La sombra de la leyenda

Capitulo 14

El terror psicológico que se había insinuado en la oscuridad de la Casa de los Espejos durante la noche se desató con una furia implacable al amanecer, o más bien, a la ausencia palpable de él tras las ventanas. La casa parecía palpitar con una energía oscura, retorciéndose y respondiendo visceralmente a los miedos más primarios que anidaban en lo profundo de cada uno de ellos

Para James, el escéptico, la burla se había vuelto tangible. Los susurros helados ahora le lamían la nuca, y las sombras con su propia silueta grotescamente alargada danzaban a su alrededor, gesticulando con dedos huesudos y riendo con un silencio espectral que calaba hasta los huesos. Al mirar un espejo astillado, su reflejo se había contorsionado en una máscara de locura, los ojos inyectados en sangre y una sonrisa sardónica revelando dientes afilados. Una mano pálida y huesuda pareció surgir del cristal, con uñas largas y amarillentas extendiéndose hacia su rostro. James retrocedió con un grito ahogado, tropezando con un aparador polvoriento.

Laura se tambaleaba por el pasillo, acosada por la ira doliente de Ana. Los sollozos se habían convertido en alaridos de puro terror y resentimiento que resonaban en sus oídos como cuchillas. Sentía tirones en su ropa, pequeñas manos heladas aferrándose con una fuerza antinatural. En los espejos, la figura de Ana se había transformado, su rostro infantil ahora contraído por la furia, los ojos oscuros llenos de una acusación muda que, sin embargo, Laura sentía como un latigazo en el alma. Palabras guturales, en un idioma desconocido pero cargado de odio, parecían emanar de la imagen, culpándola de un crimen incomprensible.

El mundo de Omar comenzaba a desintegrarse a su alrededor. Las paredes del salón se curvaban y palpitaban como si estuvieran vivas; los objetos levitaban y giraban en un caos desafiante de la gravedad. Ecuaciones matemáticas sin sentido garabateadas en las paredes parecían retorcerse y cambiar ante sus ojos. Al mirar un espejo ovalado, el reflejo de la habitación se había convertido en un laberinto de ángulos imposibles y dimensiones cambiantes, haciéndole dudar de la solidez de la realidad, de la propia existencia de las leyes que gobernaban el universo.

Nina se había quedado paralizada frente a un espejo de cuerpo entero en el dormitorio principal. Su reflejo había desaparecido por completo, dejando solo la oscuridad vacía del cristal. Una oleada de despersonalización la invadió con una fuerza abrumadora, haciéndola olvidar su propio nombre, la forma de su rostro. Voces extrañas, susurrando nombres desconocidos y seductores, parecían emanar del espejo, intentando reclamarla, arrastrarla al vacío. La sensación de vacío se extendía desde el espejo hasta su propio interior, como si su alma estuviera siendo succionada por la nada reflectante.

Clara se tambaleaba por la cocina, el hedor nauseabundo ahora casi tangible, un peso pútrido en el aire que le provocaba arcadas incontrolables. Sonidos chirriantes e inexplicables, como uñas arañando una pizarra o cristales rompiéndose cerca de su oído, la atacaban desde todas direcciones, haciéndola tapar los oídos con desesperación. El suelo bajo sus pies comenzó a temblar violentamente, haciéndola perder el equilibrio y agarrarse a la encimera fría. En un espejo sobre el fregadero, su propia imagen se distorsionaba y fragmentaba, como si su cuerpo se estuviera rompiendo en pedazos, los fragmentos flotando brevemente antes de desvanecerse en la nada.

El terror individual se había convertido en un muro invisible que los separaba. Intentos desesperados de comunicarse se ahogaban en sus propias experiencias de horror. Miradas de pánico se cruzaban, llenas de duda y sospecha. ¿Era real lo que estaban viendo los demás, o eran solo proyecciones de su propia mente destrozada? La línea entre el amigo y la amenaza se desdibujaba peligrosamente.

El equipo casi termina al borde del colapso mental, cada uno luchando en su propia pesadilla tangible dentro de una casa que se había transformado en un espejo distorsionado de sus psiques más oscuras. La unidad se había fracturado bajo la presión del terror absoluto, la realidad se había desmoronado en fragmentos de miedo, y la pregunta de si alguno de ellos podría sobrevivir a esta noche de horror visceral pendía sobre ellos como una sentencia de muerte silenciosa reflejada en los espejos vacíos.



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En el texto hay: leyenda, terror, terrorpsicolgico

Editado: 27.05.2025

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