CAPITULO 18

La espera se hacía cada vez más larga. Ya habían pasado más de dos horas y aún seguían los tres en la habitación donde reposaba Luna, sin novedades al respecto.

En cuanto a Jared, nos turnábamos para ir a chequearlo. Aún seguía con su forma bestial, sin rastros de despertarse. Estaba dentro de su cuarto, sentada como chinito en el suelo, mirándolo, tan absorta de su apariencia, que no me di cuenta cuando fue que Rafael entró.

– Luna ya está estable, solo tiene que descansar por unos días. Sus padres están viniendo a buscarla.

Asiento, sin despegar los ojos sobre el peludo azulino que tenía en frente.

– Si quieres ir a verla, ya está consiente, yo te relevo – no me lo estaba preguntando. Así que, sin remedio, me levanté y fui hacia la habitación contigua, donde estaba la rubia.

Asli, Leo, Lenny y Letty estaban rodeando su cama, mientras que Robert estaba al teléfono en un rincón.

– Emma – logra débilmente llamarme. Me acerco rápidamente hasta su lado.

– ¿Estas mejor? – me siento en la silla vacía que supongo estaba Rafael antes.

Asiente dificultosamente con su cabeza.

– ¿Recuerdas que paso? – dudé en si debía o no preguntarle esto.

– Eran los miserables esos – su voz sonaba ronca, y a ver por sus marcas en el cuello, no me extrañaba en absoluto.

– ¿Cuantos eran? ¿Pudiste verlos? – esta vez fue Robert, quien se acerca nuevamente hacia nosotros.

– Eran bastantes, no alcance a contarlos – tosió – Pero estaban con su jefe.

Todos palidecieron al momento de oír sus palabras.

– ¿Qué quiere decir? – pero la pregunta no iba para Luna, no quería que se esfuerce más en hablar, se notaba que le costaba debido al dolor.

– Si su jefe estuvo aquí… – Lilly posó su vista en la ventana, que casualmente daba al bosque – quiere decir que se están preparando. Tienes que tener cuidado Emma, ya no es seguro que andes por tu cuenta – dijo lo último mirándome a los ojos.

Un escalofrío erizó mis pelos en la nuca.

– ¿Viste quien era su jefe? – esta vez a la rubia.

Solo sacudió la cabeza en negación. – Estaba cubierto con una túnica encapuchada, simulaba ser uno de ellos – aclaró.

La habitación quedó en silencio por unos minutos, hasta escuchar un rugido provenir de al lado.

– ¡JARED! – Un Robert muy alarmado fue corriendo tras él, mientras que Leo y Lilly lo seguían.

Una Luna con cara de preocupación, quiso levantarse de la cama, pero Rafael la detuvo, ganándose una mirada asesina de su parte.

– Sera mejor que vaya a ver – hablo Lenny antes de desaparecer por el pasillo.

– Emma, ¿quieres acompañarme fuera? – sin que nadie más nos viera, me hizo señas de que la siguiera para hablarme.

Asentí y salí del dormitorio, esperándola para irnos juntas.

– Vamos a preparar algo para comer en la cocina. Se está haciendo cada vez mas tarde y nadie comió todavía. – la sigo sin problemas, aunque un poco nerviosa, nunca había estado con ella antes.

– ¿Tus padres no van a preocuparse? – quería sacar tema de conversación, pero soné como una total entrometida.

– Ellos están de viaje, el trabajo los mantiene bien ocupados – voltea a sonreírme, antes de seguir buscando que preparar.

– ¿Qué vamos a cocinar? – me uno a su lado.

– Estaba pensando hacer unos tallarines con salsa. ¿Me ayudas con las cebollas?

– Claro, no hay problema – y me pongo en marcha. A diferencia de los demás, no lloraba ni al pelarlas ni al cortarlas.

Los chicos se sumaron a una pequeña mesa en la cocina, Rafael cargaba a Luna sobre sus hombros, la pelirroja puso la mesa mientras me encargaba de llevar la fuente con el contenido a la mesa. La familia de Lenny y Jared, comerían sus porciones para cuando terminasen.

– ¿Quién busca agua? – nos miramos entre todos, buscando algún voluntario.

– A mí no me miren – levanta las manos Luna – no puedo controlarla ahora – bromea. Su estado de ánimo ha ido mejorando.

– Yo voy – dijo de mala gana Rafael, mientras que nosotras sonreíamos divertidas.