La plaga del Caballero

Capítulo 8

La mañana había avanzado cuando Cedric convocó a Edric y a Sir Rowan a una reunión privada en el despacho del castillo. A pesar de la creciente preocupación por el estado de las aldeas de Eldermoor, Cedric sabía que era esencial compartir con el emisario lo que había sucedido con Alric. No podía arriesgarse a que se pasara por alto ninguna pieza del rompecabezas en la investigación que estaban a punto de emprender.

El despacho de Cedric estaba en penumbra, con solo la luz de una ventana alta iluminando el ambiente. Cedric se sentó tras su escritorio, con la cabeza apoyada en sus manos entrelazadas, mientras Edric y Sir Rowan tomaban asiento frente a él. La tensión en el aire era palpable, y cada movimiento parecía medir el peso de las palabras que estaban por intercambiar.

—Sir Rowan —comenzó Cedric—, agradecemos tu disposición para trabajar con nosotros en esta investigación. Antes de que partas, hay algo crucial que necesitamos compartir contigo.

Sir Rowan asintió, su mirada fija en Cedric, preparado para escuchar lo que había de venir.

—Hace unos días, Alric, mi sobrino y un caballero valiente, regresó de una campaña debilitado —continuó Cedric—. Los maestres no lograron diagnosticar su condición a tiempo. A pesar de sus esfuerzos, Alric falleció en su lecho de muerte.

La expresión de Sir Rowan se tornó seria, y su atención se intensificó al escuchar los detalles de la muerte de Alric.

—Lo que es aún más inquietante —prosiguió Cedric—, es que después de su muerte, Alric se levantó de la cama. No era el mismo hombre que conocíamos; su cuerpo estaba… transformado, por así decirlo. Exhibía signos de lo que solo puedo describir como un fenómeno sobrenatural. Se abalanzó sobre uno de los maestres antes de que pudiéramos detenerlo. La situación requirió medidas extremas, y lo que al principio parecía una enfermedad se convirtió en algo mucho más oscuro.

Sir Rowan frunció el ceño, procesando la información con rapidez. La narración de Cedric, junto con el incidente de los cadáveres en Eldermoor, trazaba un patrón alarmante.

—¿Qué estás sugiriendo? —preguntó Sir Rowan, su tono grave—. ¿Hay alguna conexión entre lo que ocurrió con Alric y los cuerpos en Eldermoor?

Edric, que había estado en silencio, intervino para proporcionar detalles adicionales.

—En las aldeas de Eldermoor, los cadáveres que encontramos también tenían heridas en la cabeza y presentaban un estado de descomposición acelerado. Aunque no podemos estar seguros de la relación, los indicios son inquietantemente similares. Por eso, creo que es vital que tu señor esté

informado de lo que realmente ha sucedido aquí en Bredewald.

Cedric asintió, su expresión grave.

—Precisamente, Sir Rowan. Necesitamos que, al regresar a Eldermoor, transmitas discretamente a Lord Geoffrey todo lo que te hemos contado. El riesgo de que esta situación se expanda es demasiado grande como para que permanezca en secreto. Necesitamos que él esté al tanto de todos los detalles para coordinar nuestra respuesta y proteger nuestras tierras de cualquier posible amenaza.

Sir Rowan, aunque sorprendido por la magnitud de lo que acababa de oír, comprendió la necesidad de actuar con cautela y seriedad. Su rostro mostró un atisbo de determinación.

—Entiendo, Lord Cedric. Me aseguraré de que Lord Geoffrey reciba toda la información de manera confidencial y que comprenda la gravedad de la situación. La discreción será primordial, dado lo delicado de la información.

Cedric se inclinó ligeramente hacia adelante, su mirada fija en Sir Rowan.

—Gracias, Sir Rowan. Tu cooperación es fundamental. Asegúrate de que el consejo de mi familia se mantenga confidencial hasta que tengamos más claridad sobre la situación. No queremos causar pánico innecesario, pero debemos prepararnos para cualquier eventualidad.

Sir Rowan se puso de pie, asintiendo en señal de respeto. Con una inclinación de cabeza, se dirigió hacia la puerta.

—Partiré de inmediato para informar a mi señor —dijo—. Gracias por la información. Asegúrese de que tomemos todas las precauciones necesarias.

Una vez que Sir Rowan salió, Cedric y Edric se quedaron en el despacho, sumidos en sus pensamientos. Cedric se pasó una mano por el rostro, sintiendo el peso de la responsabilidad que recaía sobre él.

—Esto está más allá de cualquier cosa que hayamos enfrentado —dijo Cedric, su voz cargada de preocupación—. Lo que está ocurriendo es algo que desafía toda lógica y entendimiento. Debemos estar preparados para todo.

Edric asintió, sabiendo que el camino que tenían por delante sería difícil y lleno de incertidumbre. Cada paso hacia adelante debía ser calculado con cuidado, y el conocimiento de lo que enfrentaban era fundamental para tomar las decisiones correctas.

—Me aseguraré de coordinar la preparación de nuestra delegación y de mantenernos alerta —dijo Edric—. Si lo que está ocurriendo en Eldermoor tiene algún vínculo con lo que sucedió con Alric, entonces debemos estar listos para cualquier eventualidad.

Cedric miró a Edric con un semblante decidido, reconociendo la valentía y la determinación de su joven caballero.

—Hazlo. Y recuerda, Edric, no estamos solos en esto. Tenemos aliados en Eldermoor y debemos trabajar juntos para resolver este misterio y proteger nuestras tierras.

Con un último asentimiento de acuerdo, Edric salió del despacho para comenzar los preparativos necesarios. Cedric se quedó solo, mirando por la ventana hacia el horizonte, reflexionando sobre la sombra que ahora se cernía sobre su reino. Sabía que la verdadera batalla estaba a punto de comenzar, y que el destino de muchos podría depender de la forma en que enfrentaran la amenaza que se aproximaba.



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En el texto hay: zombie, medieval, caminante

Editado: 06.09.2024

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