5. "Quieres ser de la familia?

Cuando fui notificada de que viviría en una mansión con un supuesto millonario y su hija desconocía que la primera mañana que pasase allí, la empezaría de aquella forma.

Con gritos que provenían del piso de abajo, ruidos de tacones que resonaban contra el mármol de los pisos, y el de carros que eran trasladados de un lado a otro.

Si, definitivamente no estaba teniendo un alegre despertar, sin embargo era consciente y se me había dicho en varias ocasiones en el poco tiempo que había pasado aquí que no estaba en condiciones de presentar ningún tipo de queja por lo que tendría que morderme la lengua y bajar a desayunar con una gran sonrisa en mí rostro, para hacerles creer a las personas que estaban esperando por mí que estaba muy a gusto en ese lugar.

Por lo que me obligue a mí misma a salir de aquella cómoda cama, meter mis pies en las pantuflas y arrastrar mí trasero escaleras abajo para encontrarme con Dylan y Lisa o Elizabeth Donatella Marie, como a él le gustaba llamarla.

Sin duda alguna el nombre de la niña tenía potencial y prometía, además de dar la impresión, de que estaba destinada a grandes cosas. Sinceramente esperaba que fuese así, y su vida sea maravillosa.

Y si, ya sé cómo estoy quedando frente a ustedes con todo esto, como una blandita, una débil, estoy enseñándoles mí faceta menos "ruda" pero que puedo decirles, jamás he tenido nada en contra de los niños, ellos no tienen la culpa de absolutamente nada, son seres puros e inocentes y por la historia que me han contado sobre ella, ya ha sufrido demasiado como para que yo me comporte como una auténtica perra con ella, además no tenía nada contra ella, a diferencia de su padre quien era un sujeto sumamente egocéntrico, arrogante, con demasiada confianza en sí mismo y para nada considerado ya que ayer en medio de la noche se quedó con toda la manta para él, dejándome totalmente desprotegida del frío .

Eso no es lo que un hombre haría, como un caballero actuaría, aunque me daba igual, crearía una lista en mi mente dónde anotaría todas las cosas que me cobraría, todas las que él hacía y me molestaban, y cuando menos lo esperase me cobraría venganza por ellos y atacaría.

De nuevo, hasta que ambos estuviésemos a mano.

Por lo pronto, iría a desayunar porque mi estómago estaba comenzando a reclamarme que le echase algo de  comida y esa urgencia se incrementaba con cada segundo que pasaba al sentir el olor de hot cakes recién hechos.

💍💍💍

—Margot— chillo alguien ni bien puse un pie en la cocina que fácilmente podría haber aparecido en uno de esos programas de remodelación que daban en la televisión donde mostraban el antes y el después de una casa. Por supuesto este sería el después.

Los bracitos de Lisa sujetaron con fuerza mis dos piernas del mismo modo en el que días atrás la policía había colocado las esposas en torno a mis muñecas, y aquello me dio la impresión de que si, efectivamente, había entrado a una nueva prisión, donde el objeto que evitaría que yo me escapase era está niña y quién controlaría que yo no me rompiera las reglas era su padre.

Era una reclusa en una caja de cristal.

—Hola, linda— exclame en el mismo tono, jugando con su rubio y fino cabello, haciendo que ella levantase cabeza y clavara su mirada en mí.

Era el fiel reflejo de su padre, sus risos dorados me recordaban a los mechones rubios que había visto el rostro del hombre que descansaba la noche anterior del otro lado del fuerte del almohadas que había montado, y sus ojos eran tan transparentes que me daba la impresión de que podría, si lo intentaba, conocer todos los secretos de su alma, y tenía la corazonada de que ella podía hacer lo mismo si así lo quería.

— ¿Cómo has amanecido?— le pregunté observando el particular pijama que ella traía puesto hoy.

Un traje de unicornio que cubría su cuerpito de arriba abajo y le daba una apariencia aún más inocente, si eso era posible, y me hacía pensar en que ella realmente no se merecía nada de lo malo que ocurría a su alrededor, solo era un daño colateral de las malas decisiones de sus progenitores que fueron demasiado egoístas en el pasado como para preocuparse por ella… Al menos uno de los dos estaba tratando de redimirse, y supongo que esta era su forma de disculparse. Algo que me hizo ver qué ella y yo no éramos tan diferentes, ambas habíamos sido criadas en el mismo ambiente, con las mismas cosas, nada más que lo único que diferenciaba a la una de la otra es que al menos uno de sus padres tuvo el coraje y la valentía de saber cuándo pedir perdón. Los míos no.

—Yo quiero uno de esos— dije haciendo lo mejor para dejar esos pensamientos de lado, no tenía ningún sentido vivir atada al pasado y todo lo que no paso— ¿Crees que vendrán en mí talla?— me incline para observarla un poco mejor.

—Podemos pedirle a Farrah que te confeccione uno, si eso es lo que deseas, ¿ o no papi?— pregunto Lisa.

En medio de su euforia por recibirme no me había percatado de que a unos pocos metros de dónde nosotras estábamos había otro ser humano en la habitación con nosotras.

— ¿Farrah?— repetí— ¿Quién es ella?

El otro integrante del trío se dio vuelta y juro que su apariencia era tan ridícula que me fue imposible no reírme de él. Y créanme, lo intente. Hice un gran esfuerzo para no hacerlo.

—No me digas que aparte de ser el gerente de un reconocido banco, además eres chef— comenté burlándome de él.

Como respuesta a ello recibí un ceño fruncido, que me hizo pensar que no le había agradado demasiado lo que había dicho.

— ¿Hay algún problema con ello? Ya te había contado que no quería que nada le faltara a mí hija por lo que día tras día me esfuerzo en prepararle un delicioso desayuno como y hago exactamente lo mismo a la hora del almuerzo, la merienda y la cena. Y para tu información Farrah es la modista que diseñó el vestido que usarás hoy en la fiesta donde anunciaremos tu compromiso, y hará lo mismo con tu vestido de novia y si se lo permites también confeccionará un pijama de unicornio que haga juego con el de Lisa— se alzó de hombros antes de voltearse para servir la comida.