02: Presentaciones y buenas impresiones.

CAPÍTULO 2

Presentaciones y buenas impresiones.

Estaba sumamente nerviosa.

Mentira, solo quieres que ya aterricemos

No, realmente estoy nerviosa

Si, pero eso no se compara a tu deseo de aterrizar :)

En ocasiones consideraba que alguien a quien no le simpatizaba había adquirido mi conciencia, la cual siempre jugaba en mi contra.

Por otra parte, ya solo faltaban 10 minutos para aterrizar, y me había despertado apenas 2 minutos atrás con el ruido de una azafata por micrófono.

¿Nerviosa?, ¿Feliz?, ¿Nostálgica? O ¿Aventurera?; No sé cuál de esos sinónimos y antónimos podían describir como me sentía; pero una mezcla de todos, seguro que sí. Además, querí....

-En dos minutos vamos a aterrizar- interrumpió mis pensamientos conciliadores una vez más la azafata.

Ok, eso me aclaró lo que sentía. Estaba aterrada, y todo se resumía a que había llegado sola hasta ese punto; sin Víctor y sus imposiciones con complejos de comandante tirano.

Eso sí que era emocionante a partes iguales....

Luego de aterrizar, no voy a mentir, me sentía más perdida que Nemo en el océano. El punto era que nunca antes había ido a ese país, y sobre todo, nunca he estado tanto tiempo en uno que no hablaba mi idioma. ¿Dominaba el español? Bastante. ¿A veces se me iban las ideas y no lo entendía? En efecto, también es cierto.

Ese día, parecía un oso panda. Y qué digo oso panda, parecía un mapache con todas las letras, es más, parecía un Zombie. Juro que no fue mi intención dormir a las 5 de la mañana teniendo un vuelo cinco horas más tarde con destino a otro continente.... Pero.... Tenía que despedirme en grande de mis pocos amigos. Entiéndase que con amigos me refiero a dos primos, cuatro chicos y chicas de mi colegio, a la novia de mi hermano y a este último.

Lado malo, no tenía café para espabilar un poco y no despertarme con la duda de "¿Dónde están las cosas que tenía a mi lado antes de dormirme?", y tampoco pensaba gastar dinero de más; al fin y al cabo, no formaba parte de mis planes que la primera llamada telefónica a mi hermano fuera para pedirle una amena sustentación económica.

Por otra parte, después de recoger mi equipaje; me día cuenta que debo aclarar que por alguna extraña razón estaba muy pesado y tenía dos sospechas; y eran que yo era muy débil, o mi hermano se había metido en la mochila.

Como era de esperarse, el viaje me había dejado cansada de una manera que no se acercaba ni un atisbo a lo que estaba en el rango de "cansancio normal", y no lo entendía. A ver, era cierto, no había dormido tanto pese a que el pesado de mi hermano me dijo que descansara temprano, pero sí había sido súper responsable en el aspecto de guardar mis cosas días antes del vuelo.

Por lo menos algo que hiciste bien.

Siempre hago todo bien.

Fácilmente, con esa anécdota, podía restregarle a mi hermano en la cara que no era una vaga y desobligada como decía.

Refuto, tu respiras ya que es un proceso natural, porque si dependiera de ti....

Luego de mil debates mentales; para descansar unos segundos y aprovechar a avisarle a Víctor que ya había llegado, decidí sentarme en una mesa que estaba vacía.

Amén; así me evitaba un momento incómodo.

Spoiler, no se evitó.

-¿Crees que me interesa? ¡Pues no Hugo! -Gritó al móvil una chica que se estaba sentando en la misma mesa en la que yo estaba

Y sí, podía tener un uno porciento de problemas con hablar español, pero funcionaba cuando quería, y en este caso, era solo para importantes fines informativos; por lo que fácilmente entendí todo lo que decía aquella chica.

-Perdón, ¿Puedes...? -Dije con mi perfecto español, pero no terminé mi frase cuando ví que volteaba a verme como si yo fuera inferior a ella, lo cual me enfadó; pero decidí ignorarlo porque odiaba meterme en peleas innecesarias.

Ese día más que nunca, agradecí en mis adentros a mi hermano; y era porque aún recordaba las palabras que me dijo cuando yo tenía 13 años y el 19, "Mira Valeria, si no aprendes español, yo llevo la ventaja de que puedo insultarte en ese idioma y no vas a saber ni siquiera dónde estás parada; así que ya estás avisada". Recuerdo que las primeras dos semanas no le hice caso, pero después empecé a tomarlo en serio cuando él solo me hablaba en español y yo no sabía que me decía; en ese tiempo, nunca me había desesperado tanto el hecho de no hablar con Víctor.

-Perdonada, pero no lo vuelvas a hacer. -Me interrumpió para darme un vistazo rápido y luego seguir en su llamada. - ¡Ya te dije que no me importa! Tenga o no tenga nada que ver, no quiero que él le vuelva a hablar. ¿Puedes creerlo? ¡La otra vez me dijo que se sentía mal y se arrepentía de como se había alejado de su vida! ¡Y que quería volver a hablarle porque "extrañaba a su mejor amiga"! -Hizo una pausa. -De verdad no sé quien es más tonto, si ella o He.... -Se calló de golpe cuando vio que le estaba haciendo señas con la mano. -Venme a ver rápido y seguimos hablando.