Luego de lo que parecieron minutos, me alejé de los cálidos labios de Elena y observé como caía una lágrima de su ojo derecho, con mi mano la quité mientras acariciaba su mejilla
"El tiempo puede pasar, las estaciones cambiar,
Pero mi amor por ti nunca se va a marchitar.
En cada beso y caricia, me siento atraído,
Como las abejas a las rosas.
Eres mi rosa, mi flor del desierto,
Que florece al compás de nuestro concierto.
Cada lágrima tuya, una joya sin igual,
Refleja lo más puro, tu amor celestial.
Despiertas en mí un fuego que no se apagará,
Porque tú eres mi rosa, mi razón de estar.
Eres mi todo, mi vida y mi pasión,
En tu amor encuentro siempre la razón."
Luego de recitarle mi poema la abracé nuevamente y la volví a besar, no quería que este tiempo entre los dos terminara, pero en cuanto abrimos los ojos, vimos a mi guardia privada, los cuales observaban a otro lado, pero sus rostros lo decían todo, nos habían visto y no sabían cómo reaccionar, acaricie nuevamente la mejilla de Elena antes de dirigirme a mis hombres "Dozon, Murat, aquí ahora"
"Si mi principe" dijeron los dos mientras inte taban mantenerse firmes
"Lo visto hace un momento no será dicho por nadie, "
"No se preocupe mi príncipe, nadie dirá nada" luego de responder, salió rápidamente dejándonos a Elena y a mí solo.
"Será mejor que regresemos al distrito comercial el carruaje debe de estar esperándonos detrás del gremio" sin decir nada, Elena comenzó a caminar a la entrada del jardín sin que ella me viera me acerqué a uno de los Almendros y corte una flor blanca, después corte una flor rosada del durazno, corte las ramitas más pequeñas y me acerqué a Elena "Elena, me das un minuto" ella se detuvo y me observo, coloque las flores al lado contrario al adorno que le compre, sus ojos se iluminaron al ver las dos flores, luego de abandonar el jardín botanico, caminamos hasta el gremio "Murat, ve y dile al director del gremio que estamos aquí"
"Regreso dentro de poco" Poco tiempo después Murat regreso con el Director
"Mi principe bienvenido ya hemos preparado todo lo que solicito" dijo con una reverencia, la cual nadie pareció percatarse
"Se lo agradezco" él nos llevó a una habitación ubicada en el segundo piso del gremio, en cuanto ingresamos, había otras dos puertas, las cuales serían donde nos cambiaríamos, mi guardia privada ingresó primero y las inspeccionó, al no encontrar nada raro, me permitieron ingresar a la primera puerta, las mujeres de mi guardia ingresaron junto a Elena para ayudarle a cambiarse, luego de colocarme el traje, salí y me senté en uno de los sofás a esperar, el director había dejado jugo de frutas, vino y algunos aperitivos en la habitación, además de algunos documentos de contaduría, luego de terminar de leer el cuarto documento Elena salió de la habitación, vestía un muy delicado vestido rojo rubí, la calidad del vestido era tan buena que no había duda de que el vestido fue confeccionado por un miembro de la distinguida casa West 'luego felicitaría a la familia de Dozon por la calidad de los vestidos'
"Arthur, este no es mi vestido, además se ve muy costoso" comentó Elena preocupada.
"Para ti, nada es muy costoso, ya había encargado este vestido, pensaba dártelo esta noche bajo la luna en el jardín botánico, sabía que te encantaría el lugar, pero te adelantaste a mí."
"Mi príncipe, el carruaje ya está listo para regresar al palacio" informó Dozon quien había ido al carruaje a buscar la corona
"Muy bien, bajemos, pagaremos por la ropa e iremos a comprar lo que tus padres te encargaron" coloque mi corona sobre mi cabeza y extendí mi mano, Elena la sujeto y salimos juntos de la habitación, en cuanto llegamos a las escaleras todos en el piso de abajo se detuvieron y nos observaron bajar, a pesar de que también me observaban, las personas estaban más interesadas en quien era la joven que llevaba de la mano
"¿Quién es la joven?" Pregunto una de las personas que nos observaba.
"Mi príncipe ¿que les parece el vestido y el traje?" Pregunto el director del gremio en cuanto llegamos al final de la escalera
"La calidad es digna ¿cuanto cuesta?"
"Serian treinta Sils de oro por cada prenda o tres Sils de platino" Comento el director, a diferencia de otros vendedores, el no tuvo problema en decir el precio del vestido y el traje.
Con una seña uno de mis hombres se acercó y me entregó la bolsa con dinero "Aquí tiene seis de platino y me llevo ese collar de zafiros"
El director camino hasta el puesto y tomó el collar "Aquí está" recogí el collar y le indique a Elena que se diera la vuelta, desabroche el collar y lentamente lo coloqué en el cuello de Elena, el collar le quedaba hermoso además de hacer juego con sus ojos, luego de observarla por un momento decidimos salir del gremio y dirigirnos a ver al vendedor de metales y gemas.
"Bienvenidos, Majestad, mi lady ¿qué andan buscando?
"Mi padre encargó algo de oro y plata, además de algunos diamantes, rubíes, esmeraldas y zafiros, ya deben de haber llegado" comentó Elena después de apartarme.
"¿El nombre de su padre mi lady?"
"Marcus Capell"
"Déjeme ver" comentó el vendedor mientras revisaba sus documentos "por aquí o será por aquí, aquí está, encargo dos cajas de oro y una de plata, cinco cajas con gemas preciosas y semi preciosas ¿trae una carreta o quiere que lo enviemos al taller sé su padre?"
"Llévenlo al taller de mi padre ¿cuánto es por todo?"
"Las dos cajas de oro serían veinte de platino más la caja de plata serían otros seis de platino, las cajas con gemas, serían veintiocho de platino, todo eso incluido el envío serian cincuenta y cuatro Sils de platino y dos de oro" Uno de los guardias se acercó a Elena y le devolvió la bolsa de Sils, luego de confirmar que había esa cantidad dentro de la bolsa se la entregó al vendedor, el vendedor tomó los Sils y comenzó a contar "Está correcto mi Lady" una vez fuera la ayudé a subir al carruaje. Luego de quince minutos el carruaje se detuvo frente a la mansión Capell-Claw, una mansión comprada entre ambas familias para poder quedarse si visitaban la capital.