La princesa y el guardaespaldas

14.Daphne.

El sonido de mí teléfono fue lo primero fue lo primero de lo que me percate al abrir mis ojos.

Madeleine, una de las pocas amigas reales (el chiste se cuenta solo)  estaba llamándome por facetime  , y juro que de haber estado más despierta habría guardado un screenshoot de su reacción al ver mi cabello.

-Que demonios te paso?- chillo , sus ojos apunto de salirse de sus orbitas- Que te has hecho y porque parece que tienes una zarigueya muerta en la cabeza?- inquirió, la preocupación en su voz era genuina, podía darme cuenta de ello.

-Que nunca has oído de “Mal día de cabello” o como esas petrancas a las que odiabamos en el liceo le llamaban “Bad hair day”?

-Oh cielo, no jodas. Tu y yo sabemos que ese término aplica a cuando el moño desprolijo que quieres hacer para impresionar a la prensa y que te vean con otra cosa que no sea la peluca polvorienta que uso María Antonieta, sale mal.

Si como podrían adivinar ella también era parte de la monarquía, era Duquesa, y a pesar de estar unos rangos más abajo que yo, nos tratabamos como iguales.

-Lo tuyo - me dio una mirada de arriba abajo- Pues lo tuyo es como si un unicornio te hubiese vomitado encima pero en lugar de habertr tirado colores del arcoiris deposito sobre ti un burrito que te cayó en mal estado- bromeo y su labio inferior comenzó a temblar, dejando en evidencia que le estaba costando mucho no burlarse de mi.

-Ya entendí, ya entendi- masculle - De acuerdo, supongo que habrás leído la carta que deje para ti previo a haber cruzado el charco - comenté - Pense qué iba a ser sencillo, y que podria pasar desapercibida. Lamentablemente cotillas las hay en cada rincón de este planeta y ya en el primer día me reconocieron, no solo eso si no que no fue la única. Cuando me fui a la farmacia la dependienta insistió en cuan parecida era a la princesa de Dinamarca.

-Y que hiciste?

-Lo que haría cualquiera en mí posición. Le di de que hablar. Le pedí varios condones y lubricante.

-Esa es mí chica - exclamó y podía imaginarla sacudiendo su puño en el aire.

-Aprendi de la mejor- respondí permitiendo que se sintiera orgullosa de haberme enseñado a defenderme- En fin cuéntame que me he perdido en mí ausencia.

-Pues… No mucho- percibí el ruido de sus sábanas arrugarse bajo su peso y no era difícil verla dando vueltas en la cama, enredando su índice en el cable de su teléfono.

Por supuesto que éramos niñas con varios ceros en nuestras cuentas bancarias y podíamos darnos cuántos lujos se nos antojasen, aún así, había algo mágico en los artilugios de épocas como esos viejos armatostes para comunicarnos que llevaban a un nivel superior la experiencia.

-No mientas- masculle - Tu y yo estamos al tanto de que vivimos en una especie de universo igualito al de “Gossip Girl”, no hay forma de que no tengas nada que brindarme - me quejé- No es que cada persona allí sea cordial y educada las 24 horas del día, están agazapados con tenedor y cuchillo a la espera de que alguien cometa un error y caiga muerto para roer su cadáver muerto y ocupar su puesto, no sin regodearse con lo sucedido y demostrar que ellos no harían lo mismo. Aparte que sería de Serena y Blair sin los complots y el “que dirán”.

Demás está aclarar que esa era nuestra serie favorita. Tristemente las protagonista tenían menos problemas que nosotras, por irreal que suene.

-Definitivamente yo soy Serena, a ti jamás se te dio muy bien eso de ser la sociable y amigable.

-Me conformo bastante con ser la Waldorf de nuestra alianza. El gato negro, fuerte, determinado y que no teme afrontar hasta las peores consecuencias para obtener lo que ella quiere.

-Eso lo tengo muy claro-suspiro- Como sea… Marjorie se ha comprometido con el rey de España aunque tu y yo sabemos cuál es la verdad detrás de esa unión y lo poco que durará.

-Sus padres todavía no aceptan que a ella le van las chicas?

-Estan lejos de hacerlo. Cualquiera podria ver a leguas de distancia que ese matrimonio está condenado al fracaso. Es cuestión de tiempo para que él aparezca abatido en las páginas principales de las revistas como un hombre derrotado y con su corazón destruido.

-Que te apuesto a que lo deja en la luna de miel?- sentencie.

-Para mí que no pasan de la puerta de la iglesia. No sería épico que su amante detenga la boda?

-Dime cuando es la fecha que pienso comprar tickets para estar sentada en primera fila y ser testigo de eso.

No es ningún secreto que ella no era mí persona más querida. No desde que sin pudor alguno de expresar que mí madre se había metido un cóctel de pastillas al descubrir que papá tenía un affair y no había sido el cáncer el que se la había llevado.

-Y Gertie casi muerte atragantada con un macaron en el evento anual de “Dolce & Gabbana”. Tendrías que haber estado ahí fue épico - soltó una carcajada - Se puso del color del corset. Varios se asustaron, y admito que yo también, por suerte para ella el Conde de no se que país acudió a su ayuda y le efectuó la maniobra de Hemlich. Desde ese día se han vuelto inseparables.

-Eso es lo que ocurre cuando el amor no es forzado - murmuré.

Un silencio se instaló entre ambos. Ese que conocía a la perfección, que indicaba lo peor.

-Que me estás escondiendo? Lo que sea sueltalo, y dispara.

-Tu padre esta por enviar a Benedict para allá, el está convencido de que el cambio de ambiente favorecerá su relación. Y se que estás al corriente de que no se instalará en tu dormitorio ni mucho menos aún así prepárate para que te siga cómo un perro faldero y para que los paparazzis de la corona los espíen desde arbustos para tener buenas tomas de ustedes do…

Un golpe seco en la puerta me hizo perder toda la concentración en lo que ella estaba diciendo y me dirigí a ella con el corazón latiendome a mil por hora, esperando encontrarme con mí supuesto amado del otro lado.

El alivio se instaló en mí interior al no hallarlo de pie en el corredor. Lo que si había era una caja de cartón marrón. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.