La Promesa de Charlotte.

Capítulo 03: Cambio en la rutina

La alarma suena a la misma hora de siempre. Abro mis ojos con algo de pereza y lanzo un bostezo. Por un momento me siento perdido en mi propio cuarto, pues despierto en un sofá que tengo en la habitación para relajarme. Miro hacia mi cama y veo un bulto entre las cobijas, creo que el chiste del espectro que en realidad es ropa no aplicaría aquí.

—Tengo que levantarme—me digo a mí mismo.

Ayer le cedí mi cama a Leonore. Al principio se me hizo extraño que tuviera que dormir, ni siquiera está viva. Después de una larga explicación de por qué los espíritus deben “descansar” y que es una de las diferencias con los fantasmas terminé por dormir en el sofá.

Al parecer, los espíritus son muy similares a los humanos, necesitan descansar pero no dormir, pues es imposible para ellos. No necesitan comida o agua, aunque pueden degustar alimentos tomando su energía y esencia. Fue una gran sobrecarga de información que aún no termino de digerir. Tampoco sabe más detalles pues continúa con su amnesia, cosa que agradezco en parte, pero espero que más adelante pueda darme más información que me pueda ser útil.

«¿Qué debería hacer?», me pregunto en mi mente.

Claramente no está dormida, pero no quiero molestarla. Me doy cuenta que esta noche no soñé con mi típica obsesión, esa casa y la silueta que resulto ser Leonore.

—¿Frank?—me llama una voz.

—¿Necesitas algo?—pregunto.

—No… solo que todavía es temprano—contesta ella.

—Tengo que ir a estudiar, puedes quedarte aquí, si nadie más puede verte no creo que tengas problema con ello—respondo entrando al baño.

Realmente me causa intriga el hecho de que no pueda recordar nada. Se supone que ella entró en mis sueños, se manifestó en distintas ocasiones siendo la más relevante en la escuela después de que el esqueleto desapareciera.

Salgo del baño ya cambiado. Tomo mi mochila. Leonore está sentada en la cama mirándome, es algo incómodo.

—Volveré más tarde—digo mientras salgo de la habitación y bajo las escaleras.

Todos están dormidos, es un momento en el que puedo relajarme un poco antes de ir a la escuela. Empiezo a prepararme algo de desayunar y un poco de café. Una vez terminado esto me dirijo a la mesa.

—Frank… yo no quiero quedarme sola—dice una voz.

Casi pego un grito al escuchar a Leonore detrás de mí. No vi el momento en que bajo o me siguió.

—¿Estás bien?—pregunta.

—Sí, solo no hagas eso de nuevo—respondo recuperándome del susto.

—Lo siento—se disculpa.

Me siento en la mesa y leo el periódico. Leonore me observa.

—¿Quieres desayunar?—pregunto al verla mirándome.

—Sería un desperdicio tirar comida por mí—contesta ella, no entiendo a lo que se refiere.

Me levanto, preparo un panqueque para ella y lo sirvo en un plato.

—Come—digo sentándome de nuevo.

Continúo leyendo hasta que llega la hora de salir.

—Gracias, estuvo delicioso—dice Leonore.

Volteo y el plato está intacto.

—Pero ni siquiera lo tocaste—respondo algo intrigado.

—Lo hice—contesta.

Miro más de cerca y noto que ha perdido algo de color.

—Esto es interesante—digo mientras lo pruebo para ver si hay alguna diferencia.

No sabe a nada, simplemente perdió todo su sabor al igual que color, parece que a eso se refería con comer su energía y ahora tendré que deshacerme de esto. Es eso o lo prepare mal y Leonore dijo lo anterior para no herir mis sentimientos culinarios.

—Como sea, debo irme—le aviso a la vez que tomo mis cosas y me preparo para salir.

—¿Puedo ir contigo?—pregunta ella.

Realmente no sé si sea buena idea. Ayer no fue precisamente el mejor día, pero quizá se deba a que no tenía idea de que estaba pasando. Si no causa ningún problema, no tengo inconvenientes en que me acompañe.

—Adelante—respondo saliendo de casa.

Leonore se apresura a ir conmigo. Un sentimiento de estar siendo observado me envuelve y no desaparece hasta que llego a la escuela.

 

******

 

—¡Frank, Frank, Frank!—grita Rick con emoción.

Apenas llegue y ya están haciendo desorden.

—¿Qué sucede?—pregunto.

Observo que todo nuestro pequeño grupo está reunido.

—El baile de graduación de último año está a la vuelta de la esquina—responde Rick.

—¿Y qué tengo que ver yo en eso? Aún nos faltan unos meses para eso—contesto algo aburrido.

—Este genio nos metió de lleno en el asunto, el comité de eventos ahora nos designó a nosotros para limpiar y arreglar el salón del evento—explica Johnny callando a Rick.



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En el texto hay: cazadores, espiritus, demonios

Editado: 18.10.2023

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