CAPÍTULO 19

DIRECTOR

Cuando he visto a Laura llorando en el sofá abrazada a Érica se me ha roto el corazón. Después Érica la ha llevado a una habitación y se ha quedado hasta que se ha dormido.

-¿Cómo está? ¿Qué ha pasado?- pregunto preocupado cuando veo a Érica aparecer por las escaleras.

-Un problema con su madre- contesta y le hago una señal para que siga hablando- Laura estaba enfadada porque su madre casi nunca está en casa y pues ha explotado cuando ha llegado a casa y Sandra le ha dicho que donde estaba, que la había llamado… Entonces Laura le ha dicho que si ahora le importaba, y ella le ha dicho que no le hable así que es su madre- empieza a explicar, pero se queda callada.

-¿Qué más ha pasado?

-Laura le ha dicho que su madre murió hace 8 años y que ella solo lo aparentaba, y Sandra le ha dado una bofetada- termina de explicar y me quedo alucinando.

-Tengo que hablar con Sandra- comento después de unos minutos callado.

Me levanto, me dirijo a mi despacho y nada más entrar cojo mi móvil.

Sandra:

-David, ahora no puedo hablar- me dice, y puedo notar que está llorando.

-Laura está en mi casa- contesto.

-¿Qué? ¿Qué hace ahí? ¿Está bien? ¿Le has dicho algo?- empieza a preguntar preocupada.

-Sandra- la llamo para que me haga caso.

-Soy muy mala madre- dice y noto como se vuelve a derrumbar.

-No digas eso, solo habéis tenido una discusión.

-Le he pegado. Nunca le había pegado.

-Ella no te culpa- le respondo- Ella está igual de mal.

-¿Qué voy a hacer? ¿Cómo me va a perdonar? ¿Es lo único que tengo?

-No digas eso. Te va a perdonar, y no es lo único que tienes- respondo- Se va a quedar a dormir- le informo- No sabe nada, pero no sé si puedo aguantar más.

-Ya lo hemos hablado- contesta- Se lo diremos más a delante. Ahora se acerca el día en el que murió mi madre- me informa- Son unos días muy duros para ella. Y sé que cuando se enteré de que eres su padre estará muy resentida.

-Si necesitáis algo me lo dices- respondo derrotado. No quiero que mi hija me odie- Te tengo que colgar.

-Buenas noches David.

-Buenas noches Sand- me despido y es cuando me doy cuenta que la he llamado como lo hacía cuando estábamos juntos. Cuelgo rápidamente para que no sea más incómoda la situación.

Me recuesto en el sillón de mi oficina y me cojo la cabeza con las manos.

-Yo sí que soy el peor padre- digo en voz alta.

No sé cómo puede hacerle eso, hacerles eso. Noto como lágrimas ruedan por mis mejillas. Hacía años que no lloraba. La última vez fue cuando volvía de Galicia después de que Sandra se enterase de todo.

La sigo amando, nunca lo he dejado de hacer. Pero les hice mucho daño y voy a intentar remediarlo.

LAURA

Me despierto y veo que aún es temprano, doy vueltas pero no consigo dormirme. Escucho como abren la puerta y me enderezo un poco para ver de quien se trata. Veo como aparece el director y lleva ya su traje.

-Buenos días- me saluda con una mirada triste.

-Hola- me limito a decir.

-Te traigo el uniforme de Érica cuando iba a tu instituto- me informa y yo le sonrió- Ahí hay un baño- comenta señalando una puerta- Te esperamos para desayuna- me dice y se va.

Voy hacía el baño y veo mi rostro en el espejo. Tengo los ojos hinchados y rojos con ojeras por haber llorado toda la noche. Me meto en la ducha y después me lavo los dietes con un cepillo como los de los hoteles. Me pongo el uniforme de Érica y veo que me queda como el mío. Cojo mi ropa y el casco y bajo por las escaleras.

Ahora que me fijo es enorme está casa. Es como dos veces la mía y eso que no es pequeña. Es muy bonita a decir verdad. Después de bajar las escaleras no sé a dónde ir.

-Señorita- me llama una mujer mayor que parece ser de servicio.

-Solo Laura por favor- comento con una sonrisa.

-Vale Laura- contesta y me devuelve la sonrisa- El señor y su hija la esperan en la cocina. Sígueme por favor- me pide y asiento con la cabeza.

-¿Cómo se llama?- le pregunto educadamente.

-María- contesta y antes de que pueda decir algo entramos en la cocina.

Le susurro gracias a María y ella me sonríe antes de irse.

-Quería daros las gracias y pediros disculpas por haber aparecido sin avisar- digo cuando los tengo delante.

-No pasa nada- contesta el director- Eres bienvenida en esta casa- me dice con una sonrisa.

-Muchas gracias- respondo.

Desayunamos los tres y me siento como si fuera parte de la familia. Después ellos se van en el coche del jefe y yo en mi moto. Me han insistido en que fuera con ellos, pero me he negado y se han tenido que rendir, ya que soy muy persistente. Después de 15 minutos llegamos al instituto y mientras el director se dirige hacía su plaza, yo voy hacía la de las motos.

Entro al instituto y voy a mi taquilla. Menos mal que nunca me llevo los libros, aunque me falten los apuntes y el IPad por lo menos tengo los libros.

-Hola Lau- escucho la voz de Sus.

-Hola- contesto.

-¿Estás bien?- me pregunta.

-Sí- respondo aguantando las ganas de llorar.

Antes de que pueda decir algo más suena el timbre y me escabullo hacía mi clase. Menos mal que en está no voy con las chicas.

-Hola Lau- me saluda Hugo, un chico de mi clase, que a decir verdad es muy guapo.

Es alto y fuerte, practica fútbol y por eso está muy fibroso. Tiene el pelo rubio con ojos color miel. Pero lo más importante es que es muy amable y simpático.

-Hola- contesto y me siento a su lado.

-¿Estás bien?- pregunta y puedo notar su preocupación.