Capítulo 21: El gran baile de Utah

—¡Bienvenidos al festejo previo a la graduación del doceavo grado, el baile de otoño!—un chico anuncia el comienzo de la fiesta.

Un coro de voces emocionadas gritan con furor desde el salón de eventos. Yo me encuentro afuera esperando cualquier señal de Leonore. Estoy comenzando a preocuparme, ella me dijo que estaba bien pero tengo mis dudas.

De repente, un auto llega a la cercanía de la fiesta. Un vestido con brillos y zapatillas salen del lugar del conductor. Me quedo petrificado.

—Buenas noches, Frank—Andrea sale del vehículo y me saluda.

¡No está muerta! ¡Eso es genial! Pensé que ella sería parte de la sociedad de Hunters pero no parece ser así. De todas maneras no sé de dónde sacó sus armas benditas, esas pequeñas dagas y el estoque.

—¿Qué haces aquí?—pregunto confundido.

—Bueno, vine a traer a tu amiga, seguro que estabas ansioso por verla—anuncia Andrea.

Del lugar del copiloto sale una Leonore fenomenal… es hermosa. Su cabello castaño se ondula con la suave brisa del viento.

—Lamento la tardanza—se disculpa.

No contesto. Estoy embobado viéndola. Tiene un bello vestido violeta que le queda increíble, su piel se ve aún más suave y en general está resplandeciendo.

—Oh, no te preocupes—le contesto luego de unos momentos.

—Estuve con Andrea el otro día, le comenté sobre el baile y me dijo que fuera hoy con ella, es una experta en espíritus y cosmetología en general, me ayudó a arreglarme para la ocasión—explica.

Eso tiene sentido.              

—Y lo mejor... ¡hizo algo para que pudiera ser visible!— añade con emoción.

El corazón me da un vuelco. Estoy tan feliz de que esto sea verdad. Creo que puedo perdonarla por clavarme un estoque la otra semana.

—¿Cómo es eso posible?—pregunto intrigado.

—Un pequeño ritual, Leonore absorbió mucha energía para canalizar su figura en el plano físico, sigue siendo un espíritu pero te servirá para que la gente sin bendiciones no vea un vacío a tu lado—explica Andrea con calma.

—Te debo una, muchas gracias por todo esto—agradezco.

—No es nada, sólo un pequeño truco de una experimentada vidente—se jacta.

—¿Vienes?—le pregunto a Leonore.

—Será un honor—responde ella.

Ambos entramos a la fiesta. La mayor parte de la gente parece disfrutar del festejo, todos parecen olvidarse de sus problemas. Me gustaría hacer lo mismo. Prácticamente he ganado, sólo un empujoncito más con la alegría de Leonore y habremos aplastado a Alice.

—Hey, Frank—Rick llega con los demás.

—Lamento llegar tarde, tuvimos unos percances—invento.

Leonore parece tener una sonrisa en su rostro. Ella está feliz de estar aquí, será una gran noche.

—Chicos, ella es Leonore—la presento ante el grupo.

Estoy cruzando los dedos para que Andrea no me haya tomado el pelo.

—Mucho gusto, Leonore, tú y Frank parecen ser muy unidos—saluda Johnny junto a su pareja.

—Mucho más unidos de lo que piensas, ¿no es así amor?— ella insinúa otra cosa.

Casi me da un ataque de ansiedad cuando escucho eso ¿en verdad lo dijo? Cielos, tener que fingir ese tipo de relación... veamos quien toma las riendas de la situación.

—Por supuesto, cariño—la tomo de la cintura y la acerco para darle un beso.

Ellos parecen celebrar.

—¿Entonces ella es tu primera pareja?—pregunta Gustav.

—Claro, es la primera persona con la que siento ese lazo especial—entrelazo mi mano con la de ella.

Puedo sentir la emoción salir de Leonore. Dios, esto fue tan difícil. Pero aún falta una confesión más formal, así que creo que lo haré más tarde.

—Es maravilloso todo lo que has hecho por mí... nadie haría tanto por una persona—me susurra.

Acaricio su cabeza.

—Aún recuerdo cuando eras sólo una chica asustada en mi habitación, fueron sólo dos semanas pero parece que he conseguido llenar el frasco vacío que eras tú con emociones de todo tipo—respondo.

—Supongo que nos esperará un largo camino juntos ¿no es así?—pregunta ella.

—¿A qué te refieres?—interrogo con confusión.

—Seguir el camino de Anthony... dejó toda una investigación inconclusa, parece que nos dejó trabajo por hacer—contesta.

Pienso en ello. No tengo idea de que hacer en un futuro. Investigación de espíritus no es un trabajo realmente, estoy en una encrucijada.

Además tengo el dilema de Leonore, dudo que el ritual dure toda la vida. Bueno, esos son problemas que pensaré en otro momento, sólo me queda disfrutar la noche.

—¿Quieres bailar?—me pregunta.

—Realmente no se hacerlo—contesto.

—Eso es aún más divertido, vamos—me toma del brazo y me saca a la pista.