La sombra de tu recuerdo

capitulo 5, no pudo haber pasado

-Hola- saludo Diana cuando llego- ¿Qué era eso tan importante?- se sentó en la banca a su lado. Él solo estaba allí, pudo notar un ligero gesto de burla que luego se convirtió en uno de arrepentimiento. Eso comenzó a asustarla.

-¿Vas a hablar?- pregunto Diana un poco desesperada. Ángel la miro con una mirada fría.

-Esto se acabo- dijo con una voz fría y distante.

Diana se quedo callada, no sabia que decir. ¿Pero de qué esta hablando? ¿A qué se refiere?

-¿De que hablas?- pregunto ella muy confundida.

-Que ya no quiero que seamos novios-

-Pero…- Trato de decir Diana.-Es… Esto es enserio?- balbuceo.

Él solo asintió para luego levantarse, dispuesto a irse. Enseguida se levanto ella para tomarlo de un brazo, impidiendo que se fuera. Él no podía acabar las cosas así como así.

-No lo dirás en serio- dijo Diana tratando de calmarse- Un día estas muy bien saliendo conmigo y al otro me ignoras para luego terminar conmigo, ¿Cómo explicas eso?-

Ángel se zafo de su agarre con desprecio. La miro e hizo ese gesto de burla de antes.

-No pensé que llegaríamos tan lejos- dijo encogiéndose de hombros. A Diana se le formo un nudo en la garganta. Nada de eso era verdad.

-No te creo, debes estar bromeando-                     

-¡No lo estoy! Es verdad, acéptalo Diana, Déjame irme ya. No quiero más escándalos, ridícula-

Entonces se fue. Diana lo siguió con la mirada hasta que se perdió de vista. ¿Por que se habría enojado? ¿Que había hecho ella para que le jugara una broma tan pesada? Se quedo un momento recordando todo lo que había pasado en el cine y después de aquello.

Camino lentamente hacia su casa. Cuando abrió la puerta vio a su madre sirviendo la cena mientras que Paula hacia lo mismo que hacia cuando ella se fue: pegada al celular.

-Espera! Diana, no vas a cenar?- pregunto su madre al verla correr hacia su recamara.

-No tengo hambre- dije sin muchas ganas. Solo quería estar encerrada en mi cuarto.

-Yo tampoco quiero cenar- dijo Paula lanzándole una leve mirada a Diana.

-¿Estas loca? Por supuesto que no, estás delicada de salud- dijo su madre saliendo de la cocina aún con algunos platos.

-¡Pero si Diana lo va a hacer!- Replico la pequeña berrinchuda lanzando el celular al sofá.

-¿Ves lo que provocas? – le replico su madre con un gesto de fastidio.                 

Diana no hizo caso y subió a su cuarto. Entro y cerró la puerta con fuerza. Se sento en el borde de su cama y se cubrió la cara con las manos.

-¿Te peleaste con Angel verdad?- oyo decir. Levanto la cara y allí estaba Paula, recargada en el marco de la puerta riéndose.

-No es tu problema- le dijo con fastidio. No quería gritarle y acarrearse más problemas con su madre.

-¿Por que me hablas así? yo debo saber todo de ti. Solo quiero consolarte- dijo en tono de sarcasmo y sin quitar la sonrisa de su rostro. Eso la enfureció. Se levanto amenazante y se acerco a ella.

-Largate de aquí metiche- luego le cerro la puerta en la cara.

Se volvió a acostar en su cama. Medito un poco en lo que había pasado con Ángel.

 

 




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