La otra perspectiva de la Esquizofrenia

Capítulo 8: "Malena"

Aldana

Me envuelvo con la toalla y luego seco mi pelo con otra. Es increíble la cantidad de vapor que hay en el baño ¡Es que amo bañarme con agua tan caliente!

Pienso en el episodio de ayer con Malena, últimamente están pasando cosas muy raras...no se de donde está sacando esas ideas, ¡Me aterra muchísimo lo que dijo! Creo que tendría que volver a sacar el tema y luego recurrir a Ciro.

Suena mi celular, abro la puerta del baño, me asusto al ver una señora con un gorro de cocinera quemado puesto en su cabeza, retrocedo dos pasos del susto, quedó paralizada, ella está tocando una mini campanita que lleva en su mano. 
Tranquila Aldana, tranquila, andate por favor, andate ¡Por dios! Me agarro la cabeza con ambas manos, miro hacia abajo y cierro mis ojos. Respiro.

La campana ya no suena, levanto mi cabeza y ella no está, mi celular está sonando.

Corro a la cama, atiendo la llamada. Es del jardín de Male.

-¿Hola?

-Hola Aldana, te habla la seño de Male...

-Ay, si, disculpa, ya salgo para ahí, ¡se me hizo un poco tarde!- que tonta, no me di cuenta de la hora.

-Justamente quería avisarte que vino a buscarla su tío- ¿Su tío? pensé. Pero...que raro.

-No, no puede ser, yo la voy a buscar todos los días y a veces va su papá...que raro no me hayan avisado nada, ¡¿Pero ustedes no llevan un control de los niños!?-levanto la voz, Ay Aldana, baja un cambio que así no vas a lograr nada
- Dejá, no te preocupes.. gracias por avisarme.

Enojada cuelgo la llamada.

Me es raro que uno de los chicos vaya por Malena al jardín. 
Me termino de vestir tranquila, está un poco frío, así que decido ponerme una polera negra, un jeans azul y unas zapatillas deportivas blancas. Me cepillo el pelo, y luego prendo el secador.

Decido llamar a Alan, raramente atiende mi llamado, si fuera por Alan, podría estar muriéndome que él no va a atenderme. Así de colgado es.

-Aldi, ¿Todo bien?

-Si, ¿Vos fuiste a buscar a Male al jardín?-hablo en voz alta intentando de que escuche ya que tengo la secadora funcionando.

-¿Qué? ¡No se te escucha bien! ¿A donde estás?- Mierda, apago el secador.

-¡Que si, que todo bien! ¿Fuiste a buscar a Male del jardín?-le vuelvo a preguntar.

-¿Yo? -se ríe- no, no...si se te complico te la alcanzo.

-No, no para nada, me llamaron del jardín diciendo que uno de ustedes la había ido a buscar, pensé que quizás habías ido por ella... porque Dylan no creo, igual ahora lo llamo.

-Cualquier cosa avísame.

-Está bien- Cuelgo la llamada.

Me pongo a pensar que quizá fue Dylan a buscarla, como hoy no trabaja... igual, me podría haber avisado. Agarro mi campera, mi pequeña mochila y salgo, cierro con llave, bajo las escaleras y justo viene un colectivo, para mi suerte frena y lo tomo. En el camino, le escribo a Ciro diciéndole que voy a estar en lo de Dylan. 





 

Sofía

Ya queda menos para salir del trabajo, joder, tengo hambre y muero por unas milanesas, aunque en éste momento solo deseo que Dylan se lleve bien con Juli.

-Hola, ¿Sofía no?- una chica morocha de pelo largo y lacio me saluda.

-Hola, sí, ¿y tu? ¿Eres nueva? es que no te había visto antes.

-No, yo no soy nueva, el doctor Miguez me bajo del cargo y me derivo a ésta clínica, así que... paso a ser la nueva administradora . A partir de hoy, yo te alcanzarte las planillas. Por cierto, me llamo Sabrina, Sabrina Williams.

-Un gusto Sabrina, así que...Miguez te bajo el cargo, ¿Y eso por qué? ¿Que habéis echo?

-Miguez es así, trabaja con gente que le conviene y yo de un día para el otro no le serví más.

-¿Que quieres decir con que trabaja con gente que le conviene?

-El...tiene su equipo, gente que lo sigue, yo estudie mucho para ser doctora y sigo mis principios, parece mentira, no puedo creer que te este alcanzando unas planillas.-Me explica, decepcionada.

-Hey, tranquila, seguro ya vas a encontrar tu lugar en algún hospital.

Trato de acompañarla, no debe ser fácil estar pasando por algo así.

-Si...puede ser, a menos que me vaya de Argentina.

-¡No exageres!-me río.

-No exagero.- Me dice seria - Miguez maneja todos los hospitales habidos y por haber en Argentina, y si quiero trabajar como doctora... tengo que tirar de su lado, aquí te dejo las planillas...me voy antes de que me vean hablando, esa de ahí es mi oficina... cualquier cosita, pasá por ahí y si tenes tiempo...nos tomamos un café -Sonríe y se va.

¿Cómo que Miguez es el encargado de todos los hospitales de Argentina? Sabía que la gente importante tiene tiene poder, los políticos sobre todo, pero ¿Un doctor puede tener tanto poder? 

 

Aldana

Después de tocar el timbre, se abre la puerta. Allí está, en Jogging, pantuflas y su remera en el hombro.

-¡Ah!-con alivio- pensé que era Sofia.

-¿Siguen peleados?-le pregunto.

-Pasá -voy detrás de él, y antes de llegar al living ya se puso la remera, me saco la campera...como de costumbre, la casa de Dylan tan calentita. 
Saludo a Julián con un beso en la mejilla, que está sentado en el sillón grande de espalda a la puerta de entrada. 
Dylan regresa con un vaso de agua y yo lo espero sentada en el posa brazo del sillón individual.

-¿Café, algo?- me ofrece.

-No, gracias, no tengo hambre- Se sienta en el sillón que da a la punta de la mesita, agarra el diario y lo abre, con Julián que lo tengo enfrente nos miramos sin entender que le pasa. Realmente está raro, yo creo que es porque Julián le cae mal... así es Dylan, la mayoría de la gente le puede caer mal.

-Todos los días desaparece un nene nuevo, increíble. Yo la verdad es que no sé que tienen los padres en la cabeza.- Seriamente asiento. 
Miro por todos lados, el ambiente está muy tranquilo. Julián toma un sorbo de su café.

-¿Y Malena? -le pregunto ya nerviosa. De momento a otro Dylan cierra el diario y me mira.



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En el texto hay: drama amor suspenso misterio locura

Editado: 19.08.2021

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