La Promesa de Charlotte.

Capítulo 19: El ojo del huracán

Un timbre suena por los pasillos de la escuela. Cientos de estudiantes salen de las aulas dándose prisa por ir a descansar un poco de las clases. Alice y yo estamos parados en medio de toda la estampida de personas.

Una chica de cabello negro sale de un salón abrazando algunos libros.

—Eres tú—digo observando la escena.

—Yo era el bicho raro de la clase, probablemente de la escuela... me apasionaba la historia y el esoterismo— comenta dejándome teorizar que pudo haber pasado.

La Alice del pasado camina hacia la cafetería. Toma su bandeja de comida y se dirige a una mesa vacía. Ella intenta comer y leer sus libros extraños pero las burlas de algunas personas le complican la tarea. La pobre abre uno de sus libros y nota unos insultos rayados en las páginas. Una lágrima cae de su ojo mientras cierra su libro.

Estoy seguro que la comida le debió saber insípida ese día. Aunque mi corazón se está ablandado no pienso perdonar a Alice por lo que hizo ayer. Durante toda su comida ella aguanta risas y burlas, ¿es qué nadie piensa en defenderla o ayudarla? El día de hoy es un demonio pero la Alice de esta visión no es un monstruo... es una persona normal.

—Era una soñadora que fantaseaba con que un chico o incluso una chica tomara un escudo y me defendiera de los abusos... esa persona jamás llegó—dice observando a su versión del pasado.

Otra campanada anuncia el fin del descanso. La joven Alice levanta sus libros y se retira de la cafetería algo cabizbaja. Poco a poco el alboroto se va calmando hasta que los últimos alumnos regresan a sus aulas. La sigo hasta el salón donde la vi entrar.

—Muy bien, continuando en lo que estábamos, su tarea será extraer muestras de tierra para estudiar la fauna microbiológica y su ecosistema en el laboratorio—dice el profesor.

Los ojos de la pequeña Alice se iluminan, su sonrisa vuelve y comienza a escribir muy emocionada en su cuaderno. Parece que le ilusiona mucho ese tipo de prácticas. Las horas pasan y con el tiempo ella finalmente sale de su jornada escolar.

—Aquí viene lo interesante—informa la Alice del presente.

Oh no, todas mis experiencias con visiones atemporales tienen un trago amargo. Observo a la Alice del pasado caminar emocionada hacia su casa. Una angustia me invade, observo a todos lados buscando algún peligro que la pudiera haber matado. Busco autos, cables de luz sueltos, perros salvajes, cualquier cosa potencialmente peligrosa. Pero no encuentro nada.

Después de caminar un rato ella llega a su casa. Suspiro de alivio. No fue asesinada ni nada por el estilo. Tuve un nudo en la garganta pero se ha ido al verla a salvo.

—No te relajes tanto, Frank—me dice Alice del presente.

La angustia vuelve.

—Abuela, llegué—Alice del pasado informa su llegada.

—Buenas tardes—saluda su abuela.

—Tengo que hacer una tarea afuera—dice la pequeña Alice.

—¿Qué clase de trabajo?—pregunta la abuela.

—Muestras de tierra, las veremos en el laboratorio—responde Alice del pasado emocionada.

—Trata de no ensuciarte mucho—advierte su abuela.

—No, regreso temprano—ella toma una pequeña pala, cubeta, tabla para escribir y una bolsa.

Ella sale muy emocionada. Toma algunas muestras de su jardín, otras de arena y llena una hoja en su tabla.

—La tierra del parque es diferente—se dice a ella misma.

Emprende rumbo hacia donde pueda encontrar muestras nuevas. Llega hacia el parque y se dirige debajo de un árbol.

—Ugh, hay gusanos aquí—dice con algo de asco.

Toma su pala y comienza a escarbar movida por la curiosidad. Dios mío, que no vaya a encontrar un cadáver o algo similar...

—¿Un cofre?—Alice del pasado se sorprende de su hallazgo.

¿Eh? Supongo que es mejor que encontrar un cuerpo enterrado o algo peor. La joven Alice toma su pala y trata de romper la cerradura. Con mucho esfuerzo logra abrir el cofre. Su contenido me deja completamente intrigado...

—¿Un libro?—la pequeña Alice parece confundida.

Ella limpia el polvo que cubre la portada. La pasta es de cuero, se ve algo viejo y tiene algunos patrones extraños en la cubierta. De repente, las letras extrañas se mueven de lugar y forman una palabra que no puedo leer con claridad... ¿lilyg… qué? No puedo ver el resto. Además ¿qué clase de libro mueve su contenido de esa manera?

—Qué extraño, parece muy viejo—la Alice del pasado observa el objeto con mucho interés.

Algo me dice que no puede tener nada bueno.

—¿Qué es ese libro exactamente?—pregunto con mucho interés. Además creo que puede ser peligroso.

—Me gustaría saberlo, actualmente he tratado de buscarlo pero no logro encontrar su paradero luego de caer en mis manos—responde ella.

—¿Cuál es su contenido?—vuelvo a interrogar.

—Vamos a descubrirlo—Alice del presente toma su llave y acaba con la escena.



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En el texto hay: cazadores, espiritus, demonios

Editado: 18.10.2023

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