La Prepago: La vida es dura

Capítulo 7: "Advertencia"

Horas antes...
Chomba se levantó del suelo con la patada que le había metido Mía al salir corriendo. Y no entendía porque reaccionó así. Chomba se puso su pantalón y su camisa rápido y cuando salió no pudo ver a Mía, en la puerta ya no estaban sus pertenencias. Chomba se dirigió a la piscina donde estaba Fernanda y ésta le dijo:
-Ay Chombi, tan rápido terminaste con la niña, pensé que eras más durade...-. Chomba apretó con su mano el cuello de Fernanda y le dijo:
-¿Dónde está Mía?-. Chomba estaba furioso.
Fernanda se estaba ahogando y le respondió como podía:
-Ella estaba con...tigo en tu habita...
Chomba furioso le gritó:
-¡Se fué! Me golpeó y salió corriendo hijueputa.
Fernanda quedó asombrada y dijo en voz baja:
-¡Maldita, maldita perra!... Pero Chombi, baby, yo cumplí y te trajé a la niña, no fue mi culpa que no hayas podido controlarla, ahora vos debes cumplir la promesa y enseñarme a manejar la coca.
Chomba tomó su arma y le apuntó en la cabeza a Fernanda y le dijo:
-¡Escuchame bien! Si yo logró enterarme que vos trajiste a esa mujer sin su voluntad y que no estaba consciente, yo te prometo que yo mismo me encargo de reventarte la jeta a plomazos.
Fernanda trago su saliva y suspiro y dijo:
-¿Desde cuando te importa una maldita prepago? Vos sabes muy bien que todas las prostitutas que te he traído son de barrios pobres que deciden venderse.
Chomba le dijo:
-Pero ¿sabes qué? Algo me dice que esta mujercita no era de ese tipo porque me golpeó y se escapó, en cambio una cualquiera hubiese disfrutado de estar con un narco bien duro. Y olvidate de volverte una narco porque hoy me diste a entender que no puedes ser ni siquiera una proxeneta y mucho menos mi socia. Y esto es solamente una advertencia.
Chomba guardó su arma. Y llamó a sus hombres para que llevaran a Fernanda. Ella estaba furiosa porque Chomba no cumplió con lo prometido y aún más furiosa con Mía, ya que creía que por culpa de ella, si solo se hubiera dejado abusar, Fernanda hoy mismo comenzaría a aprender el negocio del narcotráfico.
.........


Mía seguía llorando en medio de la lluvia, pero una joven se acercó a ella y Mía asustada comenzó a gritar. La joven trató de calmarla y le dijo que no le haría daño, que solo la quería ayudar, Mía pudo tranquilizarse y le pregunto quien era y porque la quería ayudar. Ella le dijo que su nombre era Rosario, y que la ayudaba porque ella pasó por lo mismo, Mía le pregunto que era eso que le pasó y Rosario le dijo que era una prepago, pero que ella no lo hacía porque quería sino porque no tenía otra salida y debía mantener a su hermanito. Rosario le dijo que se dió cuenta que ella pasó por algo similar porque su llanto era el mismo, y su ropa, en realidad la ropa que le había puesto Fernanda, que se había caído de su mochila, era muy similar a la que ella debía usar en sus noches.
Mía vió la tristeza Rosario al contarle su historia, y ella le contó la suya.
Rosario invito a Mía a dormir a su casa por lo menos esa noche y le juro que nada le sucedería, que ella era una buena mujer a pesar de ser una prepago, lo cual estaba mal visto ante la sociedad. Mía acepto ir, tomó sus cosas y partió a la casa de Rosario.
Al llegar el hermanito de Rosario estaba despierto y feliz de ver a su hermana y saltaba de la alegría, eso le hizo recordar a Carlitos cuando era más pequeño. 



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En el texto hay: narcotrafico, drogas, prepagos

Editado: 25.02.2019

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