La leyenda del lobo y el cazador

Dante

La guerra ha acabado, todo lo malo ha acabado. En cuanto Spencer dio su último respiro todos soltaron sus armas y alabaron a Eva Woodville y Margaret Valois, las verdaderas líderes de la Sociedad de Bostón. Tardaron toda una semana en limpiar los destrozos y en reorganizar el funcionamiento de la sociedad, intentando hacer lo posible para que tanto los nuevos como viejos cazadores pudieran procesar lo que estaba pasando. ¡También me nombraron como cazador! En un inicio muchos dudaban de nombrarme porque soy más lobo que cazador, pero por mis actos a favor de la paz terminaron por aceptarme como parte de ellos, si decidiera volver a ser solo un hombre lobo seguiría manteniendo mi lugar como un puesto honorífico. Se me olvidaba, con ustedes, ¡Dante Poole! Todo un gusto.

Javier y Richie, al igual que otros cazadores, tuvieron un funeral que me sacó muchas lágrimas, Charlie me contó el secreto de que Javier tendrá su propia estatua, gracias a él no hubiéramos ganado, fue un pilar importante en la rebelión. Tardará meses en terminarse la estatua, pero ya le han guardado un lugar al que muchos cazadores le dejan flores. Una semana antes de la escuela estoy listo para volver a Northwest Point, aunque esta vez tendrá que ser sin Charlie, se quedará en Boston junto a los suyos. Me duele saber que nos vamos a separar por mucho tiempo, pero la idea de que al fin podrá ser el cazador que tanto rogaba por ser me consuela de tantas formas.

Salgo de la iglesia vestido como un civil, esta vez me toca enfrentarme al mundo solo, sin ayuda de nadie. Esta vez vuelvo a ser solo un hombre lobo que va a Innuendo Coffee caminando, algunos cazadores que pasean por ahí me saludan y les devuelvo con gusto el saludo. Al llegar a la cafetería veo a Logan sentado, le ha crecido la barba después de un mes de esperarme sin saber si lograría ganar o no. Al verme se alegra de inmediato, ya podemos ser hermanos normales otra vez, o no tanto, pero al fin podemos estar juntos sin problemas y sin rivalidades.

— Sabía que lo harías, DanDan, siempre puedes hacerlo.

Me abraza y sé que ahora siempre estaremos juntos como hermanos. Me explica que Scott volvió a Northwest Point para planificar sus clases, ser el alfa no lo exime de responsabilidades. Durante el viaje hablo con Charlie y Elder, quienes se ven más convencidos de quedarse allá en Boston.

Yo también me convencí de seguir como cazador, ahora que los Woodville estarán en Boston alguien debe de hacer su trabajo aquí. Ya soy un cazador nombrado y con mucha experiencia, puedo hacerlo, aunque Logan me ofrece ayudarme con ello.

Toda la manada ha montado una fiesta para ambos, pero cuando les digo que Charlie no volverá se quedan perplejos, aunque también se alegran al saber que ahí será un lugar feliz para él, ya le tocaba ser feliz. La semana pasa tan rápido y entre la compra de útiles escolares y ponerme al día con mis hermanos betas no me da tanto tiempo de hablar con Charlie; tampoco es que tenga prisa por llamarme, ha de estar ocupado cazando demonios y haciendo algo para mejorar el sistema de la Sociedad de Boston 2.0 libre de corrupción.

El sábado me voy a caminar al bosque, ya extrañaba volver a ese lugar que es cada vez más pacifico y hermoso, es como mi lugar seguro fuera de mi habitación y el arte. Antes de llegar a la laguna, voy a la nueva tumba de James y le pongo unas flores, nuestros antepasados se las deben y como ninguno de ellos sigue con vida, a excepción de los vampiros, nuestra generación tiene la oportunidad de hacer bien las cosas.

Voy también a la tumba de Oak, que visitaba seguido antes de irme a Boston, le extraño como nunca, quiero pensar que está en algún lugar trotando y juntándose con otros lobos siendo tan feliz. La manada tuvo fuertes sacudidas, pero no solo logramos superarlo juntos, añadimos más a nuestra gran familia. Le dejo a Oak su ramo y al fin vuelvo a dónde todo inició, el momento en el que mi vida empezó a cambiar para bien.

La laguna está más tranquila que siempre y la cascada sigue estando transparente y brillante, creo que dejé algunas flechas tiradas cuando perseguí a Charlie para sacarlo del trance de la luna, debería recogerlas, me servirán ahora que soy el cazador de la ciudad. Me acerco a una de ellas y la analizo, el armamento de los woodville era casi el mismo que los de los cazadores de Boston, la única diferencia es el emblema de la familia.

— ¿Si sabes que eres malo con el arco?

Charlie aparece con su uniforme, ¡Volvió, lo hizo! No puedo evitar ir hacia él y abrazarlo, haciendo que caigamos en el suelo y soltemos fuertes carcajadas. ¡Está aquí! Ya lo extrañaba demasiado, verlo aunque sea unos cuantos minutos me da tanta paz y alegría.

— ¿Qué haces aquí? Pensé que te quedarías en Boston —le pregunto la razón de su presencia mientras ambos nos levantamos del suelo.

— Me di cuenta de que no podía dejar Northwest Point, esta es mi casa.

— Pero, ¿Qué hay de tus padres?

— Ya están enterados, visitaremos a mis papás todos los fines de semana, estás totalmente invitado si así lo quieres, eres bienvenido en el cuartel.

— Espera, un minuto —no sé si gritar de emoción o hacerme más preguntas que solo Charlie podrá responderme—. ¿Te quedarás?

— Jamás te abandonaría a ti ni a nadie en Northwest Point, este bosque lo sabe bien, tiene muchas memorias.

— ¿Cómo? Tus padres siguen en Boston y no creo que tengan el tiempo para mudarse otra vez.