La princesa y el guardaespaldas

23. Matthew.

Lo que había pasado anoche ciertamente había marcado un antes y un después en mí para que negarlo y eso que no era algo extraño , no es que fuese virgen o inexperto sin embargo era algo en lo que no había podido dejar de pensar mientras iba de camino a la escuela dejar a Zoe quien en el trayecto no había podido dejar de hablar al respecto sobre esto al punto de ser irritable y hacerme pasar varios semáforos en rojo al recordar lo bien que se había sentido tenerla tan cerca mio.

-No crees que Daphne es hermosa?- comento con aire soñador, soltando un suspiro digno de una actriz de telenocelay- Su cabello es precioso, la he observado de cerca cuando ha estado en casa de visita - murmuró - Y es como si flotara, como si tuviera vida propia, no me extrañaría que los peluqueros se pelearán por recibirla en sus estéticas. Hasta podría marcar tendencia. Podría ser precursora como Jennifer Aniston en los ‘90.

Por si no se habían dado cuenta ella era una niña bastante madura. En realidad era muy dinámica. Cuando estaba cerca de adultos, algo que sucedía muy a menudo dado que no era precisamente un ser sociable, era capaz de entablar este tipo de conversaciones que te hacían dudar si estabas charlando con una criatura o con una joven adulta.

Y si, lo admito, tal vez fue un tanto prematuro de mí parte ponerla a ver esa serie a su edad sin embargo alguien tenía que impartir un poco de cultura y  ver “Friends” se había convertido en una especie de ritual para nosotros. Nos acompañaba en nuestros días buenos y malos.

-Apuesto que con su sentido de la moda para fin de año estará caminando en la pasarela de Marc Jacobs o Calvin Klein. Tiene el cuerpo perfecto - afirmó, masajeando su barbilla, pensativa - Tiene una gracia y elegancia única y perfecta. No sé parece en nada a las otras que me has presentado.

-O sea que te cae bien?- inquirí, girando el volante hacía la derecha, agradeciendo en silencio que solo faltarán unas calles para llegar a nuestro destino.

-Puedes que sea apresurado darte un si… Por ello te daré un 7.

-Un 7?- repetí confundido.

-Puedes que lo suba a un 8 próximamente - anunció - Depende de cuánto tiempo más siga con nosotros. Me agrada su actitud y su humor. No teme hacerle saber al mundo lo que opina, no tiene pelos en la lengua y podria ser una gran reina si ella lo deseara. Que te parece? Se comportará así en su país? Andará por los pasillos de su palacio como lo hace aquí? - me preguntó.

Confieso que este interrogatorio me estaba empezando a poner ansioso , principalmente porque no tenía respuestas a ello y detestaba eso. Desde que me había hecho cargo de mí sobrina me esforzaba en que ella pudiera tener una explicación a los grandes misterios del universo y era imposible no sentir a esto como una derrota.

-Segura que su clóset duplica el tamaño del mío y asiste a fiestas  y ocupa esos  vestidos llenos de tules, bordados y pedrería que llevan las princesas en las películas. Daría lo que fuera para tener unos segundos a sola con la caja donde guarda sus joyas , debe tener miles.si pudiera quedarme con una hasta podría pagar mí primer año universitario.

La culpa vino a mí en forma de un enorme nudo en la garganta, era difícil que no fuese así. No le correspondía a ella hacer ese tipo de especulaciones, se suponía que esta debía  de ser mí preocupación, yo tendría que lidiar con ese asunto.

-Puede que si, no suena tan loco - conteste - Y que conste no es que te esté animando a robar, eso está mal- la mira a través del retrovisor - Pésimo, jamás tendrías que hacerlo. Simplemente coincido contigo en ese punto. Es absurda la cantidad de riqueza que estas personas tienen. Con un puñado de sus pertenencias serían capaces de acabar con la hambruna en algún país desfavorecido. O la sequía o también proteger a alguna especie en peligro… Lamentablemente ellos solo piensan en ellos y no en los demas.  Eso de que les interesa es una fachada. Y te digo esto porque te amo, cielo y no me gustaria verte sufrir por las acciones malintencionadas de quienes te rodean. Tenlo muy presente, puedes ver caras y no corazones, y la peor traición puede venir de quién menos esperas.

No me simpatizaba exponerla de esa forma a la crueldad de nuestro planeta no obstante era mí deber. Prefería prevenir a curar.

-No sería gracioso que en un giro del destino ustedes terminen juntos? Que ella una mañana se despierte y se de cuenta de que siempre has sido tu, que lo has sido desde que te ha conocido y te declare su amor? Puedes imaginar cómo podría cambiar nuestras vidas eso? 

-Zowi- dije a la vez que me defendía frente a su escuela,  en ese tono que usaba cuando le quería indicar que se estaba pasando de la raya y cruzando los límites.

-Ugh, que aburrido eres- mascullo-Déjame soñar , tal vez en un universo paralelo, la chica de la realeza se queda con el plebeyo.

Por suerte la campana que indicaba   el comienzo de su jornada sonó   antes de que pudiera responder  y corrobore desde mí asiento como ella ingresaba, cruzando el marco de la entrada, dando brinquitos mientras sostenia la flamante maqueta que Daphne, su nueva amiga , y yo habíamos construido.

🎳🎳🎳

Nunca había sido un sujeto al que las matemáticas se le dieran precisamente bien, había pasado largas temporadas en el aula que me había albergado de marzo a diciembre  reforzando mis conocimientos y había desperdiciado varios veranos a causa de mí idiotez.

Aún así era excelente con el orden y los negocios… No hoy, particularmente, los rayones en la hoja que se encontraba debajo de mí eran la prueba fehaciente de ello, por mucho que lo intentase no lograba concentrarme ni siendo consciente de que el mas mínimo error me traería problemas con nuestros proveedores.

Y por algún motivo particular las luces de neon del bowling estaban causándome una terrible jaqueca.

-Me puedes indicar adónde está el libro de quejas?- espeto Zillas, dejando delante mío un par de zapatos que al juzgar por su tamaño, uno de ellos podría pertenecerle a un payaso- Estaba listo para marcar la chuza de mí entera existencia y sabes que pasó? Cuando fui a calzarme esto descubrí para mí pesar que uno era más pequeño que el otro. Es como si este- puso en alto el izquierdo - Estuvise confeccionado para un condenado enano - bromeo- Y este otro para un gigante. Me puedes explicar a qué se debe? Además de que huelen como si hubiesen sido sacados de una alcantarilla- tapo su nariz para darle mayor énfasis a sus dichos.




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