La Revolución Del Ejército I: Los Experimentos Malditos

Capítulo 20

A pesar de la explosión, Naila no estaba preocupada, parte de que ella estuviera tan tranquila es que jamás había escuchado de alguna bomba que llegará del espacio, y es que de lo que ella sabía nunca Nigerzad había logrado que una de sus armas llegará a suelo de Zôr, por esa razón entendía el comentario de Ziehen.

Si tal vez se veía un tanto preocupada que Zodarte fuera capaz de lanzar una bomba cerca de sus fuerzas militares, ¿Con qué propósito?, no lo entendía.

Lo peor de la explosión fue que deberían estar encerrados, Naila agradece descansar de los entrenamientos, pero su poder era el problema, ya se había acostumbrado a que por las noches su poder saliera a flote, por lo que no poder hacerlo le suponía un gran reto.

Creyl no tenía tantos problemas y es que el poder del chico funcionaba con materia, la cual primero debe absorber y luego transformar, así que no importaba si su cuerpo le pidiera usar su poder, mientras no tuviera materia dentro de él no había problemas, Naila era un caso aparte.

Por esa razón Naila le tenía un poco de envidia al poder de Creyl y es que ella no podía acallar su poder, la solución del chico fue que hiciera su nube en plena noche para que nadie lo notara, de todas formas, ella temía que alguien se levantara en plena noche y la viera, por lo que opto tomar una parte del plan de Creyl, pero de otra forma.

Hizo una pequeña capa de humo, pero la concentró en el techo, por lo que alguien, por alguna razón miraba arriba, solo vería oscuridad, no sería extraño, ya que podría seguir viendo siluetas y demás.

Cuando los dejaron salir, ambos fueron muy felices, y estaban esperando que la noche llegará para utilizar sus poderes.

Naila había llegado antes a la azotea, mejor dicho, estaba ahí desde hace un rato, pero el chico no llegaba, estaba a punto de bajar e ir a buscarlo cuando Creyl cruza la puerta con cinco bandejas del comedor.

— Estoy listo — comentó el chico bastante animado.

Verlo con las bandejas le hizo recordar aquel primer día que empezaron a explorar los poderes del chico, en un principio no sabían cómo usar sus poderes, por lo que repasaron los sucesos de su manifestación varias veces.

Creyl se había manifestado luego de la cuarta dosis en el cuarto, tal y como le sucedió a Naila, él se despertó y como si algo más lo controlara se levantó y caminó a la televisión que había frente a él, en su mente no entendía por qué se movía a ese lugar, al llegar al lado del artefacto electrónico lo toco y este se desintegra convirtiéndose en un líquido gris que entraba por sus dedos, aun sin poder controlar sus acciones, vuelve a crear la televisión como si nada hubiera pasado, en eso vuelve en sí.

Luego de repasar lo sucedido, notaron que necesitaba de un objeto secundario para que pudiera utilizar su poder, en su momento Creyl lo vio como algo molesto, pero luego de la explosión no tanto.

— Te tengo una propuesta — dijo dejando las bandejas en el suelo, ahí Naila notó que también traía cucharas, tenedor y algunos cuchillos, le causó gracia a la chica ver todo eso — debido a que la azotea nos queda un tanto pequeña, ¿Vamos al bosque?

— ¿Por qué? — pregunta agachándose para separar los objetos traídos por Creyl.

— Piénsalo, nadie nos puede ver, podemos hacer lo que se nos dé la gana y nadie lo notara, somos más anónimos que ahora, ¿Qué tal? — la chica lo miró y lo pensó.

Lo cierto es que era una buena propuesta, nadie entraría al bosque en plena noche y si eso pasara sería difícil de descubrir.

— ¿Cómo planeas bajar?, no podemos salir por la puerta.

— ¿Por qué crees que traje tantas cosas hoy? — el chico se agachó junto a Naila y empezó a deshacer los utensilios hasta que no quedó ninguno, se acercó a la barandilla y comenzó a crear una escalera, la cual no era muy firme, al acabarla miro a Naila con una sonrisa — ¿Vamos?

— Vamos.

Sus poderes iban mejorando de a poco y hasta Naila podría decir que ya no le temía como al principio, si le daba miedo no saber el límite, pero Creyl le había dicho que al final el límite lo pone ella.

Algo si llamaba su atención, y es que ella y Creyl tenían una clara diferencia en la manifestación en sus poderes, su poder había sido creado de un miedo, un trauma, en el caso del chico su poder se manifestó por un deseo de ser útil y no seguir las reglas de los demás.

En el caso de Menry su poder era una causa a su miedo, en su caso la protegía de aquello que temía, Naila tenía su miedo, ósea ella lo llamaba, pero gracias a este no veía la oscuridad tan mala, tenía curiosidad como los demás se manifestaría, como sería su poder y que lo provocó.

Termachot era un lugar muy privilegiado dentro de Zodarte y es que este aún contaba con lugares con vegetación, esta era la perfecta muestra de que la naturaleza del planeta era hermosa a su modo.

Los árboles eran altos y frondosos, sus troncos eran como su fuera hielo, al punto que podías ver entre medio de ellos, y sus hojas combinaban con un color grisáceo queriendo tirar al blanco, por su parte el césped y otros tipos de plantas tiraban a un verde oscuro, de pronto podías ver algunos atisbos de color en algunas flores salientes, la imagen era hermosa y Naila no podía comprender como la gente era capaz de destruir aquella majestuosidad.



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En el texto hay: cienciaficcion, amor, poderes

Editado: 10.03.2024

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