Capítulo 12: "Todo ah cambiado"

Lucas

Ha pasado exactamente un mes de la desaparición de Oriadna Casanova, llegaron las denuncias a la comisaría. Muy tontos de parte de su familia.

Alan está inquieto, buscando todo tipo de rastro que la lleve a ella.

En un mes, todo ah cambiado... Julián cayó en brazos de Lorena, llevan un mes saliendo pero nada oficial, está enamoradísimo aunque no se muestra así delante de sus amigos, Lorena si bien logró parte de su objetivo, de a poco está fallando, se está enamorando. 
Se la vez feliz junto a Julián, pero no deja de actuar raro cuando está con él, por miedo a que sus jefes o compañeros la vean.

Salgo de la oficina y con cautela persigo a Lorena y a Julián que van caminando de la mano, ambos se sientan en un banco frente al puente de la mujer y yo me escondo detrás de un arbusto.

-¿Es por lo de tu amiga no? -Julián suspira y luego contesta.

-Lleva un mes desaparecida y todo el mundo anda enloquecido, no me fío - Que bueno, si él sospecha, todos sospechan, tengo que estar atentos de los movimientos para poder ayudarlos.

-¿Sin ellos no puedes vivir no?- Julián mira desorbitado a Lorena, si, yo también quedé igual de desorbitado, ¿Qué quizo decir Lorena con eso? ¿Que no se preocupe por sus amigos?

Se levanta del banco y se va dejándola sola. Creo que Julián, acaba de darse cuenta por completo. 
Lorena rapidamente se levanta y corre detrás de él.

- ¡Julián! ¡esperá! ¡no quise decir eso!

Aldana sigue viviendo en la casa de Dylan, decidió que Malena pase todas las tardes con Ciro ya que él prácticamente no paró de rogarle un segundo que por favor lo deje ver a la niña. Su ansiedad empezó a aumentar, lo que le provoca no querer dormir por miedo a tener pesadillas o ver cosas "irreales".

Sofia empezó a tener mas contacto con Sabrina Williams, la doctora a la cuál Miguez le bajo el cargo, juntas notaron cambios extraños en la clínica y de a poco están averiguando cosas con respecto a Miguez, y los distintos casos de desapariciones. Sabrina es su aliada, ella le recetó pastillas para que Aldana pueda descansar sin problema alguno.

Dylan está detrás de Aldana, la cuida y no deja que se olvide de tomar las pastillas. También esta ayudando con distintos datos que pueden hallar a Oriadna, se lo ve preocupado por toda la situación.

Oriadna aún está encerrada en una habitación en la cual no tiene contacto con nadie, pero estoy cien por ciento seguro que encontró una pequeña ventanita en la pared la cual está tapada e hizo contacto con Ludmila, la misma Ludmila amiga de Lorena.
Ambas están encerradas, una al lado de la otra. Por cierto... eh estado investigando a Oriadna todo éste tiempo, es muy rápida e inteligente, supuse que iba a encontrar la ventanita que deje preparada para ella. 




 

Oriadna

-Si, todas las tardes me sacan una foto de la cara, y me dicen que sonría- quedo pensativa al escuchar a Ludmila.

-¿y por qué te sacan foto todas las tardes?-Curiosa, le pregunto.

-No lo sé, como te dije llevo 2 años acá adentro, extraño mucho a mi familia, solo quiero irme- Ludmila llora.

-Tranquila, vamos a salir de acá...yo, estoy embarazada-silencio-¿Ludmi?

-Perdón es que... si es así, no se lo digas a estos hijos de puta, te lo van a hacer abortar.

-Shshshs no digas eso, conozco muy bien este lugar, ya estuve acá.

-y...¿Por que volviste?

-Larga historia -escucho unos pasos por el pasillo, y rápidamente me corro de la ventana-Ahí viene alguien- susurro. 
 

-La 101 y la 102 están ocupadas...-seguro habrá venido un cliente, la 101 soy yo, y la 102 es Ludmila...-podes agarrar a la que quieras de la 105 y llevarla a la 103 .

Siento el ruido de la puerta que se abre, entonces me hago la dormida. Segundos después siento que una mano acaricia mi mejilla, desearía con todas mis fuerzas que sea Alan pero, de seguro es el mismo que estaba con el cliente.

-Oriadna- me mueve el hombro queriéndome despertar -¡Dale piba que no tengo todo el día!- Abro mis ojos, me hago la desentendida, ahí está...el imbécil me quiere drogar.

-Es hora de la pastilla- me dice y me siento en la cama.- Seguro tenes frío...- me roza su dedo por mi pierna, y lo miro con asco, pero se resiste y deja de acariciarme.

-¿Sos nuevo no?- pregunto curiosa.

-Eso no te importa. Tenés que agradecer que vine yo - me dice el muy idiota.

Me pongo la pastilla en la boca, un somnífero por cierto y tomo agua , hago de cuenta que la trago, le doy el vaso y me acuesto en el colchón, el se va. Luego de unos segundos , me siento y me saco la pastilla de la boca para luego dejarla caer en un huequito que se encuentra debajo de una baldosa de madera.

Me traen dos pastillas por día, solo tome una... Y a la fuerza antes de que me traigan a esta mierda de habitación.

Las pastillas son somniferos que hacen que me duerma, en realidad me dopan y me dejan tonta. A todas las prostitutas se la dan, por lo menos acá.

Pasan los días y no paro de pensar un segundo en que quisiera estar en casa.

¿Que estará haciendo Alan? ¿Me extrañará? ¿Me estará buscando? ¿Y Ciro? Supongo que se le complicaron las cosas y por eso no inicio el plan que pactamos.

Un millón de preguntas inundan mi cabeza todos los días, preguntas tan simples...como esas. No tengo respuestas, y lo único que me queda es confiar, seguir confiando en que Ciro va a venir, no me puede fallar.

La angustia se apodera de mi, tengo frío, y quiero volver a casa, lloro desconsolada dejándome caer sobre el colchón. 




 

Dylan

Pasan los días y Oriadna no está, no aparece, se la trago la tierra. Nadie sabe nada, ni la policía y no me sorprende.

Nos venimos juntando día tras día con los chicos en casa, en lo que va del mes, Ciro es el que vino 3 o 4 veces, esta raro, como si Oriadna no le importara...o quizás le importa demasiado y la locura le está ganando, empiezo a sospechar.