Capítulo 16: El Doble Juego

16.1. La Viuda Fugitiva

Romina corrió por los tejados. Abajo, los disparos y los gritos. Ella llevaba la memoria USB. Al regresar al refugio, la luz de un láser rojo parpadeó sobre su cabeza.

La puerta se abrió. Entró el jefe de seguridad de Dante.

"Señora Murillo. Tenemos que irnos." "¿Honra? Usted lo dejó morir," replicó Romina, su voz dura. "¿Dónde estaba usted cuando el Verdugo le dio la sentencia?"

16.2. La Prueba de la Lealtad

El guardia no se inmutó. Le mostró el anillo de Dante.

"El jefe no murió. Se entregó. Fue un acto de Doble Juego," reveló el guardia. "Él sabía que Volkov solo la buscaría a usted, la 'viuda desprotegida', si él 'moría'."

Romina sintió la rabia y el alivio. Dante la había manipulado.

"¿Cuál fue el Primer Decreto que mi esposo aceptó?" inquirió Romina.

El guardia recitó el código: "Si me tocas, no es para el Consejo, es para ti." La prueba era irrefutable. La caída de Dante había sido una táctica planeada.

16.3. El Cierre del Círculo

La misión continuaba. Romina debía llevar la memoria USB al mercado antiguo.

"El jefe sabía que el Verdugo estaría buscándolo. Ahora, debe moverse como una sombra," explicó el guardia.

Fueron interceptados por el coche del Verdugo. El guardia empujó a Romina, recibiendo la bala del Verdugo como un sacrificio real.

16.4. La Reunión en el Mercado

Romina corrió. Al llegar al mercado, un hombre encapuchado y cubierto de hollín la esperaba.

"Lo lograste, Reina," susurró Dante.

Romina se lanzó a él, el beso un grito de alivio, furia y la más oscura posesión.

"El jefe de seguridad murió por tu doble juego. Esta es la última vez que usas mi vida como una ficha," advirtió Romina.

Dante asintió. "Lo sé. Pero ahora tenemos la prueba. El juego termina. Empezamos la venganza."