16. Daphne.

Honestamente había puesto en muy alta estima mis habilidades de escapistas , en su momento es decir más o menos como cinco minutos antes de que esto sucediera y fuera atrapada como un zorro que estaba escapando de los cazadores, creí que estaba siendo sumamente lista e inteligente al escabullirme aprovechando que el aula estaba a oscuras y que todos estaban demasiado concentrados en lo que profesor proyectaba en la pared para irme.

Jjuro que podía saborear la victoria en la punta de mí lengua y en mí mente comenzó a sonar “Walking on sunshine” para festejar.

Mí plan hubiese salido a la perfección de no ser porque alguien tiró de la correa de la mochila generando que mí cuerpo se fuera hacia atrás como cualquiera podría ver qué sucedería.

-Dónde vas con tanta prisa camarada?- inquirió es voz que tan bien conocía para mí desgracia.

Demonios. Demonios. Demonios.

-Yo….Yo… eh…

En serio? Era tan rápida y listilla para carnear una idea que me permitiera huir sin embargo cuando tenía que dar una explicación me quedaba en cero?

Era una pelmaza. Eso es lo que era.

-Tu si que eres una chica mala por haberte hizo de clases , no? No te tenía de esa manera.

-Pfff, soy  malísima- espete poniendo los ojos en blanco.

Tal parece que para comportarme como una auténtica borde no tenía problemas.

-Es que me estaba aburriendo- mentí.

Por supuesto que tuve que acudir a esta salida, que más podía hacer? No tenía sentido decirle si sabes que aún no descubro como lidiar con esto que me está pasando, no se que fue lo que sucedió en la cocina de tu casa que alboroto todo en mí y que desacomodo mís estantes.

No sin dudas no había manera de que yo cayese tan bajo. No le daría ese poder sobre mí, ni en un millón de años.

Conocía a los de su clase y por más que me estuviera cayendo de maravillas y que podría convertirse en un posible aliado en mí “exilio” , no podía negar que era el tipo de sujeto que en cuánto demostrabas el mínimo interés en ellos su ego se iba por las nubes y se creían que podían jugar con tu corazón como si fuese una pelota de fútbol.Pars después nunca pagar por los daños.

-Ni lo menciones-bufo-Que me dices de lo que hicimos alli?- comento apuntando hacia atrás con su pulgar.

-Disculpa?

-A la manera en la que nos comunicamos en el salón - respondió, ofreciéndome una sonrisa de lado.

Tengo que admitir que si había generado en mí ciertas cosas que hacía bastante no sentía como… La adrenalina.

-Mmmm, interesante aún así si nos hubiesen descubierto nos podríamos hacer metido en grandes problemas como sanciones o hasta la expulsión, si mal no recuerdo es en contra de las reglas de la universidad por lo tanto es…Ilegal.

Una carcajada brotó desde el fondo de su garganta.

-No estás siendo un poco muy exagerada?- susurro- En mí opinión no hubiese sido grave, que es lo que nos habrían hecho? Ponernos a escribir  en la pizarra mil veces “No debo enviar mensajitos en papeles a mí compañera”. O condenarnos a servicio comunitario juntando, ni lo sé, papeles que deja el resto en los jardines - se alzó de hombros- Como sea no me molestaría si significa que puedo pasar tiempo contigo.

Esperen… Que? No, no, no. Esto sín duda no ayudaba a nada, no aclaraba mí cabeza en absoluto.

-Ademas prefiero eso a ser sometido a  las novatadas de las fraternidades.

Okay este era un caso digno de ser un estudio príncipalmente porque cumplía con cada requisito para ser considerado el payaso del grupo. El señor “bromas”. Tenía el presentimiento de que era un gran fan de ellas, sobre todo de las pesadas.

-Yo  no tengo problema alguno de participar de una -conteste. Probablemente porque no podían ser peores a las que me expusieron en el pasado mis compatriotas en los campamentos de verano o en el internado. También lo había dicho porque me fascinaba contradecir a la gente-O al menos me gustaría ir a una de las fiestas organizadas por ellos, tu sabes de esas de las que participan  los universitarios y muestran en las películas.

 -Tengo  la ligera sospecha de que esas distan bastante de tu perspectiva. Y no es por tirar abajo tus ilusiones.

-Como lo sabes?- pregunté.

-Resulta que aproximadamente media década atrás me encontraba en este mismo lugar estudiando una carrera distinta… Abogacia- confesó  mientras íbamos caminando sin rumbo cierto, al menos para mí porque está ciudad era un misterio continuaba siendo un misterio-Remitiendome a las pruebas del presente podrás adivinar que eso no acabo bien.No fue una buena época, mí cerebro borro cualquier vestigio de esa etapa de mí vida no obstante lo que si recuerdo a la perfección eran las fiestas a las que fui, los efectos contraproducentes que las mismas tuvieron en mí, las jaquecas, los mareos, las horas depositando mí desayuno en cubetas de plástico o en el inodoro- Y puedo darte la certeza de que pocos films retratan esa experiencia tal cual es.

-En serio tu estudiaste eso?- me encontré diciendo, la incredibilidad impresa en mí voz.

Asintió.

-Teniendo en cuenta lo complejo que ha sido mí pasar por este mundo y como te he mencionado ya mí familia no era prácticamente pariente de la Ingalls o los Grady, a medida que me veía envuelto en más escándalos, las noches en las que tuve que actuar de intermediario para separa a mí padre y a mí hermano para que ninguno golpease al otro, o las veces que tuve que ir a la corte para demostrarle que mí hermana no era la mujer adecuada para cuidar de su hija-suspiro- Esos factores contribuyeron a que yo decidiera meterme a esa carrera. Me había inclinado por abogado de familia, lamentablemente fueron las razones que me empujaron a agarrar los libros fueron las mismas que me obligaron a dejarlos. La situación se fue poniendo más y mas densa en el hogar, papá se fue, Jenna optó por abandonar por completo a Zoey, mis otros hermanos continuaron con sus rumbos, y no lo juzgo, por lo que yo me vi con una pequeña que criar y dos opciones: o era egoísta y perseguía mí sueño, o me ocupaba de ella. El resto es historia.