La Promesa de Charlotte.

Capítulo 20: Preparativos

Mi despertador suena a la hora acostumbrada. En serio necesitaba dormir después de algunos días sin hacerlo. Observo mi habitación buscando algo distinto. Es extraño no tener que preocuparme por Hunters, prácticamente están extintos en Utah.

Me da mucho miedo pensar en las consecuencias, he matado a mucha gente, incluso si puedo justificar que fue en defensa propia.

A mi mente llegan los sucesos de ayer... me da vergüenza pensar en ello. Leonore… ¿eso habrá estimulado su amor? Estoy prácticamente seguro de que sí. Volteo a mi lado pero no la encuentro.

—¿Leonore?—pregunto buscándola.

—Aquí estoy—ella entra a la habitación.

Su ropa es la habitual. Parece que comenzó su día antes que yo.

—¿Dónde estabas?—pregunto.

—Bueno, si tú puedes dar paseos nocturnos entonces yo puedo dar uno matutino—responde con una sonrisa.

No puedo tenerla atada todo el tiempo a mi lado, supongo que está bien.

—¿Qué haremos hoy?—pregunta ella.

—Simplemente continuar, iré a la escuela como siempre, puedes tomarte el día libre de mí si lo deseas—respondo levantándome de la cama.

—Hay algo que quiero hacer... ¿puedo alcanzarte más tarde?—pregunta.

—No tienes que pedirme permiso, eres libre después de todo—contesto poniéndome una camiseta y pantalones.

—Entonces te veré más tarde—me dice.

 

******

 

—¡Frank! ¡Estás bien!—Rick está asombrado.

—¿No me esperaban?—pregunto.

—¿Dónde estuviste? Prácticamente desapareciste—pregunta Johnny.

Me tomo el tiempo para inventarles una historia más o menos creíble. Me gustaría contarles lo que pasó en realidad pero no me arriesgaré a que me tomen a loco.

—Y bien, ¿qué les parece quedar el domingo en la mañana para prepararnos para el baile?—pregunta Rick.

—Yo me apunto—Mike lo aprueba.

—Y yo—Johnny también.

—Supongo que no puede ser tan malo—Gustav acepta.

—Bueno, no puedo faltar yo—confirmo mi asistencia.

Finalmente puedo distraer mi mente en otra cosa. ¿Qué será de mí y de Leonore después del domingo 5 de noviembre? Probablemente todo vuelva a ser como antes. Sería horrible tener que involucrarme de nuevo en algún problema del mundo astral, simplemente no estoy hecho para eso, apenas y logre sobrevivir a los Hunters.

—¿Y desde cuándo conoces a Leonore?— pregunta Johnny.

La pregunta me toma de sorpresa pero luego recuerdo la mentira que dije.

—Oh, la conozco desde hace diez años—invento una fecha.

—¿Y ya has decidido que estás enamorado?—cuestiona Gustav.

Lo pienso un momento. El lunes no pude decir con certeza.

—Sí, la amo—respondo sonriendo.

—Genial, ya era hora de que una chica te pusiera como un bobo—añade Gustav

—Supongo—contesto nervioso.

Me quedo pensando un poco. Estoy enamorado de Leonore, ella de mí y ambos lo sabemos. En serio me gustaría que fuera visible, poder contarles la verdad y quedarme con ella. Pero no sé con certeza si eso puede suceder.

 

******

 

El día finalmente llegó. El resto del viernes y el sábado transcurrieron sin incidentes mayores. Afortunadamente, Alice no molestó durante esos días.

—¿Qué les parece esta chistera?—Johnny presume un sombrero.

—Ridículo en ti—responde Rick.

—Pues tu moño también se ve horrible—contraataca Johnny.

—Vamos, es mejor llevar corbata a moño—argumento.

—Pues yo digo que los trajes deben ser azules—Gustav defiende su postura.

—Negro es más formal—dice Rick.

—Pues llévate el tuyo azul—le digo a Gustav.

—Todos debemos venir iguales, será mucho mejor— argumenta Johnny.

—No puedes controlar lo que llevan los demás en el baile—ataco.

Como sea, el día se nos va en arreglar nuestros trajes e imagen. Me observo en el espejo. Tengo puesto un traje negro con corbata del mismo color pero creo que usaré un moño, no quiero verme como un hombre de negocios a mitad del baile. Me pregunto cómo le estará yendo a Leonore.

—Al diablo, vístanse como quieran—grita Rick.

Al final nadie ganó el debate. Estoy comenzando a ponerme nervioso por Leonore, sé que no debería ser posesivo pero simplemente me da miedo que le vaya a pasar algo malo. Ella me dijo que iría de nuevo con alguien y se arreglaría para el baile, no soy una persona celosa... o eso creo, pero me desilusionaría una traición.

Después de un buen rato cada uno de nosotros elige su conjunto y salimos de la tienda de trajes. Observo mi reloj, son las tres de la tarde, el baile comienza a las 6. Leonore me contacta con el enlace mental.



#7397 en Otros
#836 en Aventura
#5565 en Fantasía
#2269 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: cazadores, espiritus, demonios

Editado: 18.10.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.