La reina de la tierra-Primer libro- (editado) 2ª vez

Capítulo 28 (EDITADO)

Estaba paranoica. En las clases, estaba mirando a todos lados, analizando a las personas que estaban a mi alrededor. Apenas había dormido; la angustia y la ansiedad me impedían descansar. Todo me parecía agobiante. Me sentía observada; estaba en esos momentos en alerta. Cada día que pasaba en este sitio, sin encontrar ninguno de los portales, se me hacía cansado y temeroso.

Cada día, había algo nuevo, algo no muy agradable. Solo llevaba tres semanas en este sitio, y parecía que había pasado toda una vida. Había visto cómo sirenas se llevaban a inocentes a su terreno, personas que nunca volvían y los daban por desaparecidos. La mayoría de esas personas eran híbridos o humanos que tenían algún pariente mágico. Había discriminación contra la raza humana, y aunque supuestamente era una elemental, me sentía más humana; me atemorizaba que me hicieran lo mismo.

Un día, sin poder evitarlo, reuní a todos, a todos menos a Aston, aún no lo aguantaba. Mis ojeras eran evidentes, mi cuerpo pesaba, y sentía como si mi fuerza se fuera. Anna me había puntualizado que estaba más pálida de lo normal, que si no me sentía bien, fuera a la enfermería, pero me negaba; podía aguantar un poco más.

Sentados, alejados de las miradas curiosas de los demás seres, les tendí la carta. Uno a uno, empezaron a leerla. Se les cambiaba la expresión a un horror absoluto, para después maldecir.

—Esto debe de ser broma. Nadie sabe que eres el elemental de la tierra —dijo Fire sin poder creerse lo que estaba leyendo: —Yo también he pensado eso. No he dado signos de serlo y siempre paso desapercibido —dije en un suspiro, reclinándome en la silla.

—Sí, pero aun así tu aura ha cambiado —me giré al oír a Yulen. Era el único que se había mantenido pasivo ante la noticia: —Desprendes más poder, quizás porque tu despertar está cerca. ¿Ya sabes lo que es el despertar? —Negué con la cabeza.

—Ya pasaste el duelo de tu parte híbrida con la de elemental, ¿verdad? —asentí, eso sí que lo sabía; Anna se había encargado de explicármelo.

—Bueno, pues el despertar es algo bastante más complejo. —Yulen apoyó sus codos en la mesa. Esbozó una sonrisa pícara en otra dirección. Giró su cabeza y devoró a una elfa que pasaba por su lado. Puse los ojos en blanco; Anna solo ladeó la cabeza, fue Fire quien le dio un golpe en la cabeza. Haciendo una mueca, nuevamente me miró.

—Llamita, este cuerpo lo tiene que disfrutar las mujeres —se señaló a sí mismo. Oí a Anna riéndose: —Quizás te miren porque les pareces repulsivo —se encogió de hombros.

Él alzó una ceja. Le sonrió, se reclinó y colocó sus brazos detrás de su cabeza. Lanzándole una mirada a Anna, le dijo:

—Mira, preciosa, el repulsivo es tu novio. Comparado con él, soy un dios —vi una pizca de rencor en su voz:— Es que cualquiera es mejor que él —sentenció encogiéndose de hombros:— No eres tan impresionante, precioso, solo una cara bonita, nada más —esbozó una sonrisa.

Yulen no dijo nada. Se quedó callado, observando un poco más a Anna. Tosiendo falsamente, hice que todos se giraran hacia mí:

—¿Hola? No sé, por favor, explícame el despertar —dije un poco molesta. —No quiero perder mi valioso tiempo. Pero como estoy de buen humor, te lo explicaré —sonrió dejando al descubierto sus perfectos dientes.

"—De verdad, humana, golpéalo. Quiero ver cómo se le quita esa estúpida sonrisa o, mejor aún, deja que salga yo. No le haré daño, lo juro, solo un pequeño susto, muy pequeño. Venga, nunca te pido nada."

Me reí. Lo siento, este hombre tenía un humor negro. Lo peor es que algo me decía que era verdad, que lo que estaba diciendo no era una broma, que lo decía completamente en serio.

"—No te rías, lo digo en serio, Gaia. No lo aguanto, bueno, no aguanto a casi nadie... a ti te soporto, ya es algo."

Me quedé un poco parada al oír cómo decía mi auténtico nombre. Un escalofrío se apoderó de mí, pero lo ignoré.

"—Eso es porque estás dentro de mí, si no, seguramente estarías planeando mi muerte.”

Pude oír su risa en mi cabeza. No sé por qué me sentí satisfecha por haber conseguido sacarle una risa. Las palabras del chico aún estaban grabadas en mi mente: "he sentido una inmensa tristeza, y no venía de ti." ¿Cuánto había soportado este hombre? ¿Cómo culparle de matar a las personas que le habían quitado la vida a su hija? No era algo de lo que pudiera culparle, entendía perfectamente su reacción. Nilsa había confiado en su pueblo y la habían traicionado.

—¿De qué te ríes? —me preguntó Anna jugueteando con su comida:— Come —ordenó Yulen, haciendo que ella le mirase mal. —Nada, no es importante —le quité importancia. Nadie sabía que Holden estaba dentro de mí, bueno, menos el chico, pero aún no quería revelarlo.

—Estábamos con el despertar. Céntrate, Yulen. Ella debe conocer lo que le está pasando. Además, os recuerdo que la están buscando; todos sabemos lo que pasaría si le sucede algo —sentenció Acua.

—El despertar se trata de que, cuando tus poderes están adormecidos y ya eres consciente de ellos, empiezan a hacer acto de presencia. Es como si quisieran escapar de tu cuerpo, como si quisieran demostrar que ya están despiertos.

>> Es algo que todos pasamos. Suele ser a los tres años. Dado que tú los llevas más tiempo dormidos, ahora, están saliendo de manera violenta. Quieren que el mundo sepa que están.

Me lo imaginaba más complejo. Era comprensible o eso creía yo. Pero me aterraba de todos modos, me aterraba que no supiera qué hacer en el momento en que se despertaran por completo y que de un momento a otro salieran de mi cuerpo.

Me acordé de lo que sentí con el duelo; era demasiado doloroso y no quería que eso me pasara nuevamente, dudaba que lo pudiera aguantar un poco más.




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