Tanto el espejo como Marian se quedaron en silencio un buen rato. Marian intentaba crear respuestas lógicas a lo que estaba pasando, el espejo le dio tiempo para que pudiera comprender, hasta que Marian rompió el silencio
-No puedo ser hija de ella. - dijo al fin Marian
-Aunque no lo puedas creer, eres la rencarnación de la hija de la oscuridad. – dijo el espejo - Tu eres la única que la puedes encontrar la caja, tenes un laso con ella, estoy seguro de que la has sentido.
- ¿Quién eres? - en todo este tiempo ella no le había preguntado quien era.
El silencio se hizo en la sala por unos minutos.
-Yo soy la Luz, yo fui quien traiciono a tu madre. Hace 4 mil años que intento encontrarte y cuando te sentí entrar no podía creer que al fin encontré a la hija de mi complemento, somos dos fuerzas que no necesitamos y el estar separados provoca un inmenso dolor. - Mirian quedo viendo el espejo que solo mostraba su reflejo.
El traidor de su “madre” le está hablando, y diciendo que ella es la elegida para buscarla.
-Tu fuiste el primero que la traiciono, eso fue lo que dijiste ahora me pides que yo la busque ¿Con que fin? - Buscaría a la oscuridad claro que si porque le daría algo de sentido a su vida. Pero no se la entregaría a la luz si era verdad lo que el espejo decía.
-Traicione tu madre tiene razón, pero tu madre es mi opuesto y mi complemento. Sin ella no existe equilibrio. Si ella cae en malas manos, y dejara de existir yo también lo haría. Así como no puede a ver día sin noche, no puede ver un yin sin su yang y viceversa. - el espejo cada vez perdía más su esperanza de convencer a Marian.
- ¿Quieres decir que, si su espíritu muere, tus mueres con ella?, lo que te interés es seguir viviendo.
¿La luz no tendría que ser la parte buena, y la oscuridad la parte mala? Pensaba Marian.
-No entiendes verdad, si ella deja de existir el poco equilibrio que aún queda en la tierra desparecerá y todo serás un caos, las guerreras serán lo que termine con toda la humanidad, ustedes serán los que se maten unos a otros - El espejo tenía razón, los magos de la antigüedad la capturaron, pero ellos ya no existen y la caja puede estar en malas manos.
-Digamos que yo acepto y busco a yin, ¿cómo cuál es la caja en la cual se encuentra? Hay millones de cajas en el mundo. - como encontraría la caja, es imposible.
- No, no es imposible. ¿Conoces la historia de Pandora? - Mirian negó con la cabeza. - Pandora fue la primera mujer mortal, creada por Hefesto por pedido de Zeus. Los Dios le otorgaron Dones Afrodita; le dio el don de sentir emociones, Herenes; la elocuencia, Atenea; la doto con el dominio del arte y la habilidad de ver los detalles, y Hermes; le dio el nombre. Pero no fueron los únicos Dioses que le dieron un regalo Zeus, le dio dos regalos el don del a la curiosidad y una caja que no podía ser abierta bajo ninguna circunstancia. Pandora fue entregada a Epimeteo para casarse. Con el tiempo a Pandora le comenzó a picar la curiosidad por saber que había en la caja y un día la abrió, de ella salieron monstros y la oscuridad invadió la tierra intento encerrarlos, pero no pudo. Adentro de la caja quedaba algo más, la esperanza, que salió a inundar el mundo. Pero nosotros que existíamos muchos antes que ellos y vimos todo el daño que Zeus causo a la tierra por castigar a Prometeos, por robar el fuego y entrégalo a los humanos, decidimos intervenir y llevar el equilibrio a la tierra haciendo que la esperanza no vagara sola por un mundo lleno de crueldad. - Marian escucho la historia como la primera, pero no entendía que tenía que ver esta nueva historia con la búsqueda del Yin.