2

Abrí el refrigerador para encontrarlo desagradablemente vacío. Llamé a mi mamá. Mis tripas estaban rugiendo en señal de protesta. Mientras mi mente me jugaba una mala pasada, recordándome la pizza que había cenado anoche.

Intenté rebuscar en las alacenas, pero no había absolutamente nada dentro. Una lata de garbanzos vencidas, un poco de pan duro y mayonesa que claramente no estaba en estado de ser comida. Podía claramente llamar al delivery. Pero honestamente no tenía ganas de comer más comida rápida, en especial porque todo aquello se iría a mis caderas. Y ansiaba comer algo casero.

En estos momentos extrañaba a nuestra cocinera y me arrepentía de haberles dicho a mis padres que le dieran dos semanas de vacaciones.

—Mamá, tengo hambre y no hay más comida.

—Pues ve a comprar, hija—dijo ella en un tono un poco irónico, el cual me molestó bastante.

No es mi culpa que tú trabajes hasta deshora, y no te hagas cargo de las cosas de la casa.

— ¿Dónde está el dinero?

—Dentro de mi joyero, y puedes comprarte algo lindo para ti, cariño.

—Y por eso es que te amo mamá.

—Yo también. Cuídate. Nos vemos en la cena.

—Nos vemos—corté.

A veces dolía saber que ella no tenía demasiado tiempo, desde que la habían ascendido a un puesto mayor la rutina era: trabajo—trabajo—trabajo—yo—trabajo .Y lo mismo sucedía con mi padre.

Tal vez esa era una de las razones por las cuales me comportaba así Pero no me importaba .La vida está hecha para vivirla. "Be wild,have fun and die young" me recordé a mí misma.

Tomé mis gafas mi bolso y las llaves de mi hermoso Mini Copper.

La radio estaba pasando una de mis canciones favoritas...”Marina and the Diamonds", siempre sabe cómo levantarme el ánimo con sus canciones. Ella es un claro ejemplo de que las mujeres no necesitamos a un hombre para sobrevivir .La mujer era lo suficientemente autosuficiente para vivir sola. Y eso es lo que hacía. Tomaba hombres, los usaba y los tiraba.

Entre al supermercado y recorría las góndolas mientras observaba lo que allí había, choque contra alguien.

— ¿Puedes fijarte por dónde vas?—le dije de mala gana mientras juntaba las cosas que se habían caído de la góndola.

—Lo...lo siento—dijo él acomodándose las gafas.

—Wow miren a quien tenemos aquí, si no es nadie más...que el nerd Scott, vaya...

—Mira quien está aquí—dijo él—Si no es nadie más que la zorra número 1 del colegio.