Error divino
En el vasto cosmos que Nyávtliter reinaba,
la vida preparada ya se encontraba,
pero la maldad que siempre que existió\
observar tanta perfección no resistió.
Se le presentó, él también nació del vacío.
Él se presentó como alguien en quien confiar,
quería a la creación poder aportar.
¿Cómo no confiar en alguien igual a ti mismo?
Aun cuando había sospechas al respecto
la creadora le permitió proseguir.
Habérselo permitido fue un gran yerro,
mas la traición no viene de tus enemigos.
La traición
El ente con su aura a nuestro ancestro común rodeó\
y con ello, la llegada de la muerte en él se implantó.
Otorgar aquel destino debería de ser
considerado\
una profanación, por lo que así fue tomado aquel acto.
La madre enfrentó a su igual\
y reclamó una explicación,
pero su gemelo no se la dio;
así conoció ella la traición.
Y por el gran dolor dentro de su corazón,
desde aquel día a él y su acto los odió.
Ella no dejaría impune aquella acción.
El exhilio
A su hermano gemelo enfrentó con valentía,
pero él respondió con creaciones de malicia.
Se hallaban en condiciones iguales aquel día,
la batalla fue especialmente dura y reñida.
Las deidades defendían a su creadora.
Nuestra madre creadora creó un ejército\
para poder hacer frente a los enemigos,
empero, la cantidad era abrumadora.
Por cada ángel que ella creaba,
su gemelo igual lo replicaba.
fue complicado ganar la batalla,
sin embargo, ella lo consiguió.
Con la victoria entre sus manos, nuestra madre lo exhilió\
al infierno, una dimensión afuera de nuestro universo,
ahí fue donde él empezaría a formar su propio reino\
hecho de obscuridad, él a quien llamamos «Ziẋka», el murciélago.
Los rezagos
Pero la maldad no desapareció del mundo,
aun sin su perpetuador, aún habían rezagos\
que en la vida habían quedado impregnados,
siendo ahora nuestro ancestro un ser impuro.
Sus creaciones le aconsejaron no volver a confiar:
Hay que destruirlo, es una creación originada del mal;
mas aunque el dolor de la traición aún estaba presente,
ella los sorprendió al tomar una decisión diferente:
La madre se apiadó de él.
Le dio una oportunidad,
pues así ella podría ver\
lo que él sería al final.
Primeros pasos
Nuestra creadora volvió después de mucho tiempo.
Aquel antiguo ser se había multiplicado
y sus descendientes habían evolucionado
en variopintos seres de modos muy diversos.
Esa diversidad era justo la que ella había querido,20
sin embargo, aun con todo ello, seguían manchados de maldad.
Ella lo intentó, sin embargo, nunca los pudo purificar.
Fue entonces que un gato se le acercó\
por sí mismo y tras ello se acurrucó\
al lado suyo y ella lo acarició,
sin embargo, él purificarse sí logró.
Empero, la purificación no fue total,
quedando una pequeña mancha en su ser.
Nuestra creadora ya no lo soportó más\
y a todo ser vivo lo mandó acabar.
El arcoíris
El destino que le tocó a la vida fue trágico,15
unas nubes negras y gruesas cubrieron el cielo,
los mares subieron, los volcanes erupcionaron\
y rocas provinientes de las estrellas cayeron,
Sin embargo, la madre quiso buscar el alma del gato,17
pues era el alma más pura en aquel lugar impuro,
mas al encontrarla se llevó una muy grande sorpresa,
pues su alma estaba en estado totalmente puro.
Entonces lo comprendió: La vida no sería perfecta,
pero los fieles conseguirían alcanzar la pureza.
Por eso ordenó que se detuviese la destrucción\
y tras quitarse las nubes, un arcoíris se formó.
Tras este acontecimiento creó un paraíso para aquellos que lograsen la rendención,
mientras que a todos los demás los condenaría a ser arrojados al infierno con su señor.
Los guías
Sin embargo, Nyávtliter no fue la única deidad que se apiadó de un ser con vida en concreto,
cada uno de los otros doce se inclinó por otros más, que vieron grandes cualidades en ellos.
a todos estos seres con vida se les dio la tarea de guiar y ser el ejemplo para el resto.
Keyma cogió a una protectora mariposa, Koney a un coyote sabio,
Tepazyól tomó a un motivante topo, Żevkah cogió a un ciervo empático,
Febis escogió a una sincera llama, Ciċeli a un elefante bondadoso,
Avrans acogió a un fuerte halcón, Nepók, en cambio, a un ajolote armonioso.
La elección de Áneon fue un quetzal generoso, la de Coloċi un tilacín alegre
La de Feġál una delicada mariposa y la de Réaska una lechuza paciente.