Reina maldita, reina herida. Furia infinita, mente fría.
¡Oh, hermosas olas! ¡Oh, hermosas mareas! Acudid a su llamado, acudid a su mandato.
Acudid, seres de Yunto, acudid. La reina abandonada, la reina furiosa.
¡Oh, corazón perdido! ¡Oh, corazón custodiado! Venid, seres de Yunto, venid, que su voz sea el mandato, que su voz sea vuestra guía.
¡Oh, reino de Yunto! ¡Oh, reino consumido por las sombras!
Que vuestras almas sean bendecidas, que vuestras almas sean olvidadas.
Morid, seres oscuros, morid. La reina de las aguas, la reina de las mareas está cerca, y con ella y su espada el reino demoníaco será destrozado.
Cantico de las sirenas