La oportunidad de un para siempre

01: Currículum impecable.

-Es importante que consideres está oportunidad como el camino a una vida próspera, en la que toda la experiencia que vas a adquirir podrá redactar un libro entero de todas tus experiencias laborales y académicas. Un currículum impecable- Me dijo mi hermano mayor con toda la seriedad del caso y mencionando todo eso como si fuera la idea más brillante del mundo ....Tal vez lo era, pero no era lo que yo quería en ese momento.

-¿Realmente es necesario irme a otro país, a otro continente, lejos de mi familia, solo por "Grandiosas aventuras y experiencias académicas y laborales"?- le refuté a mi hermano.

De verdad, me parecía muy poco coherente todo esto, ¿Por qué no podía simplemente pagarme la universidad en mi país y todos felices?. No me malinterpreten, no es que sea mal agradecida, o ingrata, pero en serio, aquella idea era descabellada; y sobre todo, era muy absurda. Víctor, mi hermano mayor, ni siquiera se tomó las molestias de preguntarme dónde quería estudiar. Solo tomó la decisión y ya estaba.

Reconozco que sé que lo hacía por mi bien más que nada porque se preocupaba por mi futuro, aunque eso no era lo malo. Lo negativo de todo esto, es que él más que nadie sabía que lo que menos quería en aquella etapa de mi vida, era sentirme sola o como una carga para él; por más que sabía que él no lo diría y que tal vez no lo era o no lo estaba, no podía evitar sentir ese vacío y aquella sensación de incomodidad y soledad que sentía en la boca del estómago. Sí, aquella que de un momento a otro se convirtió en algo familiar.

-Valeria, por favor, no actúes así, necesito que colabores, ¿acaso es mucho pedir?- Víctor estaba a punto de perder la cordura de sí, y no lo culpo, llevábamos casi una hora en la misma conversación.

-O sea, para variar, te parece poco lo que me estás pidiendo. -refuté - No me puedes decir que me vaya a otro país así por así, perdiendo a mis amigos; lejos de todo lo que conozco, incluso de ti- admití al final.

-Piénsalo, "independencia", ¿Eso no es lo que querías?. Solo te pido, por favor, ve a ese viaje; y no pierdas está oportunidad, llevas años trabajando por esto, y ¿lo vas a tirar por la borda, así por así?- mencionó enfatizando la última frase.

-No sé Víctor, no sé- me sinceré.

-Sí, si lo sabes, y lo sabes muy bien. Solo mírate, estás emocionada por ir, pero estás aquí actuando así porque te encanta hacerme perder el tiempo- dijo muy digno de sí.

Víctor ya me estaba estresando y poniendo los nervios de punta. Es que de verdad, él tenía un don para hacerme perder la paciencia; no podías hablar con él sin perder, porque pese a tener 24 años, en la cúspide de su juventud, era una persona muy amargada para mí gusto que literalmente tenía más de 50 años mentales, lo que obviamente se resume como todo lo contrario a los conceptos que humildemente me definían.

Tal vez no es la mejor manera, ni mucho menos el momento más idóneo para confesarlo, pero a mí corta edad, y al haber tenido anteriormente un considerable círculo social, fácilmente yo podía considerarme como una chica a la cual le encantaba ir a fiestas cada vez que podía; aunque como ya pueden suponer, no eran muy frecuentes gracias a mi hermano, o como me gustaba llamarlo en secreto en esos casos, "Almirante Víctor".

Si él se enteraba que lo llamaba así, me mataba y luego me revivía para volver a desaparecerme

Lo sé, estaba siendo muy dramática; pero era la única manera de darle un poco más de emoción a mi vida.

Vaya, que gran definición tienes acerca de la emoción.

Con Ustedes, mi conciencia.

Sí, deberían imprimir más referentes como yo

-Si te digo que sí, ¿me vas a dejar tranquila de una vez por todas?- Me rendí, cansada de su monólogo y despertando de mi análisis interno.

Realmente muy en mis adentros, pero muy, muyyyy en el fondo, si quería ir a ese viaje; pero era esa parte de aquella adolescente de 16 años, no de la chica de 17 a la que le cambió la vida en tan solo un año; y, aún quería seguir aferrándose a un recuerdo de lo que fue un año atrás y a su vez, simplemente no quisiera recordar. Una versión que detestaba con toda su alma, una versión rota y destrozada.

Retomando el tema, después de todo, era una oportunidad por la cual trabajé por mucho tiempo; mi familia no era adinerada pero podía subsistir, y para mí, haber podido conseguir algo así, fue un gran logro personal que obviamente no iba a desaprovechar, aunque me supiera mal dejar a mi hermano y todo lo que conocía atrás.

Tampoco era por presumir, pero siempre destaqué considerablemente en el aspecto académico; así que si iba a estudiar a otro país, además de destacar en otros ambientes estudiantiles, podía conocer a gente nueva, por lo que desde esa perspectiva todo estaba okey.

-No se trata de eso porq....- se cortó así mismo para poder suspirar- Si así vas a aprovechar este momento, sí, te dejaré tranquilo solo si de una vez por todas me dices "si"- dijo calmándose un poco más.

-Está bien, lo haré- mencione con un poco más de tristeza de la que pretendía, aunque sinceramente no me apetecía mostrarme así frente a la figura acusadora de mi hermano.

-Listo, tu vas a ese viaje y yo te dejo de incordiar con el tema- Y así como lo dijo, lo cumplió, dándose media vuelta y dando la conversación por terminada.




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