Prólogo

¿Te has enamorado alguna vez?
 

¿Que se siente amar?
 

Y, ¿Que se siente que te amen?
 

Conozco todas las respuestas a esas preguntas. Debido a ello se que no todo fue su culpa, por eso aún mantengo la esperanza de traerla de vuelta.

Pero los siervos del mal me impiden a seguir adelante con las falsas promesas de sus tesoros, y de romper mi maldición para acabar por fin con mi sufrimiento. Sin embargo, el lejano recuerdo de mi ciudad que ahora yace en las profundidades de este mundo, me advierte de lo peligroso que es pactar con los demonios. Ellos no tienen el poder para curarme, nadie lo tiene.

He caminado en este mundo por más tiempo del que puedo memorizar. Antes, sentía los años pasar del mismo modo como lo percibían los hombres, pero ahora... siento que esos años pasan como horas y los meses como minutos. Todo es fugaz y muy triste porque pierdo a grandes amistades en tan solo un parpadeo.

Sé que jamás voy a morir de forma natural, pues no soy humano, ya que he vivido demasiadas vidas y he tenido demasiados nombres en el curso de la historia. Me gustaría aclarar también de que no soy un no-muerto, puesto que no necesito alimentarme de la esencia vital de otros seres vivos para seguir activo. Aunque el poder que me ata a este mundo no es muy diferente al de ellos.

Han pasado muchos siglos desde esa terrible catástrofe que devastó por completo mi hogar, y en la que vi a la princesa por última vez antes de que fuera consumida por el mal. Mientras mi corazón anhela la forma en que alguna vez fueron las cosas, sé que no queda nada para mí en este lugar, y que el pasado se ha ido para siempre. Aún así, me aferro a los recuerdos de mi gente y de nuestro hermoso reino, donde desearía poder retroceder en el tiempo para evitar varias cosas.

Pero es imposible.

Ella era como el faro de luz que alumbraba mi camino. Sin ella, me siento solo e incompleto. Mi alma está destrozada, mi corazón roto, y mi vida ahora se siente vacía. Cuando éramos mortales nos prometimos jamás separarnos y que nunca nos haríamos daño, pero con el tiempo su alteza eligió un camino que yo no pude seguir. Ahora los dos estamos malditos con lo mismo.

La extraño demasiado pero seguro que ella no a mí, pues ya no es la dulce chica que alguna vez creí conocer. Ya no es la misma princesa que hace tiempo cautivó mi corazón. Una oscuridad se apoderó de ella apartandóla de mi lado, y las brujas que actualmente la acompañan son un gran obstáculo entre los dos cuando intento alcanzarla.

Siento que le fallé.

Fui un pésimo compañero, una pésima hada, un inútil espíritu familiar...

Nuestro hogar ahora solo es recordado vagamente por los más ancianos, tal y como un país perdido, el cual se encuentra en alguna parte de las regiones de las tinieblas. Dónde la luz de la esperanza jamás volverá a brillar sobre aquel lugar porque a muerto para siempre.

Muchos la culpan de ser la responsable de esta tragedia, cuando en realidad ella también es una víctima más en esta historia. Yo lo sé porque estuve allí.

Desde la sombras, los hilos del destino de mi pueblo habían sido manipulados por una entidad maligna para sus propios fines, e incluso moldeó el mundo tal y como el quería. Arruinándolo todo para nosotros.

Es por su culpa, que ella y yo, malditos seremos por toda la eternidad.

Soy consciente de que no puedo cambiar el pasado, pero eso no significa que mi viaje acabe aquí.

Nunca se acaba...

La gente me dice que estoy loco, que perdí la razón por seguir un imposible. Ellos nunca entenderán pues jamás la conocieron como yo lo hice. Por eso no tengo más que solo una elección, acabar con todos los seres inmundos que intenten bloquear mi camino.

Encontraré y desafiaré al causante de todo esto con un poder más allá de sus límites. Aún cuando vea el final demasiado lejos para eso, voy a liberarla de las garras de esa cosa para que finalmente su alma pueda descansar en paz. 

Aún cuando nadie crea en mí propósito.

Voy a salvarla...

 

By: Vandor de Camavelia

Notas de Merrick.