JAKE
Ya estamos a jueves y no he podido dejar de pensar en la chica de los ojos azules. Pero lo raro que no ha sido para cerrarle la boca, sino por lo guapa y valiente que es. Cualquier otra chica se hubiera asustado y no me hubiera ni mirado como lo hace ella. Eso me confunde mucho.
Hoy por fin voy a comer en la cantina, ya que estos días he estado ocupado con algunas chicas. No me quejo, pero tengo ganas de comer un día tranquilo con mis colegas.
Cuando llego veo a mis amigos y voy hacía ellos.
-Ey chavales- saludo- ¿alguien ha visto a mi prima Lucía?- pregunto ya que no la he visto en toda la semana.
-Sí, está en esa mesa- contesta Álex.
Yo asiento y voy hacia allí, cuando llego le tapo los ojos con las manos.
-¿Quién soy?- pregunto poniendo la voz más grave.
-Jake, no seas tonto.
-No sé cómo lo adivinas siempre tan rápido.
La suelto y se gira para abrazarme mientras se ríe.
-Ey Lau, ven quiero presentarte a Jake- dice mi prima en mis brazos a una chica que por lo visto está detrás de mí.
Me giro y la veo, la chica de los ojos azules.
-Enserio, tú otra vez- dice poniendo los ojos en blanco.
-¿Ya os conocéis?- pregunta mi prima un poco perdida.
-Sí, este es el imbécil del que te hable- contesta dejando su comida en la mesa junto a su bolso.
-Así que el grosero que te empujo y ni si quiera te pidió perdón es mi primo- contesta sorprendida.
-¿Tú primo? Pero si tú eres un amor- responde igual de sorprendida.
-Para empezar sabéis que estoy aquí, ¿no?- empiezo a decir- y encima yo no te empuje, tú te pusiste en medio.
-Mira paso de esto- dice y coge sus cosas- luego nos vemos.
Y se va cogiendo solo su manzana y marchándose de la cantina.
-Sabes que eres un imbécil, ¿no?- me dice mi prima mientras yo miro cómo se va la chica supuestamente llamada Laura.
-¿Quién es esa chica?- pregunto ignorando su comentario.
-Es nueva, se llama Laura García y viene de Galicia pero su madre es catalana- me empieza a decir- y está aquí con una beca, aunque se lo puede permitir porque su madre es una doctora con prestigio, pero no le gusta gastar el dinero en un instituto de pijos como dice ella.
Me quedo pensando en todo lo que me dice que ni siquiera he notado que ella también se ha ido.
Así que Laura García.
LAURA
No me puede creer lo subnormal que es este tío, me saca de quicio. Se cree que puede manejar como quiera a la gente, pero conmigo eso no va a pasar.
-¡Lau, espera!- me grita Lucía que viene corriendo hacia mí- lo siento por la actitud de mi primo, a veces es un poco idiota.
-Lu, no es culpa tuya así que no te disculpes- le contesto pasando mi brazo por sus hombros- dejemos es tema y hablemos de que vamos a hacer esté fin de semana con las chicas.
Nos reímos y empezamos a planear algo para este finde.
Ya han acabado las clases y me dirijo hacía mi moto. Estoy llegando cuando veo a un tío mirándola.
-¡Qué le haces a mi moto!- grito cuando veo que la toca. No puede tocar a mi bebe.
Se da la vuelta y vuelvo a ver esos ojos grises, no puede ser.
-¿Está es tú moto?- pregunta muy sorprendido.
-Sí, y si no te importa puedes dejar de tocarla.
Él se separa y le doy las gracias. Me cae mal, pero la educación es lo último que se pierde.
Veo que él se pone un casco y se sube a una moto deportiva roja que perece un poco más vieja que la mía.
-¿Es tuya?- pregunto y él asiente- no está mal.
Me pongo el casco una vez subida a mi bebe y veo que se empieza a reír.
-Bonito casco- me dice riéndose.
Pongo los ojos en blanco, me bajo el espejo y estoy a punto de irme.
-Eh mira, lo siento, me he comportado como un idiota- me dice y provoca que me pare en seco- no quiero que nos llevemos mal, y mucho menos si eres amiga de mi primita.
Me empiezo a reír, un tío como este pidiéndome perdón. Seguro que trama algo.
-Mira guapo, no sé qué es lo que tramas, pero tampoco lo quiero saber- le contesto y me voy.
Es viernes por la tarde, y mi madre me ha llamado a la hora de comer para decirme que tiene que irse unos días a Londres a una conferencia y que ya no nos veríamos hasta el lunes, aunque no estaba muy segura que fuera solo el fin de semana, a lo mejor eran más días.
Ahora estoy en el entreno de voleibol y la entrenadora está a punto de decir el equipo.
-Lo habéis hecho todas muy bien, pero hay cuatro que serán de repuesto ya que no queremos quedarnos sin ninguna- informa la entrenadora y todas nos emocionamos.
Hemos hecho una buena amistad, con Emma me llevo más porque son del grupo de Lucía, bueno ahora creo que también es mi grupo. Me he vuelto muy cercana con Lu, Ana y Emma
-Como comprenderéis las que estáis de repuesto sois las que nunca habéis jugado en equipo y aparte sois las más pequeñas. Pero vemos mucho potencial en vosotras, y por eso queremos que entrenéis con el equipo, para que mejoraréis para el año que viene.
Me acerco a Julia, es con la que más me llevo de las pequeñas ya que me recuerda mucho a mí de pequeña.
-Sabes que yo empecé como vosotras, siendo un repuesto de las mayores- le susurro.
-¿Pero a qué edad?- me pregunta.
-Eso de igual, vais a entrenar con nosotras como si fuerais una más, solo que no jugareis a no ser que alguna nos lesionemos. Y ya verás cómo el año que viene jugareis con nosotras- le contesto intentando animarla.
Me siento un poco incomoda saber qué voy a jugar con un equipo nuevo. Siento como que estoy traicionando a mi equipo de Galicia, pero ellas me han asegurado que no pasa nada y que cuando compitan nuestros equipos me ganarán.
-Ahora hay que elegir a la capitán- dice la entrenadora.
-Lau- contestan todas a la vez.