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Nos separamos en silencio. Y solo atiné a tocar su mejilla. ¿Qué más debía hacer? Si ni siquiera yo sabía dónde estaba parada luego de eso. No me lo veía venir ni en un millón de años. Siempre pensé que sería yo quien diera el primer paso, después de todo era yo quien se destacaba por eso, pero esta vez fue él quien tomó la iniciativa, cerrándome la boca y superando todas mis expectativas.

Parece que los nerds hacen otras cosas bien además de estudiar. Me preguntaba adonde había aprendido a besar de esa forma. ¿Y con quién? Decidí que era mi momento de recuperar mi reputación y tomé cartas en el asunto acercando mi rostro al suyo.

—Todo estará bien—dije  y lo besé.

Tal vez su aspecto vulnerable me hubiese llevado a hacer eso, pero lo que me sorprendió fue su respuesta. Profundizó el beso y me acercó más a él, apresándome contra su cuerpo, uniéndonos y volviéndonos uno .Me separé en busca de aire.

—Wow, los nerd sí que saben besar—afirmé sonriendo.

Sus mejillas se tiñeron de un leve color rosado. Esa acción lo hacía ver realmente joven, como un niño pequeño que le dice sin querer a su maestra mamá. O uno que se le declara a la niña que le gusta y tenía miedo de su rechazo. Lo que me preguntaba es si realmente yo le gustaba o si tan solo se comportaba de aquella manera porque lo intimidaba.

Aunque debo decir que los besos que me dio habían dejado las cosas bastante claras. Me habían besado muchas veces en mi vida. Y había decidido ponerles puntajes a cada uno de ellos. Y este había sacado un 1000 sobre 10.

—Te sonrojaste.

—No lo hice—dijo apartando la mirada de la mía.

—Eres tan dulce—dije tomándolo por sorpresa y uniendo mis labios con los míos. Y él se encargó del resto.

—Eres increíble Bree, lamento haberte juzgado de esa manera. No eres lo que todos dicen. Eres una increíble persona

—No, no lo soy Logan—dije separándome de él.—Estoy muy lejos de serlo—bajé mi mirada para no encontrarme con esos ojos.

—Yo te demostraré todo lo contrario—dijo tomando mi mano y besándola.

Su toque produjo una especie de "electricidad “, la que hizo que me alejara. Era como si me algo malo me transmitiese. Pero no malo en ese sentido. Sino malo en el mejor de los sentidos lo que de por si era malo para mí. Ya que no podía permitirme enamorarme del nerd, de la apuesta. De Logan Scott. Si lo hacía, sería el hazmerreír de toda la clase y en especial de mis grupos de amigos. Mi reputación estaba en jaque.

— ¿Estás bien?

—Sí, solo necesito tomar un poco de aire—dije levantándome de mi silla.

—Ok, te esperaré aquí.

Caminé sin rumbo fijo por ese enorme hospital, necesitaba pensar un poco, necesitaba mi espacio. Todo paso demasiado rápido, todo estaba pasando demasiado rápido. No era lo que quería...él debía enamorarse de mí y no yo de él.

Fui hacia mi auto, y tomé mi móvil. Marqué y el tono sonó varias veces hasta que pude oir una voz del otro lado.

—Hasta que contestas—dije exasperada—Necesito hablar contigo.

—Estaba ocupada, anoche vino Kyle y cuando él se fue vino Jason —dijo orgullosa,

—Ya, ya no quiero los detalles. Te tengo que hablarte sobre la apuesta—tartamudeé.

— ¿Qué sucede?

Las palabras se negaron a salir de mi boca y un gran nudo se formó en mi garganta, provocando que comenzara a hiperventilar.

— ¿Bree, que sucede?—repitió—responde.

Nada.

—Espera...no me digas que te enamoraste del nerd. Por favor, no me digas eso.

Apoyé mi cabeza contra el techo de mi carro, solté un suspiro y largué un débil: —Sí.