La princesa de Phineas (sangréal #1) Editando

1-. Celebración de cumpleaños

Año 980, Era Escarlata 

 

—¡Feliz cumpleaños! —chilló Samantha Sheffield con alegría aquella mañana, esbozando una gran sonrisa en su bello rostro de muñeca.

Elizabeth Donovan, alias la pequeña Beth, no fue capaz de responder algo lo bastante interesante de forma inmediata; y para cuando logró esbozar una tímida sonrisa de agradecimiento Sam ya había pasado a otra cosa y, consciente de las limitaciones sociales de su hija, había colocado un paquete de buen tamaño, envuelto en un hermoso papel rosado, justo sobre las regordetas rodillas de Beth, quién había elegido ese día para estrenar el sencillo banco de madera que Sam había tallado con esfuerzo (y mucha magia).

Era una mañana fría, por la cual Beth había optado por ponerse un largo vestido azul hecho de algodón, con una pequeña capa negra colgaba sobre sus hombros. Su largo cabello había sido atado y sus rebeldes rizos rojizos domados con una docena de lazos de colores.

—Muchas gracias, mamá —dijo al fin, cuando fue capaz de hablar, pensando en lo poco emotivo que debía resultar su cumpleaños dadas sus circunstancias.

Sobrevivir en bosques anónimos durante un año no era tan fácil como sonaba y desde luego que no era ni un poco divertido.

La práctica casa de acampar que ella y su madre compartían era cómoda y no les había fallado ni una sola vez, pero Beth no lograba conectar con ella. No le era posible sentirse segura y a salvo bajo su ala, por muy marrón que fuese, por muy hechizada que Sam la tuviese.

—Anda, ábrelo —la sacó de sus pensamientos la dulce voz de Samantha, quien no había dejado de mirarla en todo ese rato.

—¿No debería esperar hasta la noche?

No tenía una razón para postergar el hecho, salvo que su padre no estaba allí.

—No, ya quiero ver tu expresión cuando la veas.

Beth sonrió, mirando con anhelo su desayuno, a unos centímetros de ella, aguardando a que terminara con el trámite del cumpleaños para ser devorado por ella.

No replicó más, rasgando el papel con cuidado, pensando si podría guardarlo como un recuerdo. Ese último año había tenido pocas cosas que guardar y aún menos que celebrar.

Era una escoba, semi nueva, pero poco usada, fiable, de un bonito color verde. No era la que Beth hubiera escogido, pero aún así le gustó mucho. Era el segundo mejor regalo que Sam pudo haberle hecho.

—Está increíble, mamá. Gracias.

—No hay de que, cielo. Te la mereces.

Beth podría replicar esas palabras, pero decidió callarse. Había sido un largo año, pero el tiempo antes tampoco había sido fácil.

—Me ha encantado.

Hacía mucho tiempo que Beth deseaba una escoba propia. Había practicado con la de Sam, pero estaba segura que no era lo mismo.

—Ese es sólo la mitad de tu regalo —dijo entonces Sam, sin ocultar su sonrisa satisfecha.

—¿La mitad?

Beth no imaginó que otra cosa podría querer darle Sam en sus circunstancias actuales. Los libros, a menos que fuesen para estudiar, quedaban descartados y no podían cargar demasiada ropa ni zapatos.

—He recibido carta de Malcolm —respondió Sam sin dar tiempo a la expectativa, metiendo la mano en el bolsillo de su holgado suéter—. Se reunirá con nosotras hoy.

Ese era el mejor regalo que Sam podía darle.

El corazón de Beth se puso a dar brincos de alegría, pero al momento su cerebro, tan frío como siempre, frenó en seco sus emociones positivas, instalando recuerdos desagradables y el miedo pronto acudió a plasmarse en sus grandes ojos violetas.

Porque eso era demasiado peligroso, tanto para Malcolm como para ellas. Mal no podía reunirse con su familia así como así, necesitaba semanas de planeación y vigilancia, largos períodos de incomodidad. No podía arriesgarlo todo acercándose a ellas, no sin asegurarse que Él no lo seguía.

Sam se percató del cambio de ánimo de su hija, dándose prisa en tomarla de las manos con fuerza.

—Mal se ha asegurado que el Cazador no lo siga, así que, por favor, no te preocupes, Beth.

—¿Estás segura? ¿Papá está seguro? ¿Completamente seguro?

—Por completo, cariño.

La voz de Sam estaba llena de seguridad y además Beth confiaba en ella, su madre jamás le había mentido.

—De acuerdo —asintió Beth, luchando contra la opresión en el pecho antes de continuar: —¿Qué más dice en la carta?

—Dice que se encontró con un buen amigo suyo: Merric Krapps.

—¿Merric Krapps? —replicó Beth sin poder disimular su sorpresa, pensando en el libro que Sam le obligaba a estudiar por esos días: Conjuros Básicos: Una Guía para Jóvenes Magos y Magas en Formación, título que fácilmente podría traducirse como magia avanzada para idiotas—. ¿El autor de Conjuros Básicos? ¿Ese Merric Krapps?

—Sí, Merric escribió Conjuros Básicos. Es un gran mago, aunque se haya criado con semejantes padres...

Sam frunció los labios con cierto asco, dando a entender que los padres de Merric Krapps eran de lo peor, desde su punto de vista. Un hecho que no debía resultar sorprendente viniendo de una maga.

—¿Y que más dice?

—También dice que vendrá con un amigo de Merric, el cuál puede que nos sea de ayuda—. Sam volvió a fruncir los labios—. A mí no me agrada la idea.

—¿Por qué?

—Es un Cazador, Beth.

Al escuchar aquello la joven entendió el porqué de la expresión de Sam, ese gesto de asco y esa mueca de repulsión. Su madre no confiaba en ese tipo de gente que sólo se dedicaba a joder a los demás por unas cuántas monedas de oro.

—Pero si papá cree que es lo mejor... —trató Beth con cautela, sin ganas de cabrear a Sam tan temprano.

—Lo sé, Beth, pero... —Samantha se llevó una mano a la boca y mordió una de sus uñas, cortas y limpias—. No es como si fuera un mago, un elfo o un sin magia, no, es algo repulsivo. Es un asqueroso vampiro y por nuestro bien espero que Malcolm sólo lo traiga como una visita de una noche.

Las palabras de Sam merecían ser analizadas a conciencia, pero Beth se conocía lo suficiente para saber que más tarde sólo tendría cabeza para pensar en volar y en la tan esperada visita de Mal, así que les dedicó unos segundos rápidamente.



#1204 en Fantasía
#186 en Magia

En el texto hay: magos, vampiros, romance

Editado: 17.12.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.