Al otro día en la escuela, Diana volvió a la escuela un poco desanimada. El asunto de Abraham la había dejado pensando en si estaba preparada para volver a tener novio. Antes se había consolado pensando que en la preparatoria conocería a más personas y olvidaría a Ángel y ahora… no sabía si podría.
Al llegar al salón, Abraham ya estaba allí esperándola. Ella entro al salón sonriéndole y luego se sentó a su lado. Fijo su vista en la ventana, aún seguía oscuro. Había llegado temprano. Quería cambiar su costumbre de llegar tarde a todos lados.
-¿Cómo estas?- le pregunto Abraham. Ella volteó pensando que no tenía ganas de conversar con alguien. Normalmente, en las mañanas, no conversaba con nadie.
-Bien, supongo- dijo cortante y volvió a mirar por la ventana. Ya estaba amaneciendo.
-Y… ¿qué te parece la escuela?- volvió a preguntar él. Si que era insistente.
-No lo se, es linda- dijo Diana volteándolo a ver, Tenía que verlo a los ojos para poder conservar con él.
-Te la puedo mostrar, ¿Ya te dije que mi hermano vino aquí?-
-Si, ya me lo dijiste- exclamo con desprecio, quería dejarle claro que no le gustaba conversar por las mañanas. Y parecía que con él menos.
Abraham se quedo callado un rato, se dio cuenta de que ella no tenia ganas de conversar.
-Lo lamento…- se disculpo.
Diana no quería contestar, ahora se sentía mal por haberle hablado de esa forma tan grosera. Para su bien, pronto llegaron Regina, Sara y Wendy.
-¿Qué paso? ¿Por qué tan callados?- pregunto Regina sentándose aun lado de él.
-No, nada- dijo Abraham- ¿Por qué llegaron tarde?- pregunto para que no hicieran indagaran más. Los cuatro se pusieron a platicar.
Diana se entero de que Abraham es primo de Regina, que tiene dos hermanos mayores que él y que conoce de pies a cabeza la escuela. También noto que probablemente a Sara le gustaba Abraham. Lo notaba en su forma de verlo, en como ponía especial atención a lo que él decía y como sonreía cada vez que le dirigía la palabra.
La verdad es que Abraham era guapo y simpático, Sara era de cabello castaño y llegaba hasta la cintura. Ambos siempre tenían buenas charlas y se veía que se tenían mucho cariño. Aunque en realidad a Diana no le había caído muy bien Abraham. No le gustaba su forma de ser; bromista, divertido y muy tierno. Prácticamente era todo lo contrario a Ángel. Regina era de cabello negro y con mechas color rosa, era de complexión delgada y muy simpática tal como su primo. Wendy era de cabello corto, muy chino y alborotado. Era morenita y algo seria. Todos ellos combinaban muy bien, era agradable estar conversando con ellos.