LAURA
Estamos a jueves y la verdad es que han pasado los días muy rápido y no han estado mal. En los exámenes que hemos hecho he sacado muy buenas calificaciones, he pasado tiempo con las chicas, los entrenos han ido bien, he visto más a mi madre, aunque ahora este de viaje, ceno por lo menos una vez a la semana con Jordi, y con Jake, pues no hemos hablado mucho en persona, pero siempre me llama por las noches, así que bien. Pero sigue estando el profesor de física que no me aguanta.
Hoy nos iba a hacer un examen sorpresa a todos, pero la única que lo ha acabado haciendo he sido yo porque según él me he quejado, pero no es verdad. He estado a punto de contestarle, pero Lu me ha calmado y pues lo he hecho mientras los demás avanzaban clase.
Como el examen era muy largo me he tenido que quedar en el recreo. Así que estoy en el aula de física esperando a que termine de corregirme el examen.
-¿Le queda mucho señor?- le pregunto en un tono duro.
-Solo un ejercicio- me contesta con el mismo tono frío que leva usando conmigo desde que me puso la advertencia. Pasan dos minuto más hasta que vuelve a hablar- Si no contestara tanto sería la mejor alumna- me reprocha entregándome el examen- Enhorabuena señorita García, ha sacado un diez.
-Gracias- contesto un poco molesta- ¿Me puedo ir ya?- pregunto cruzándome de brazos.
-Claro- responde levantándose para salir por la puerta- Pero que sepa que no me cae mal, solo no me gusta su actitud en alguna ocasión- explica y se va antes de que pueda contestarle.
Uffff como lo odio. Suelto un suspiro y cojo mis cosas para salir de aquí.
Necesito relajarme, solo me quedan diez minutos de recreo, no he comido nada en toda la mañana, ni he dormido bien por las malditas pesadillas… Respira Lau.
Decido ir a ver al director para pedirle un favor ya que se ha vuelto mi amigo después de que me ha llamado unas cuantas veces para saber cómo me ha ido el día, como si se preocupara por mí.
-Perdona Érica, ¿puedo pasar a ver al director?- le pregunto a la secretaría de la cual también me he hecho amiga.
-Claro Lau, espera que lo aviso- contesta dándome una sonrisa cálida la cual le devuelvo. Sale de la sala y espero apoyada en la pared- Pasa- me indica.
-Gracias- contesto dándole un abrazo. Me acuerdo que el primer día que le di el abrazo se quedó en shock, ya que aquí la gente va más a su rollo, pero ahora ya me los devuelve. Cuando llego a la puerta del director y llamo antes de entrar- Hola jefe- le saludo entrando.
-Cuantas veces te he dicho que no me llames jefe- inquiere y yo solo me encojo de hombros- Bueno, ¿pasa algo?- pregunta.
-La verdad es que necesito un justificante por si llego tarde a la próxima hora- le pido y veo cómo va a empezar a negar pero me adelanto- Es que he tenido que hacer un examen con el profesor de física y salgo ahora- explico y le hago un puchero.
-Solo por esta vez- dice sacando una especie de libreto- Sino pensarán que te doy un trato especial.
-Gracias- contesto emocionada cuando me da el papel y me levanto para abrazarle- Adiós jefe- le digo en la puerta.
-No me digas jefe- se vuelve a quejar, pero me voy.
-Adiós Érica, tenemos que quedar a tomar un café- le digo antes de irme.
-Cuando quieras Lau- contesta.
-Dame tu móvil que te doy mi número- le pido y ella me lo da, escribo mi número y se lo devuelvo- Mándame un mensaje por favor- le digo y ella lo hace- Ahora sonríe…- pero antes de que se inmute le hago la foto, pero sale muy guapa, con esos ojos azules y ese pelo rubio. La verdad es que se parece mucho al director ahora que lo pienso.
-¿Me has hecho una foto?- me pregunta sorprendida.
-No te preocupes sales muy guapa- le aseguro- Mira- le enseño mi pantalla- Bueno ahora sí que me he de ir, chao- me despido.
-Adiós.
Corro hasta mi taquilla, guardo todo y saco las cosas de la siguiente hora, cojo unas cintas rojas de boxeo y la llave del gimnasio que solo usamos los equipos del instituto. Corro hasta el gimnasio y cuando entro me pongo una alarma para no perder mucho de clase y dejo todo encima de una silla. Me recojo el pelo en una coleta alta, me pongo las cintas mientras camino hasta el saco y empiezo a golpearlo.
Llevo como un cuarto de hora hasta que suena la alarma, así que cojo las cosas, cierro todo y salgo corriendo hasta mi clase, pero por el camino alguien me habla.
-Pero mirad quien tenemos aquí- empiezan a decir a mi espalda, así que me giro- Si es el nuevo capricho de Jake- suelta la morena de la fiesta- La increíble Laura García.
-Mira bonita yo que tú me callaba- le respondo.
No Lau, no puedes pelearte o te pondrán un parte, así que tranquilízate.
-¿Tú sabes con quien estás hablando?- pregunta divertida.
-No, pero tampoco lo quiero saber- contesto dándome la vuelta y seguir mi camino.
-¡No eres más que un capricho!- chilla pero la decido ignorar, aunque en realidad puede que tenga toda la razón del mundo.
Por lo que me han contado casi todas las chicas del instituto se han enrollado con Jake, por lo visto es el más popular, el capitán del equipo de baloncesto, es guapo… en resumen, un playboy. Y lo peor es que me está empezando a gustar, y lo más segura es que salga herida de esta historia.
Llego a mi aula y llamo a la puerta, el profesor me indica que pase y yo le entrego el justificante para después sentarme en mi sitio.
-Tía- me llama y yo me giro para mirarla sin entender que pasa pero después me señala las manos.
-Mierda- mustio, me he olvidado de quitarme las cintas, por eso se me han quedado todos mirando y el profesor me ha mirado raro.
Me las quito las quito rápido y las guardo en mi mochila. Pasa la hora volando y gracias a Dios vamos a comer ya.
-Me estoy muriendo de hambre- digo cuando salimos del aula- No he comido nada en toda la mañana.