La recta de Kumiko.

01.

1.. 🎧Sick boy, the chainsmokers.

" Y no creas el narcisismo
Cuando todos proyectan
Y esperan que los escuches
No se equivoquen, yo vivo en una prisión
Que yo me construyo, esa es mi religión
Y dicen que soy el chico enfermo
Fácil de decir, cuando no te arriesgas, chico
Bienvenido al narcisismo
Estamos unidos bajo nuestra indiferencia."

"Estados Unidos está conmocionado por la muerte del senador Hugo Charles Dullin..."

"Varias fuentes cercanas a la familia aseguran que fue un asesinato contra el partido político al que él pertenecía..."

" A muchos de nosotros nos conmueve esta situación y más cuando él tenía pensado postularse como gobernador el próximo año..."

"Mis condolencias a la familia Dillin. Todavía y a un día de la muerte del senador y colega del gobernador ningún miembro de la familia ha salido a aclarar las dudas de la prensa..."

"¿Estamos hablando de un posible suicidio? No lo creo. Lo han encontrado en el suelo de su habitación con un arma entre manos pero jamás hallaron rastros de la pólvora, no encontraron balas de repuesto y ninguna de las cámaras estaba en marcha durante su muerte. ¿Qué es lo que realmente sucedió? ¿Fue en verdad un suicidio o lo han matado?"

"Estamos transmitiendo desde las afueras del cementerio en el que hace casi un mes fue enterrado Hugo Dullin y dónde se encuentra su hija adoptiva Kumiko Dalai Dullin visitandolo. Esperamos conseguir alguna nota como todos mis compañeros y colegas..."

"Kumiko, ¿Como has estado? Sabemos que este es un momento muy difícil, para todos los ciudadanos que creímos en él lo es..."

—Hija, por favor apaga ese maldito televisor y saca todas esas notas.

"Era un compañero, hermano, estaba lleno de brillo con muchas ganas de cambiar el mundo para bien, crear un nuevo estilo de vida con seguridad y la justicia suficiente para que podamos vivir tranquilos, él..."

—Kumiko.

"Él era de otro mundo, inexplicable..."

—¡Dalai, suficiente!

La tv fue apagada desde la cocina, pero no tuve intenciones de moverme para seguir torturando mis ojos con aquellas imágenes, estos estaban rojos por muchos motivos que solo los hacían arder hasta largar la mínima lágrima, pude sentir su recorrido por mi mejilla hasta que se desprendió de la mandíbula diminuta que tenía cayendo sobre mi vestido azul, el color favorito de los Dullin.

—Me encantaría que dejes de hacer eso. Gracias— Thruddy con su voz pastosa pretendió ser fuerte ante la situación y negarme lo que ella había visto más veces que yo a escondidas de Gregory, el abuelo.

—Lo siento— dije perdida en la mancha transparente que había en mi vestido.

—Matilde, ¿Puedes guardar estos vídeos donde te dije por favor? ¡Ah! Y si Miko pregunta tú no sabes nada.

—Estoy aquí.

—Lo se y para que no preguntes después o intentes chantajear a Matilde, ya hable con ella al respecto— su tono firme hizo que levantara la mirada para fijar mis ojos en ella, tan distinta a mí, tan diferente que no tenía comparación conmigo, pero si con él.

Me removí incómoda al recordarlo con solo observarla, mi piel se erizaba y por mucho que no quisiese las increíbles ganas de llorar volvían golpeando mi garganta con nudos dudosos. Había pasado un maldito mes y el mismo reflejo de siempre se repetía, solo que intentaba tragarlo e ocultarlo en vez de romperme frente a los demás, todos los Dullin reaccionan igual.

La fuerza del apellido latía en la sangre de los demás, a pesar de no compartir aquel afortunado ADN, lo sentía como si lo tuviera.

—Se que has recibido el último informe y si preguntas lo vi en el despacho y quiero saber qué es lo que dice. Merezco estar al tanto de lo que sucede— hable controlando mi voz a medida que mis palabras salían sin pudor de mi boca.

—Tranquila, tienes todo el derecho y lo entiendo. Por eso y más razones viene a visitarte...— alargó el silencio lo más que pudo colocando su taza de café entre los labios sin beber nada, debatiendo en su cabeza si ese era el momento indicado o debería esperar y no es que estuviera dentro de su mente pero conocía a Thruddy como si fuera mi madre, ella era tan expresiva que no se daba cuenta. —El testamento de tu padre ha sido dictado y han solicitado verte, ya sabes porque— termino al fin.




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