CAPÍTULO 5
El laboratorio
-No te he llamado porque no me respondes los mensajes -Le expliqué a Víctor por enésima vez.
Eran las tres de la madrugada, y mi hermano me había llamado hace una hora, como si yo no tuviera vida. El punto era, que ni siquiera se dignaba a dejarme un mensaje antes diciendo "¿Estás disponible para responderle una llamada a tu hermano?" Aunque desde luego yo hubiera pensado "¿Quién es tan dependiente de mí como para enviarme un mensaje?" Aunque igual, en contra de mi voluntad, le hubiera respondido.
-Si yo te dijera eso, te hubieras enojado igual o peor que yo. -Contraatacó
-Ya te lo explique diez mil veces. -Solté un suspiro frustrada.
-Entonces explícamelo diez mil y un veces más. -Sonrío falsamente.
Y sí, estábamos en una videollamada, por lo que mis ganas de desaparecerlo como Thanos incrementaron; ya que para variar, tenía que verme con cara de señora que se divorció tres veces, y como bono, una que tenía insomnio. Claro, podía ser mi hermano y todo, pero eso no justificaba el hecho de que yo apareciera con esas fachas porque no tuve tiempo de arreglarme. En mi defensa, podía perder todo, menos el estilo.
Claro, porque es lo único que te queda; y ya se está acabando.
-¿Para qué me llamabas? -Pregunté rodando los ojos.
-No puede ser. -Vayan a ver palomitas, porque con Ustedes, empieza la actuación del dramático en persona. -Te fuiste hace casi un mes, no te llamo siempre, me puedo estar muriendo, ¿Y me tratas así? -Negó fingiendo decepción.
Ridículo...
Como la hermana.
-Luego no me llames para pedirme dinero o algo así, porque aquí ya no eres bienvenida; al contrario, tu habitación ya la ocupe. -Continuó.
-¿¡Que hiciste qué? -Estúpido, le dije que no ocupara mi habitación.
-No iba a dejar que se llenara de polvo por gusto; si le doy uso, no sucede eso. A no ser que me pagues una mensualidad por un espacio no utilizado..... Seguro que llegamos a un acuerdo que nos beneficie a ambos. -Sonrió falsamente.
-¿Qué hablas? Si solo buscas tu bien. -Rodé los ojos dramáticamente.
-Valeria, mira que.... -Lo interrumpí a tiempo. Gloria a Dios.
-Víctor, déjalo estar. -Reclamé al borde de sufrir diez derrames cerebrales por su culpa. -Llevas una hora reclamándome, y ni siquiera me has preguntado cómo estoy -Me quejé.
-¿Cómo estás? - Preguntó con fingida preocupación.
- Pues bien, la universidad es........
-Ya, ya, ya. Ya sé que la universidad es un asco cuando se lo propone, pero eso no me interesa ahora; yo solo quiero saber si por fin tienes novio o no. -Alzó y bajó las cejas vacilante.
La verdad era súper incómodo e intenso que mi hermano me preguntara eso, aunque totalmente entendible y normal. Yo no era una persona que se caracterizaba por demostrar sus sentimientos abiertamente; cuando de por sí ya le costaba con su hermano.
En mi defensa, Víctor era de esos hermanos intensos e insoportables; de los que te daban ganas de meterlos en un orfanato por más que ya sean mayores de edad. Era el típico hermano celoso con las parejas, pero cuando se trataba de otras cosas, era como si no existieras. En fin.
-Una pena....- Dije con fingida lastima. -No sabrás lo que quieres porque no hay nada; aunque para tu felicidad y tristeza a medias, no tengo pareja y no la tendré; simplemente estoy enfocada en mí y mis estudios. -Me alcé de hombros restándole importancia.
Realmente era verdad; aunque por otra parte me daba miedo. Miedo a un amor no correspondido.
-Bueno... -Entrecerró los ojos desconfiado -Pero debe de existir alguien que te parezca atractivo - Dijo mostrando interés en mi vida amorosa.
-No. - Dije sin pensar.
-Eso espero..... - Analizó algún rastro de mentira en mi voz - Por cierto, no te olvides que cuando sean tus vacaciones tienes que venir a verme. - Dijo cambiando radicalmente de tema.
-Pero si acabo de llegar hace tres semanas.
-Ya, pero te lo recuerdo para que no hagas planes.
-Como digas -Rodé los ojos.
-Bueno, hablamos luego porque me está llamando mi jefe. Te quiero
-Yo también te quiero....
Lejos.
No, mentira. Amor y paz.
Ahora, me encontraba dirigiéndome al área de química de la universidad. ¿Por qué? Se preguntarán; y la respuesta es sencilla. Me habían enviado como proyecto; sí, un proyecto recién iniciando el ciclo universitario, hacer un informe de un área interesante de la universidad.
¿Por qué química? Fácil; y es porque habían llevado unos nuevos instrumentos de trabajo para los estudiantes; así que era el tema que haría más boom en la universidad. Si lograba impactar con mi trabajo, seguro tenía el año lectivo ganado, o eso esperaba.
-¿Se encuentra aquí la estudiante Valeria Harrison? - Preguntó una señora sacándome de mis pensamientos, y a su vez, se acomodaba unos lentes que tenía puestos.