La Nueva Esposa

Prologo

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Varkun, el Imperio del Hielo, era vasto y majestuoso, sus tierras se extendían desde las áridas estepas al norte hasta las blancas colinas del sur. En su apogeo, llego a ser el Imperio mas admirado y temido. Siendo conocido como uno de los mejores en términos económicos, sus ejércitos imponentes, y en poderío.

A lo largo de los siglos, sus territorios conquistados eran su sinónimo de su grandeza. La capital Kharzun, se alzaba imponente con sus murallas de piedra blanca que reflejaban el brillo de las estrellas y grandes torres que tocaban la punta de las nubes.

Las calles de Kharzun eran bulliciosas y llenas de euforia al publicar las victorias de la guerra, mientras los pregoneros anunciaban el triunfo en las batallas libradas por todo el continente. En el corazón de la ciudad se erigía el Gran Palacio Real, un lugar en donde se celebraban grandes banquetes y se escogían las decisiones futuras del Imperio.

Los hechiceros, guiaban a la gente mediante rituales sagrados para honrar a la Deidad que habitaba en sus tierras, Irren.

El hielo, más que un recurso natural, era un símbolo de poder y divinidad, un regalo de Irren, la deidad ancestral que había otorgado a Varkun la habilidad para dominar el frío y transformarlo en una fuerza que solo ellos podían controlar.

La sociedad Varkunita estaba profundamente arraigada en las tradiciones ancestrales. Cada familia era liderada por los dueños de casa, con sus estandartes e historias propias, y cada familia poseía fragmentos de poder que les permitían gobernar bajo la fría mirada de la corte imperial. La conexión con la naturaleza salvaje se consideraba para ellos sagrada. Tener lobos u osos domesticados era el pan de cada día. Mientras mas animales domesticados tenias, mas rango obtenían las familias. Ya que estos eran sus símbolos de fuerza y destreza.

A medida que el Imperio aumentaba su fama y riquezas, también le imitaban las naciones enemigas.

Ardentia, el Imperio del Fuego, era su eterno rival.

Enclavado en tierras cálidas y fértiles, Ardentia deseaba expandir su dominio y, para ello, necesitaba los poderosos recursos de Varkun. Sus tierras, aunque ricas, comenzaban a agotarse, y la necesidad de poderosos artefactos de hielo y magia elemental se les hacía urgente.

Ya que el fuego, su principal recurso, comenzaba a ser insuficiente para satisfacer sus necesidades

La codicia por la magia gélida, que solo Varkun poseía, los impulsaba a observar hacia el centro del poder Varkuniano con grandes deseos de poseer y conquistar el Imperio del Hielo. Las antiguas alianzas pasadas se desgastaron en la presión de interés personales y la ambición de poder.

Cayendo en desesperación, el Imperio del fuego comenzó a construir un ejército formidable y a atraer aliados para su causa. Haciendo variados tratados, su territorio llego a ser igualitario a Varkun. Ya armado con aliados poderosos y una maquinaria de guerra imparable, estaba listo para desafiar el dominio de Varkun.

"Cuando el hielo se enfrenta al fuego, solo uno podrá gobernar los elementos y forjar el destino de un imperio."




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