CAPÍTULO 24

JAKE

Cenamos entre risas y conversaciones hasta que decidimos ir a dar un paseo.

-Así que has estado preparando todo esto- cuestiona mientras caminamos por la playa con los zapatos en las manos.

-Sí- contesto y sonríe más.

-Nunca habían hecho nada así por mí- me dice y se coloca delante de mí- Gracias.

-Todo para mi princesa- respondo y agacho un poco la cabeza para besarla.

-Te tengo que dar mi regalo- susurra rozando sus labios con los míos. Se separa un poco más de mí y saca una cajita de su bolso- Toma- me la entrega sonriendo.

Cojo la cajita con una sonrisa tonta y la abro. Me río al ver un llavero de una corona con un pequeño nueve dibujado en una esquina.

-Léelo- me pide y le doy la vuelta.

-“Mi príncipe azul y yo su princesa”- leo en voz alta y sonrío aún más- Gracias- le digo y le doy un beso apasionado.

-La otra parte aún no me ha llegado- me informa un poco avergonzada cuando nos separamos. La miro extrañado y entonces me lo explica- Es un casco de moto con una pequeña corona y un nueve como el llavero.

-Mi princesa- contesto y la abrazo fuerte mientras ella se ríe- Volvamos al hotel.

-¿Cómo que volvamos?- pregunta desconcentrada.

-Tenemos una reserva para esta noche- respondo divertido por su cara. Cuando escucha mi respuesta se ríe mientras me agarra fuerte del brazo.

Llegamos al hotel y subimos al ascensor porque ya llevo la tarjeta. En el ascensor doy al botón de a la planta 19 y le tapo lo ojos a Laura con mi mano.

LAURA

-¿Qué haces?- le pregunto divertida a Jake cuando me tapa los ojos.

-Es sorpresa- me susurra en el oído haciendo que me estremezca.

Me ha encantado la cena y encima aún tiene otra sorpresa. Este hombre es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

-¿Falta mucho?- pregunto impaciente como una niña pequeña.

-No- responde y escucho como se abren las puertas.

-Me voy a caer- aseguro.

-Yo te sujeto- me responde Jake agarrándome fuerte de la cadera con un brazo.

Veis como es un tío maravilloso, lo único que tiene un tipo de muralla con la cual se comporta como un imbécil.

De repente se frena y suelta mi cadera. Escucho como suena una puerta abrirse e intento deshacerme de la mano con la que me tapa los ojos.

-Vamos déjame mirar ya- le pido y lo hace.

Delante de mí hay una habitación preciosa decorada con blanco, gris y toques de azul marino. Hay un ventanal enorme con unas vistas espectaculares de la playa, debemos de estar muy altos. En el centro hay una cama enorme con mucho pétalos de rosas rojas alrededor y en el centro algo envuelto en papel rojo con un lazo blanco.

-Princesa- me llama Jake detrás de mí. Me giro para mirarlo sin poder decir nada- ¿Te gusta?- pregunta nervioso mientras se rasca la nuca.

-No- respondo y veo como me mira triste- Me encanta- le aclaro y su cara cambia a una de gran felicidad. Le doy un beso intenso y me separo para mirar todo mejor- ¿Qué es?- pregunto señalando lo que hay en el centro de la cama.

-Mi regalo- contesta con una sonrisa- Espero que te gusté- me dice y me lo entrega.

Rasgo con cuidado el papel para encontrarme con un cuadro en el que aparece dibujada la foto que nos hizo Emma mientras estábamos desprevenidos el día de la playa. Me encanta la foto, yo aparezco subida en los hombros de Jake con su camiseta puesta y un moño desenfrenado agarrando su cara con mis manos mientras Jake sale con el bañador y sujeta mis piernas mientras nos damos un beso en la boca. Está hecho a lápiz con todas las sombras y detalles.

-¿Lo has hecho tú?- le pregunto despegando mi mirada del cuadro para posarla en su preciosos ojos.

-Sí- responde un poco avergonzado.

-Es el mejor dibujo que he visto en mi vida- murmuro volviendo a mirarlo. Lo dejo encima de la cama, me acerco a Jake y tiro un poco de su chaqueta para que baje la cabeza.

-Te quiero- susurro mirándolo fijamente a esos ojos grises.

-Te quiero- contesta y junta nuestros labios. Haciendo que nuestras primeras declaraciones se sellen.

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Después de hacer el amor unas cuantas veces nos encontramos en un cómodo silencio mientras acaricio el pecho desnudo de Jake y él acaricia mi pelo.

-Quiero cenar con tus padres- digo de repente.

-No- responde secamente. Levanto la mirada para mirarlo, pero él no lo hace.

-Quiero intentar caerles bien- le explico mientras cojo su barbilla para que me mire.

-No es buena idea- contesta en el mismo tono frío que antes.

-No quiero llevarme mal con ellos- respondo.

-¡Joder Laura!- dice haciendo que me sobresalte y me separe de él. Me ha llamado por mi nombre…- No entiendes que ni yo me llevo bien con ellos- expresa mientras se levanta- Ni si quiera quiero cenar con ellos- gruñe haciendo que me sorprenda. Nunca había visto así a Jake, ni las primeras veces que hablamos. Me mira y al ver mi cara se agarra el pelo y suspira- Lo siento- me dice y puedo ver la desesperación en su rostro- No quiero pelearme, y mucho menos por mis padres.

-Perdón- susurro con la cabeza agachada.

No tendría que haber dicho nada, y mucho menos haber insistido. Ahora ya sé porque casi nunca hemos hablado de su familia, aunque de la mía tampoco hemos hablado mucho.

-No es tu culpa- me contesta Jake y noto como el colchón se hunde a mi lado.

-Tendría que haberme quedado callada- comento sin levantar la cabeza.

-Solo quieres caerles bien a John y Esther- responde y me coge la cara con sus manos para que lo mire- Y solo por eso eres la mejor novia del mundo- dice y me besa- La próxima vez que me enteré que están haremos una cena- me asegura.

-No quiero hacer algo que tú no quieras- le contesto.

-Si estás conmigo podré aguantar una cena- responde y ahora soy yo la que lo besa.