LAURA
-Bienvenidas a mi humilde casa- les digo a las chicas abriendo la puerta.
-No exageres- contesta Emma haciéndonos reír a todas.
-Anda vamos al salón- respondo y les guio al salón- Vamos a pedir pizzas.
-¡Sííííí!- gritan todas emocionadas.
Después de pegarse media hora discutiendo por las pizzas que pediríamos nos hemos puesto a hablar sobre cotillos mientras esperábamos.
A las 21:30 llaman a la puerta.
-Voy yo- anunció, porque aparte de que es mi casa espero que sea Jake quien las traiga como las otras veces. Abro la puerta y como esperaba ahí, me encuentro al dueño de esos ojos grises que me estaban volviendo loca- Hola- saludo con una sonrisa.
-Hola princesa- me responde de la misma manera- Creo que mañana estaréis todas vomitando si os coméis todo esto- comenta enseñando las 5 pizzas familiares mientras se ríe.
-Tranquilo que aun así ganaremos- contesto.
-Luego yo el chulo- responde y se ríe.
-Lau- me llama Emma- ¿Por qué tardas tan…?- empieza a preguntar, pero cuando ve quien es el repartidor nos da una sonrisa cómplice mientras yo me sonrojo- Hola Jake- le saluda.
-¿Qué tal Emma?- contesta.
-Bien, gracias- contesta mientras coge las cajas de pizzas- Bueno os dejo hablar. Adiós, y espero que vengáis a vernos todos, porque no querréis verme enfadada- le amenaza y no podemos evitar reírnos.
-Aquí tienes el dinero- le digo entregándoselo.
-Que lo paséis bien- comenta mientras se acerca a mí hasta quedarse a centímetros- Espero que cuando ganéis pueda recompensarte en la fiesta de después- comenta y me da un beso mitad en la mejilla y la otra en mis labios- Adiós princesa- se despide y se va. En cambio yo no me puede mover hasta ver cómo se aleja.
Vuelvo a entrar y de repente todas se callan y me miran como si esperaran algo.
-Venga capi, dinos que hay entre el magnífico Jake y tú- pide una de las chicas y yo me río al ver a todas tan suplicantes.
-Os podré aclarar vuestras dudas después del domingo- respondo y todas chillan.
-Tenéis una cita este fin de semana, ¿a qué si?- dice Julia y yo solo asiento haciendo que vuelvan a chillar.
-No chilles más por favor- les suplico y todas se ríen.
-Nunca creí que el más mujeriego del instituto sentara la cabeza- comenta Sandra y todas la miran como si hubiera dicho algo que no debía. Y la verdad es que prefería no haberlo escuchado nunca.
-Pero ha sucedido- se apresura a decir Emma para después cambiar de tema. Cosa que agradezco.
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Tenemos el partido a las 18:30 y falta aún una hora para que empezar a calentar ya que son las 17:00, así que como siempre me voy a algún sitio donde haya paz y que no haya mucha gente. Cojo las cosas para el partido y subo a mi moto.
Conduzco en dirección al instituto pero me meto en un desvío justo antes de llegar, el cual te lleva a un parque donde no suele ir mucha gente.
Cuando llego aparco y me siento en un banco, me pongo los cascos escuchando a Stevie Wonder, como siempre antes de un partido, y una alarma para las 18:00. Me quedo mirando el cielo y me pierdo con la tranquilidad hasta que suena mi móvil y es la alarma.
-Joder sí que ha pasado el tiempo volando- mustio mientras recojo las cosas.
Me vuelvo a subir a la moto y salgo lo más rápido que puedo. Cuando llego al vestuario veo cómo están preocupadas todas las chicas y la entrenadora.
-¿Dónde te habías metido?- dice Emma haciendo que todas me mire- Pensábamos que no vendrías.
-No me gusta que me ponga nerviosa, nunca vengo antes de lo necesario a ningún partido- explico- Y no me digáis nada más o me pondré nerviosa y eso no es bueno, porque me enfado- argumento y todas asienten.
Van saliendo todas para empezar a calentar mientras yo me quedo sola metiendo las cosas en mi taquilla, la número nueve, y cogiendo de ella mis manguitos para los partidos. Me estoy poniendo los manguitos después de haberme puesto las rodilleras y las zapatillas, y haberme hecho la coleta cuando escucho una voz muy familiar.
-Siempre llamando la atención princesa- dice Jake detrás de mí- Casi les da algo las chicas mientras esperaban, me han hecho llamarte y todo- comenta divertido.
-Me gusta estar sola antes de un partido- me justifico mientras me giro estando lista del todo. Dios, va guapísimo con un tejano negro ajustado y una camiseta blanca arremangada hasta los codos y con los primero botones desabrochados. Lleva el pelo revuelto como siempre, pero le queda genial, y una deportivas blancas de vestir. Veo cómo me mira de arriba abajo, y la verdad es que me va un poco pequeña la equipación y hace que se vea y marque mi cuerpo más de lo necesario- ¿Todo bien?- pregunto enarcando una ceja.
-Todo perfecto- contesta mirándome a los ojos para después andar hacía mí- Demasiado perfecto- dice a centímetros de mí haciendo que mi piel se erice por su ronca voz - Te gusta provocarme princesa- susurra rozando sus labios con mi oreja para después morderme el lóbulo provocándome un jadeo.
-Jake…- susurro intentando decir algo pero de repente me coge de la cintura y junta nuestros labios en un beso demandante y firme que me vuelve loca. Me dejo que llevar como me pasa siempre que me toca o se me acerca más de la cuenta y tiro de su nuca para profundizar el beso. Nos separamos por falta de aire, pero no nos soltamos- Tengo que salir- susurro mirando sus preciosos ojos grises por los cuales me pierdo.
-Tienes que ganar un partido- comenta y hace que una sonrisa aparezca en mi rostro- Luego te daré tu premio- dice y me aprieta el culo con una de sus manos, las cuales no sé cuándo han bajado, y se va dejándome petrificada.
Cuando vuelvo en mí, salgo corriendo y me uno a las chicas que están calentando, pero no sin antes darle un beso a mi collar.
Vamos 2-1 ganando un set por encima y vamos 25-24, ganando, en el cuarto. La verdad es que son muy buenas nuestras contrincantes, pero tiene un fallo todo el rato cuando tapan por cuatro y a veces por opuesta.