Al día siguiente, nos preparamos con aún más esmero. Sabíamos que esta reunión exclusiva podría ser nuestra oportunidad de obtener información crucial sobre la Sociedad del Dragón. Leonardo y yo estábamos listos para enfrentarnos a lo que sea que viniera.
Mientras nos dirigíamos al lugar de la reunión, un elegante restaurante privado en el corazón de la ciudad, ambos estábamos en silencio, concentrados en nuestro objetivo. Al llegar, un mayordomo nos recibió y nos condujo a una sala privada donde ya estaban presentes Viktor Ivanov y otros miembros de la Sociedad.
- Bienvenidos de nuevo - dijo Viktor con una sonrisa afable - Me alegra verlos otra vez. Permítanme presentarles a mis socios más cercanos.
Nos presentó a un grupo selecto de personas, cada una más poderosa que la anterior. La conversación inicial fue casual, pero pronto se volvió más intensa, centrada en negocios y alianzas estratégicas.
Leonardo tomó la iniciativa, hablando con una calma calculada y una confianza que desarmaba a nuestros interlocutores. Yo añadía detalles cuando era necesario, asegurándome de que nuestra historia sonara auténtica y convincente.
De repente, Viktor hizo un gesto a uno de sus hombres, quien nos trajo un maletín.
- ¿Qué les parecería una pequeña demostración de confianza? - dijo Viktor mientras abría el maletín, revelando una cantidad considerable de dinero en efectivo y documentos confidenciales - Esta es solo una muestra de lo que podemos ofrecer a nuestros socios.
Leonardo asintió, mostrando interés sin parecer demasiado ansioso.
- Apreciamos mucho su confianza, Viktor - dijo Leonardo - Sin embargo, para poder tomar una decisión informada, necesitamos saber más sobre sus operaciones y sus planes futuros.
Viktor nos miró con una mezcla de interés y cautela.
- Lo entiendo - respondió lentamente - Pero la confianza se gana con el tiempo. Tendrán que demostrar su lealtad y habilidades antes de que podamos compartir más detalles.
La reunión continuó con una serie de negociaciones y discusiones, y al final logramos obtener una invitación para una reunión aún más exclusiva, donde se discutirían los detalles más delicados de sus operaciones.
De regreso a la cabaña, sabíamos que la siguiente reunión sería crucial. Nos sentamos a planificar nuestra estrategia con cuidado.
- Este es el momento en el que no podemos cometer ningún error - dijo Leonardo con seriedad - Necesitamos toda la información posible sobre sus operaciones antes de esa reunión.
Pasamos los días siguientes recolectando información, siguiendo pistas y preparando nuestra próxima jugada. Sabíamos que estábamos entrando en territorio peligroso, pero estábamos decididos a cumplir nuestra misión.
Finalmente, llegó el día de la reunión. Nos dirigimos al lugar designado, un edificio discreto pero altamente seguro en las afueras de la ciudad. Al entrar, nos sometimos a una serie de controles de seguridad antes de ser llevados a una sala privada donde nos esperaban Viktor y sus socios más cercanos.
La tensión en el aire era palpable mientras la reunión comenzaba. Cada palabra, cada movimiento era analizado con cuidado. Sabíamos que cualquier error podría ser fatal.
Leonardo y yo mantuvimos nuestra fachada de confianza y sofisticación, sabiendo que estábamos más cerca que nunca de descubrir los secretos de la Sociedad del Dragón.