Intermedio 05: Corazón espejo

Insuficiencia cardiaca congestiva. La insuficiencia cardiaca congestiva arruinó mi vida por completo. Mi corazón no puede superar cierto número de latidos por minuto sin ponerme en peligro. Nunca he podido disfrutar de nada en mi vida porque puede ser peligroso. Nunca he podido jugar con otros niños, hacer algún deporte, ver escenas fuertes en vídeo, lo que sea que acelere mi corazón está prohibido.

Tengo un corazón frágil, un corazón espejo que puede romperse en cualquier momento. Estoy harta de solo estar quieta todo el tiempo, como si fuera una estatua. ¿Habrá alguien más desgraciado que yo? ¿Existirá alguien cuyos problemas sean mayores que los míos? Tal vez sí, tal vez no, no puedo saberlo. Tan solo puedo tomar mis juguetes de dinosaurios y crear escenarios en mi mente. Es lo único divertido que puedo hacer de todas formas.

Acabo de volver de otra de las citas con cardiólogos para monitorear mi caso. Voy muy seguido, ellos aseguran que mi condición es algo delicada. Tal vez solo debería morirme y ya. Si muriera hoy, no tendré que sufrir mañana. Aunque es cierto que me perdería muchas cosas. No podría llegar a mi adolescencia, dicen que es la mejor etapa de la vida. No podré ser adulta, ni tener una gran casa ni muchos juguetes de dinosaurios. Quizá debería seguir luchando. Pero por otro lado, morir solucionaría todo, solo cerraría mis ojos y la oscuridad me cubriría para siempre, sin preocuparme por mi corazón espejo.

—Hace unas horas se registró actividad extraña en las inmediaciones de Utah, una fiesta estudiantil se vio interrumpida por sucesos muy extraños que quedaron plasmado en los vídeos que están ahora mismo en pantalla—un presentador de noticiero comenta algo raro.

Yo continúo jugando con mis dinosaurios. De pronto el volumen de la televisión me obliga a voltear a ver qué sucede. Entonces lo veo.

Varios hombres se encuentran en lo que parece ser una pelea contra una chica que flota. Aquellos que luchan están usando cuchillos y hay demasiado movimiento y cosas ilógicas sucediendo al mismo tiempo. Me marea un poco verlo, no entiendo que está pasando, pero mi corazón comienza a acelerarse. Observo fijamente a la chica flotante. Está triste, su rostro no lo muestra, pero puedo leerlo perfectamente. Tan triste como las lágrimas que derramo seguido al recordar mi enfermedad. Ella no merece eso.

—Como podrán ver en las siguientes imágenes, el contexto es poco claro, lo que ha llevado a varias personas a creer que se trata de un montaje. Muchos videos desde diferentes ángulos fueron tomados y subidos a la red presuntamente por estudiantes involucrados en el incidente. La policía todavía no aclara lo sucedido—comenta el reportero.

Mi corazón sigue latiendo con mucha fuerza al ver los videos que pasan en el noticiero. Tanto movimiento, tanta violencia, tanto dolor, tristeza, desesperación reunidos en un solo lugar. Es demasiado para mis latidos.

Mi madre apaga inmediatamente el televisor al notar mi reacción, preocupada de que mi nerviosismo repercuta en mí. Me abraza e intenta hacerme olvidar lo que vi. Pero mi corazón no se detiene. Lo que es más extraño, sigue latiendo sin que me duela ni me de ningún síntoma. Mi corazón espejo supera por primera vez los latidos que tengo como límite… y no sucede nada malo.