La princesa de Jake

CAPÍTULO 15

JAKE

-¿Bien?- pregunto al parar en un semáforo mientras me giro y asiente sin levantar la cabeza de me espalda, ni de soltar su fuerte agarre.

Debe haberle pasado algo muy fuerte para que se comporte así.

Llegamos al italiano y aparco en el primer sitio que encuentro. Bajo y ayudo Laura a bajar que está un poco temblorosa. Se quita el caso y me sonríe.

-Gracias por no ir rápido- me dice un poco tímida y yo le sonrío.

-¿Vamos?- le pregunto ofreciéndole mi mano. Ella la acepta y entramos.

-Qué bonito- comenta Laura cuando ve el local.

-Es mi restaurante favorito- le digo y se gira a mirarme.

-Me encanta la comida italiana- me contesta.

-¿Os puedo ayudar?- nos pregunta una de las camareras.

-Tenemos una reserva al nombre Jake Evans- respondo.

-Seguidme por favor- nos dice y nos lleva hasta una mesa al lado de una de las ventanas- Ahora pasare a apuntar vuestro pedido- nos informa y nosotros asentimos.

Ayudo a Laura a sentarse cuando la camarera se va.

-El príncipe Evans, queda bien- se burla y nos reímos los dos.

-Menos mal que tú eres una princesa- contesto y le guiño un ojo, y ella niega con su cabeza mientras se ríe.

Miramos el menú y pedimos agua para los dos y Laura una lasaña mientras que yo me decanto por un plato de spaghetti a la carbonara. Nos traen los platos y cenamos hablando y riendo de anécdotas de cuando éramos pequeños.

-Quiero postre- me pide haciendo un puchero provocando que me ría.

-Aquí hacen el mejor tiramisú que conozco.

-Me encanta el tiramisú- contesta emocionada.

-¿Desean algo de postre?- pregunta la camarera.

-Sí, un tiramisú con dos cucharillas por favor- contesta Laura.

-Ahora mismo se lo traigo- responde sonriente.

-Bueno, cuéntame sobre tus padres- le digo cuando la camarera se ha ido, pero veo que se pone tensa.

-Mi madre es una de las mejores doctoras de país, lo malo es que no suele estar mucho en casa, y mi padre nos abandonó cuando era tan pequeña que ni si quiera me acuerdo de él- explica- Tenía otra familia y cuando mi madre lo descubrió lo echó.

-Lo siento, no lo sabía- contesto. No sé cómo alguien puede hacer eso.

-No te preocupes, ya no me afecta- responde- ¿Y tus padres?

-Mi nana es como mi madre- empiezo a decir- Mis padres siempre están de viaje.

-Tenemos algo en común- comenta.

-Aquí tienen el tiramisú- nos dice la camarera.

-Gracias- responde Laura.

Comemos el tiramisú haciendo el tonto entre risas y discutimos para ver quién paga.

-La siguiente ya pagarás tú, pero yo invito esta noche- le aclaro.

-Así que habrá otra vez- contesta y yo sonrío- Vale, pero me lo tienes que prometer.

-Te lo prometo princesa- respondo mientras saco la cartera.

-Son las 22:30- anuncia Laura- ¿Vamos a las 23:00?- me pregunta mientras salimos del restaurante y yo asiento.

-Vamos a pasear por un parque que está cerca de aquí- le digo y ella asiente contenta.

LAURA

Salimos del restaurante y la verdad es que hace mucho frío, y con lo despistada que soy se me ha olvidado la chaqueta. Noto como me ponen algo sobre los hombros mientras andamos y veo que es Jake que me da su chaqueta.

-Otra cosa que deberías saber- empiezo a decir- Soy muy despistada- informo y él se ríe- Gracias príncipe Evans- comento poniéndome bien la chaqueta- También me va enorme- me quejo como una niña.

-Eres adorable- contesta Jake acercándose a mí. Me pongo nerviosa pero lo disimulo como después del partido.

-¿Adorable en el buen sentido?- pregunto.

-Contigo siempre es en el buen sentido- responde y junta sus labios con los míos.

Empieza siendo un beso suave y tierno, pero se va convirtiendo en un beso lleno de deseo. Coloco una de mis manos en su mejilla y la otra en su nuca para profundizar el beso, y él pega más nuestros cuerpos haciendo que sean solo uno.

Nos separamos por falta de aire pero no más de lo necesario. Abro mis ojos y me encuentro con esos ojos grises mirándome fijamente.

-Me encantan tus ojos- susurro y él sonríe para después darme un beso que es interrumpido por mi móvil. Lo miro y veo que es mi madre.

Mami

-Hola mamá- saludo.

-Hola cielo, ¿todo bien?- pregunta.

-Sí, ¿qué pasa?, ¿por qué llamas?

-Nada, solo quería desearte suerte para tú partido.

-El partido lo he tenido hoy a las 18:30, y si te interesa hemos ganado- comento de mala gana.

-Oh cielo, pensaba que era mañana- dice- Bueno te tengo que dejar, volveré el lunes- me informa y cuelga antes de poder despedirme.

-¿Todo bien?- pregunta Jake al ver mi cara.

-Sí, solo que mi madre no volverá hasta el lunes. Pero da igual, tenemos que irnos ya- le informo y asiente no muy seguro.

Empezamos a andar, le agarro la mano y apoyo mi cabeza en brazo. Sé que me está mirando por lo que acabo de hacer, pero no pienso mirarle. No pienso morir de vergüenza.

Caminamos en un silencio cómodo y mi mente piensa en la maravillosa cita que he tenido con Jake, haciendo que una sonrisa tonta aparezca en mi rostro.

Llegamos a la moto y respiro profundo para relajarme y Jake lo nota.

-Dime qué te pasa con que conduzca- me dice.

-No es por ti- le aseguro- Solo…- empiezo a decir, pero no estoy preparada para hablar de ello- Por favor no me preguntes, no estoy lista para contarlo- le pido y él solo me abraza.

Nos separamos y nos ponemos los cascos. Nos subimos y vamos a la casa de Emma. Jake conduce despacio y con cuidado como siempre, y yo solo le agarro fuerte y apoyo mi cabeza en su espalda cerrando los ojos con fuerza.

Cuando llegamos suelto un suspiro y me ayuda a bajar. Caminamos a la entrada cogidos de la mano y hablando sobre lo lleno que está todo.



#31329 en Novela romántica
#7637 en Joven Adulto

En el texto hay: problemas, celos, amor

Editado: 02.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.