La Oscuridad del Cielo

Capítulo 3

Día 6

—Hay algo que debemos decirte, Kate—Se dirige a mí, el líder. Los demás siguen afuera, esperando—¿Crees estar capacitada para acompañarlos?

—Sí. Ustedes han cuidado de mí estos días, me han dado abrigo y comida, lo menos que puedo hacer es ayudarlos en lo que pueda.

Él asiente conforme, me entrega una mochila y una botella con un líquido negro dentro.

Camino hacia el grupo mientras ellos siguen con su conversación.

—El albino me sostiene la muñeca pidiendo silencio a los demás—Kate, nos va a acompañar. Irás con Lewis y Bosco—Al ángel ya lo conocía pero al otro no. Era un chico alto de hecho el más alto de todos— ¿te molesta?—Digo «No» con mi cabeza—Bueno. Ustedes se irán al hospital y nosotros a la iglesia.

—¿Crees que es lo mejor?, recuerda que nosotros tenemos el Talismán.

—No me cuestiones, Lucía. Kosh me puso a cargo mientras él busca en la casa los libros faltantes.

—No sé ni porqué te eligió si eres simplemente un caído, un jodido traidor que solo busca manipularnos.

—¿Yo?, al menos yo no finjo ser algo que NO soy, o se te olvida que no eres un-

—¡CIERRA LA BOCA, MAL NACIDO!—Ella se le abalanza pero Tyler logra frenarla. Con una mano la aprisiona contra la reja dejándola inmóvil.

—Basta los dos—Demanda el rubio—Es hora de irnos.

Emprendimos nuestro viaje por el sendero de nieve hasta bajar la colina. Cruzamos un puente y llegamos hasta un lago congelado.

—Pasaremos por aquí.

«Si son ángeles, ¿ porqué no usan sus alas?, ¿nos es más fácil volar?»

Cruzamos con facilidad. Llegamos al hospital. Allí nos reciben unas señoras de la mediana edad. Nos brindan té y galletas.

Una de las señoras explica que las capturas han sido más frecuentes de lo normal y que las bestias no están cumpliendo con su parte del trato.

Resulta que en esta zona hay un hombre que se dice saber controlar los demonios que por aquí rondan y que él ha impuesto un especie de pago por semana donde se sacrifica un aldeano. Todo por la supuesta estabilidad y el balance del pueblo.

Bosco le da las gracias y le pide referencias de dónde podría estar este sujeto. La otra mujer nos dice que lo podemos hallar en los escombros del antiguo palacio.

Un lugar donde antes de hacían ofrendas a Dios, un especie de iglesia pero con la diferencia de que estaba llena de lujos.

—Eso no era una iglesia, era un lugar de satanismo permitido por los mismos pueblerinos—Explica Bosco—Usaban la excusa de servir al creador para realizar sus servicios y rituales

—¿Sí?, pero, ¿porqué? acaso, eso no es un pecado?, ¿no temían a ser castigados por eso?

Él niega.

—La gente decide qué creer y de qué manera alabarlo. Según ellos con la sangre se curaban los pecados.

—¿Tal vez por eso permiten que aquel hombre tome vidas para sus supuestos "demonios"?

—Es probable, después de todo aquél hombre era padre de esa iglesia.

Llegamos al bosque, con cada paso siento que el frío es peor. Vuelvo a recordar mi sueño. Es este el mismo lugar por donde corrí.

Me parece tan familiar como si lo que soñé hubiera sido Real. Siento aquel a poner apretón en el pecho. La falta de aire.

La sensación de ser observada. Me asusta el hecho de ya no saber qué es real y que no.

Una mano toca mi espalda, es fría, como un pedazo de hielo. Tengo miedo de dar la vuelta y encontrar la misma escena.

—Kate—Susurra en mi oído. Su aliento es helado.

—¿S-sí?

—Abre los ojos.




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