La Promesa de Charlotte.

Intermedio 03: Parasito

Mi cuerpo viaja por el túnel dando cientos de rebotes. Finalmente y después de algunos minutos aterrizo en mi destino: El Cruce, aquel bello y desértico lugar al que muy pocos logran acceder. Un sitio donde varios mundos se reúnen, incluso siendo inmortal sería imposible recorrer por completo El Cruce, si es que en verdad tiene fin.

Me río un poco antes de seguir en lo mío. Acabo de destruir una dimensión  entera. Logré infiltrarme y matar a su Dios antes de que este pudiera darse cuenta de que un parasito logró entrar a su precioso y protegido mundo que tanto amaba. Me gusta lo que hago.

Varias patas, brazos y tentáculos crecen en mi cuerpo, estoy evolucionando y mi hambre se ha calmado un poco. No tardaré mucho en volver a sentir la necesidad de alimentarme nuevamente.

Saco un libro que robé de la biblioteca de El Cruce y observo sus dibujos y palabras. Ahí está lo que aspiro a ser, quiero convertirme en un dios devorador de mundos. Para un parasito astral como yo es el pináculo de la evolución. Dicen que ellos comen mundos enteros por diversión y no por necesidad, y lo mejor de todo es que lo hacen sin esfuerzo, a diferencia mía. Cualquier ser puede aspirar a convertirse en uno, los métodos no son fáciles desde luego, pero lograrlo garantiza unirte a las criaturas más poderosas y temidas del omniverso.

Pero estoy comenzando a frustrarme, cada universo tiene pilares que los sostienen. El pilar que siempre está sí o sí en cada mundo es un Dios supremo. Las dimensiones pueden tener uno o más pilares, generalmente diferentes criaturas poderosas. Entre más de estos cimientos tiene un mundo, es más difícil de destruir, pues debes matarlos a todos para causar la caída de dicho universo.

Y aquí viene mi frustración, todas las dimensiones que he comido solo tienen un pilar. Para convertirse en un devorador de mundos debes ocupar el puesto de los pilares de un mundo, y al derribar al único cimiento de dicho universo este se destruye sin que tenga tiempo de ocupar su lugar, por lo que me conviene infiltrarme en una dimensión que solo tenga dos tronos. Tres o más serían muy tardados y difíciles.

Comienzo a caminar por El Cruce mientras busco un mundo ideal para invadir. Este lugar es como un auténtico desierto lleno de arena y caminos infinitos. La tonalidad del cielo es purpura y aunque da la impresión de tener estrellas, son en realidad cúmulos de portales a millones de universos diferentes.

Con odio y enojo arrojo el libro que robé y el viento helado se lo lleva volando. Me arrepiento al instante y me arrastro usando todos mis miembros deformes en un intento por alcanzarlo. Mientras persigo el maldito libro, observo muchos portales. No vale la pena entrar a ellos si solo tienen un pilar, pero me veré en la penosa obligación de hacerlo si es que llego a sentir hambre pronto. Me gusta la variedad de situaciones que puedes encontrar al viajar por El Cruce. Una vez vi una dimensión donde había castillos, dragones y caballeros medievales, aparentemente estaban en una crisis por un asesino que puso en jaque a todo un planeta. Fue interesante pero no valía la pena gastar mi tiempo en comerme ese mundo.

El libro que arrojé se detiene finalmente frente a un cumulo de universos. Lo recojo y guardo para no volver a tener que hacer este esfuerzo. Estoy a punto de marcharme a continuar mi búsqueda cuando observo el portal frente a mí. Mis ojos se enamoran de lo que estoy viendo. Un mundo con dos cimientos: Un Dios y un rey demonio. Parece que son amigos, se llevan bastante bien. Va a ser difícil pelear con ambos al mismo tiempo… pero es la primera vez que veo una dimensión con las características que busco. Observo al rey demonio, es increíble, los demonios son criaturas extremadamente escazas en el omniverso y sin embargo estoy presenciando a uno.

¡Decidido, voy a comerme este mundo! Probablemente me tome mucho tiempo, pero creo que tengo un buen plan para lograr sentarme en ambos tronos; mutaré y me haré pasar por un demonio, sembraré la discordia entre estos dos amigos y aprovecharé su debilidad para matarlos.

Modifico mi forma para intentar aparentar la de una criatura infernal. Y, cuando finalmente estoy listo, doy un salto y entro a este mundo. Prepárense, porque sus días están contados.



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En el texto hay: cazadores, espiritus, demonios

Editado: 18.10.2023

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