La Promesa de Charlotte.

Capítulo 23: La chica que se convirtió en una bendición

Alice se eleva por encima de todos nosotros con la ira en su rostro. Las demás personas ajenas a nuestra causa comienzan a gritar de horror. Nuestra enemiga truena los dedos y aparecen sus refuerzos.

—¡Demonios clase D!—grita Leon.

—¡Protejan a los civiles!—ordena Basilio.

—Iré tras Alice—dice Andrea.

—No, aunque hagamos nuestro mejor esfuerzo muchas personas serán poseídas por los demonios, ¿eres vidente y un ángel no? Seguro que conoces algo de purga, te necesitamos en la línea defensiva—interrumpe Leon.

Andrea suspira y asiente.

—No te preocupes, yo me encargaré de ella, mató a mi amigo y yo lo vengaré—agrega Basilio.

A como puedo me levanto, listo para entrar en acción.

—Chico, tú y yo nos encargaremos de Alice—Basilio llega a mi lado.

Afirmo con la cabeza

¡Secret Base!—Leonore usa su bendición.

Al instante todos somos transportados.

—Amenaza demoníaca detectada, activando efectos benditos—la advertencia es música para mis oídos.

—Leon, Phil, ustedes apoyen a Andrea—coordina Basilio.

Ellos asienten y salen corriendo a eliminar a los demonios clase D.

—Es momento de un último esfuerzo, debo lograrlo—me digo a mí mismo.

Activo a Rise.

Algo es diferente está vez. Todo está oscuro. La armadura me cubre nuevamente mientras un coro de gritos infernales se escucha fuertemente. De repente los demonios se acercan con un casco y comienzan colocarlo en mi cabeza...

—¿Casco? ¡Esa es la última pieza! ¡Si se completa la armadura se acabó!—exclamo con terror.

Las voces horripilantes me gritan y se burlan de mí. Otra vez el sentimiento de ser una escoria...

—Hola de nuevo, Frank, ¿listo para dejarme poseer tu cuerpo definitivamente?—el Soldado Infernal me habla.

—¡Nunca! ¡Te aplastaré a ti y a todos los demonios si hace falta!—respondo con esfuerzo.

—Eres patético, lo has sido toda tu existencia. Deja de resistirte, ¿acaso no estás cansado? Solo déjate llevar, cierra tus ojos y muere—el Soldado Infernal intenta persuadirme.

—¡No! ¡Tengo cosas que proteger! ¡No dejaré que me gane un asqueroso demonio!—contesto.

—Vamos, di tu línea—se burla.

Con los ojos inyectados en sangre y el fuego maldito consumiéndome finalmente lo suelto.

—¡Voy a acabar contigo, grábatelo bien, asqueroso demonio! —grito hasta casi desgarrar mi garganta.

—¡Así me gusta! ¡Dame tu cuerpo! ¡De todas formas tú y tú amiga están condenados!—celebra el demonio con forma de armadura.

Comienzo a sentir como si mi alma fuera arrancada de mi cuerpo. No puedo morir aquí, simplemente no puedo, hay personas que tengo que proteger. Unos pasos se escuchan.

—¡Lárgate!—le grito furioso a quien sea que esté cerca.

Mi ira es involuntaria, los sentimientos demoníacos son fuertes.

—Oye, niño, ¿de verdad vas a dejar que un estúpido traje te gane?—pregunta Anthony.

—¿Y tú qué sabes? ¡Tú estás muerto!—ladro intentando luchar mentalmente contra los demonios.

—Pensé que tu necesidad por proteger a Leonore era más fuerte que un imbécil que ni siquiera cuerpo tiene—añade poniendo una mano en mi hombro.

—Anthony tiene razón, si dejas que la locura te consuma aquí entonces no podrás finalizar lo que empezaste—Karina se une a Anthony.

—¡Cállense, estoy tratando de concentrarme!—grito con desesperación. No soy capaz de salir del trance.

—¿Y si yo tomo tu mano lo harás?—una dulce voz me habla.

A pesar de tener la armadura demoníaca puesta, puedo sentir el calor de la mano de Leonore sosteniéndola firmemente.

—No puedes quedarte en este infierno de visiones y pesadillas, demuestra que eres más que un simple humano subestimado por los demonios—continúa Leonore.

Una lágrima sale de mi ojo. Los demonios se detienen. Volteo con las visiones.

—¿Son reales? ¿De verdad están aquí?—pregunto conteniendo mi tristeza.

—¡No les hagas caso! ¿Acaso no es culpa de ellos que estés en esta situación? ¿Por qué deberías esmerarte en salvarlos?—el Soldado Infernal intenta disuadirme.

—¡Silencio, necesitas más que palabras para derrotarme!—contesto.

Él se queda callado.

—Era nuestro trabajo terminar lo que empezamos, te dije que era una molestia venir desde tan lejos sólo para darte una bofetada—contesta Anthony.

Suspiro fuertemente.

—Frank—dice Karina.

—Frank—repite Anthony.

—¡Frank!—grita Leonore.

Despierto del trance. Leonore está frente a mí con ojos llorosos. Parece que pude activar a Rise de manera exitosa.



#7408 en Otros
#839 en Aventura
#5570 en Fantasía
#2274 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: cazadores, espiritus, demonios

Editado: 18.10.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.