tomó la oportunidad cuando la tuvo.
Esperó a que el camino estuviera muy recto para que las curvas no le quitaran puntería. El momento llegó y disparó un par de ocasiones.
La chica tuvo una puntería excepcional. Le dió a la llanta con los dos impactos.
Esto provocó que el auto negro saliera de balance provocando que se frenara. Su estrategia había funcionado.
Seguimos avanzando entre festejos. El peligro había estado presente pero afortunadamente lo habíamos vencido. Ahora sí había mucho tiempo para aclarar los misterios que habían surgido en mi mente.