La princesa del inframundo

Capitulo 3. El acuerdo

Narrando

Ante la vista de todos estaba la princesa de los abismos más oscuros, todos sorprendidos, por la belleza de la joven.

Anciano jefe: Es un honor que se haya contestado a nuestro llamado y le damos la bienvenida a nuestra morada, princesa demonio —dijo respetuosamente, haciendo una inclinación con la cabeza

De igual manera, los demás ancianos hicieron lo mismo, todos los reyes no hicieron ni dijeron nada, estaban muy sorprendidos con la presencia de la joven, puesto que, pensaban en su imaginación que los demonios eran los seres más feos que atemorizaban sus pesadillas.

L: Gracias por la cortesía, pero veo ante mí a otras personas que parecen no estar pacíficamente bien con mi llegada —dice mirando a los reyes sin expresión alguna

Anciano jefe: princesa, parece que han leído muchas historias y no esperaban que su aspecto fuera así —dice tranquilizando el ambiente

L: jee acaso esperaban algo más en mi aspecto? —dice a modo de burla

Los ancianos se reían levemente por el comentario de la princesa, brevemente le explicaron la situación de lo que muestran en las películas, cuentos, leyendas, historias, etc. Del aspecto de los demonios. La princesa no cambió en lo más mínimo su expresión, pero sí le parecía todo muy divertido. Uno de los ancianos alzó su vista al cielo, viendo todo oscuro, porque todos los reyes se sentían muy incómodos con esa oscuridad traída desde los confines del infierno.

Laylah notó la incomodidad de los demás reyes, y con un suspiro, levantó su mano derecha y la bajó chasqueando los dedos, y de repente todo se iluminó como antes. Laylah hizo una leve mueca, ya que, la luz para ella era muy rara; a Darcy le pasó lo mismo.

Anciano jefe: ¿Su alteza le molesta la luz? —pregunta intrigado

Rey vampiro: ¿O tal vez es una debilidad de ellos? —sonríe como si hubiese descubierto algo

L: Hemos estado mucho tiempo en nuestro mundo, es normal que nos resulte extraña la luz, a propósito majestad, con todo respeto. Si hubiese hecho ese comentario enfrente de mi padre, no volvería a ver la luz del día, pero contestaré su curiosidad: la luz del día no nos hace nada —lo miro fría

Rey vampiro: ¡Qué pena, solo era curiosidad! —dijo estremeciéndose

Todos los demás reyes, lo fulminaron con la mirada, y le ofrecieron una mirada de disculpa en frente de Laylah. Ella no le toma importancia y acepta su disculpa.

L: ¿A propósito, su majestad, los vampiros mueren con ajo, crucifijos y esas cosas?—le preguntó divertida, devolviéndosela

Darcy se giró para otro lado y se río en silencio, diciéndose mentalmente, esa es mi amiga.

Todos, excepto el rey vampiro: Se ríen...

Rey vampiro: Okay, ya entendí —dice suspirando

Con una señal del anciano, ella lo sigue adentro. Todos comienzan a entrar al castillo e ingresan a una sala de conferencias, cada uno toma su puesto y se le indica a la princesa su lugar.

Anciano jefe: Bueno, como todos lo saben ya hace una semana más o menos, se llevó a cabo una reunión, en donde se discutieron los avances de paz que se han hecho hace siglos y lo bien que todo ha salido. Ahí, Alteza Real, analizamos que para haber verdadera paz debemos enmendar una tragedia muy fuerte que tiene que ver con cómo se le ha estado tratando a su pueblo hace muchos siglos. Todos acordamos reunirnos para proclamar paz con la raza de los demonios y que no haya más pérdidas en ninguna raza. Además, sabemos que no será fácil por todos los prejuicios que muchas personas de diferentes razas y clases han tenido contra ustedes.

Los reyes momia y zombi inmediatamente intervinieron allí.

Reyes, momia y zombi: ¡Como, por ejemplo, nosotros! —exclamaron al unísono

Laylah y Darcy inmediatamente fruncieron el ceño mirándoles con molestia evidente, pero con un control increíble de su genio, Laylah habló sabiamente para hacer entrar en razón a estos dos reyes, con la mirada de todos puesta en ella.

L: Sus majestades, no sé si sepan esta historia, pero se las contaré, porque no es bueno ser ignorante y hay que agradecer solo el hecho de vivir, porque como los ángeles dirían, es una bendición, la vida sea como haya sido y en qué circunstancias.

Hace mucho tiempo cuando aún no existían las razas momia y zombi y aún estábamos afuera, disfrutábamos de la libertad a pesar de que solo era entre nosotros, nos dimos un viaje por el mundo y terminamos en Egipto, donde los faraones reinaban y hacían ciertos cultos o rituales, puesto que, creían en la otra vida y para preservar los cuerpos empezaron a practicar la momificación, pero esa historia ya la conocen, lo que vengo a decir es que debido a un suceso muy catastrófico, una bruja egipcia vino a conjurar toda hechicería y conjuros para revivir a su esposo, ya que se lo mataron de la peor forma que se podrían imaginar, ella ya había momificado a su marido y teniéndolo en un tipo de altar, conjuró toda fuerza maligna. Ante ella apareció un demonio, por supuesto, él le ofreció ayudarle, pero no podía hacerlo sin un precio a pagar, porque revivir a un muerto es demasiado complicado e imposible y requiere de un poder que solo el alma puede cubrir, no le importó e hizo el pacto, y lo revivió a costo de su alma y en ese momento se creó lo que se conoce hoy en día como la raza de las momias.

L: Rey momia, ¿nos sigue culpando a nosotros de que se hayan creado ahora? —Lo miro interrogativa

Rey momia: ... - sin palabras y sorprendido

L: Por supuesto, no es todo. Ahora viene la historia de la creación de los zombis... Hace muchísimo tiempo un científico humano perdió a su mujer y de su dolor, se obsesionó con la idea de no tener que ver morir nunca a nadie ya sea por enfermedad, accidente o vejez, hizo de todo, experimento con todos los humanos que encontrará y hasta usó a su propio hijo para su objetivo, consiguió convertirlo en un superhumano, era resistente, con mucha fuerza y podía soportar todo tipo de accidentes, pero incluso él sucumbió a efectos adversos y estaba muriendo. Al borde de su locura, recurrió a las fuerzas malignas e invocó a un demonio. Le pidió salvar a su hijo; por supuesto, él aceptó. Sin embargo, preservar la vida a alguien que prácticamente ya no era del todo humano, sino un monstruo, además de que podía contagiar a otro, conlleva mucho poder que un alma puede dar. Sin dudarlo, aceptó. Así fue como se crearon los zombis o los superhumanos que ya no necesitan de carne humana para vivir.




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