La princesa del inframundo

Capitulo 2. Llegada

Laylah Birsha Demon Queen

Soy Laylah, princesa del inframundo, tengo larga cabellera negra, soy de tez blanca, mis ojos son tan negros como la noche, sin embargo, suelen cambiar de colores dependiendo de mis emociones, tengo cuerpo atlético y curvas donde debe haber, aún no tengo a mi mate, y he estado buscándolo aquí en el inframundo y nada, al final supuse que no debe ser un demonio. Soy conocida en mi reino por tener una belleza sin igual de la noche. Tengo un hermano mayor por unos minutos, puesto que somos mellizos. Soy muy alegre, me gusta vivir la vida sin estresarse o enojarse, por eso casi nunca veo mis ojos cambiar en estas emociones. Toda mi vida he estado en este mundo de absoluta oscuridad, por eso, suelo usar mi poder para ver todo lo que pasa en la tierra, aunque no lo crean para mí es hermoso todo lo que está en la tierra, ver todas esas especies tan diferentes, sus diferentes bellezas, costumbres, tradiciones, nunca sentí odio o rencor por lo que nos hicieron.

La idea de llenar mi corazón de odio no me gusta para nada, pero sí que a veces me toca fingir. Después de todo lo que ocurrió fue hace muchísimo tiempo y yo ni siquiera había nacido, así que, no tengo por qué odiar algo que no viví. En fin, mi deseo más grande es vivir en paz y quiero que mi pueblo lo sienta al fin y se acabe todo esto de una vez por todas. Estoy muy feliz de que papá haya aceptado ir a esa reunión, al fin saldré y veré el mundo que tanto me gusta, aunque claro no piensen mal, me gusta lo que soy y amo la noche.

Necesito buscar a mi amiga y general de la una de las divisiones de mi padre. Es alguien tremenda, lo único que pienso es pobre del mate que le toque estar con ella, al parecer tampoco es un demonio. Volando por los aires, pude ver a la distancia a mi queridísima amiga que me acompañará a la tierra.

L: Darcy! - le grito

D: ooohh, pero si es la mismísima princesa de los demonios, ¿A qué debo el honor su alteza?—dijo burlona

L: No empieces - giro los ojos

D: Ja, ja, ja, hay, solo es un saludo de nada; en fin, ¿para qué me busca? —preguntó curiosa

L: Verás, esto te encantará, mi padre, recibió una carta del consejo sobrenatural de la tierra a invitarlo a un tratado de paz —digo emocionada

D: ¡Qué carajos! ¿Es en serio? —dijo sorprendida

L: Sí, pero mi padre no puede ir, mi madre tampoco y, desde luego, mi hermano tampoco, así que yo iré y mi padre quiere que vayas conmigo, para asegurarse de que no pase nada y nos protejamos — emocionada

D: Ooo así que fue por eso que el rey se reía con tanta fuerza y que vas a hacer? - la mira alzando la ceja

L: Llegando haya veré que hago - sonríe de lado

D: El pueblo demoniaco confía en ti, así que sé que tomarás la decisión correcta, iré contigo, esto será increíble —sonríe maliciosa

Con esta conversación regresé al castillo, el resto de los días permanecí muy inquieta, ya quería que llegara ese momento, al fin saldría y, aunque fuese para algo serio, estaba muy alegre. Finalmente, llegó el momento, me reuní con mis padres, les abracé muy fuerte y les dije que dejarán todo en mis manos. Me despedí de mi hermano, protector. Salgo volando y me encuentro con Darcy en el aire, nos abrazamos, damos un último vistazo al reino y nos vamos a la entrada del infierno. Abro las puertas, porque como princesa tengo potestad sobre el infierno, saludo a la mascota de la familia, cerbero.

Finalmente, salimos por las puertas de infierno y nos transportamos a la tierra...

En otro lado...

Había un grupo de personas, en este caso los ancianos del consejo y todos los reyes y reinas de todas las especies, esperando afuera en la entrada del palacio de unión al personaje faltante para empezar el tratado de paz.

Anciano jefe: Oh, si olvidé comentarles algo a todos ustedes, el rey demonio envió una carta de regreso —dijo tranquilo

Todos, excepto los ancianos: ¡¿QUÉ?!

Anciano jefe: Lamentablemente, me informó que por seguridad de nuestras vidas y evitar una tragedia, no podría el venir personalmente ni tampoco su reina, puesto que, tiene un asunto muy importante que involucra las matanzas en la tierra de demonios que escapan, por ende, tampoco puede venir, así él enviará a uno de sus hijos - dijo tranquilo

Todos: ¡¿A quién?!

De repente, toda el área del palacio de unión se oscureció y una hermosa joven oscura apareció a la distancia con una mirada totalmente neutral y fría. Atrás de ella venía la guerrera Darcy. Tenía una vestimenta formal de princesa, su vestido negro y en su cabeza yacía una tiara plateada con rubíes.

Anciano jefe: La princesa del inframundo - sonríe




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