-No, no fue por eso- respondió ella levantándose de la banca. Lo último que quería era contarle todo lo que le había pasado.
-Pero… puedes confiar en mi- Insistió él levantándose y tomándola del brazo. Diana se estaba enfadando por su insistencia, no quería contarle a nadie para que nuevamente le dijeran lo ridículo que era.
-No es nada- le dijo mientras se soltaba con brusquedad. Abraham se alejo un poco de ella y se volvió a sentar. En ese momento las demás llegaron.
-Ya podemos irnos- dijo Sara tomando del brazo a Abraham. Él se dejo llevar, mientras que Regina empujaba a Diana para que siguieran a Wendy.
Caminaron un rato hasta llegar a un pequeño parque vacio. Todos se sentaron en el pasto. El teléfono de Wendy vibro, alguien la estaba llamando.
-¿De verdad?- pregunto Wendy mientras hablaba por teléfono.-Bien, ahora nos vemos- colgó el teléfono y se levanto.
-¡Vamos! Daniel ya esta aquí- apuro a todos y comenzaron a seguirla. Al otro lado del parque estaba un muchacho, un poco más alto que Wendy. De cabello castaño y con un celular en las manos. En cuanto vio a Wendy, guardo el teléfono y se abrazaron.
Todos se presentaron y partieron hacia donde iban desde el principio. Habían planeado ir a una exposición en la ciudad de México y de allí todos se irían a sus casas.
El tiempo se pasó rápido mientras recorrían la exposición. Durante todo el tiempo Daniel, el novio de Wendy, se la paso tomado de la mano a ella. Era muy ocurrente e hizo algunas bromas. Todos la habían pasado bien, excepto por Diana. Todo el día había pensado en lo mismo, ver a Daniel y a Wendy tan enamorados la hacia sentirse amarga por dentro. Ni siquiera pudo reírse. Cuando por fin decidieron irse, ya había oscurecido.
-No se preocupen, yo la llevare a casa- Les dijo Daniel a todos al ver que se organizaban para irse. Wendy vivía cerca de su casa así que no era tan difícil llevarla a tiempo.
-Entonces solo faltan Diana y Sara- Dijo Regina. Sara y ella vivían a unos minutos de donde estaban y Abraham a media hora. Diana era quien vivía bastante lejos.
-Yo la llevare- declaró Abraham mientras se acercaba a Diana. Ella solo hizo una mueca de desagrado.
-¿Los acompaño?- pregunto Sara un poco celosa.
-No Sara, Daniel las acompañara hasta sus casas y yo llevare a Diana a la suya. Luego llamare a mi papá para que pase por mí.-
-¿Y si lo llamas para que los lleve a ambos?- volvió a insistir Sara. Regina la tomo de un brazo.
-No, quiero hablar con Diana solos- volvió a decir Abraham. Diana lo vio por un momento algo burlona.
-No insistas, Abraham estará bien, vámonos- Luego la alejo un poco de allí para despedirse a lo lejos.
-Que preocupada estaba Sara- dijo Wendy antes de despedirse.
Abraham y Diana se quedaron juntos. Tomaron el transporte para regresar a casa de Diana. Durante el trayecto no dijeron nada, luego de bajar tenían que recorrer un pequeño camino.
-No terminaste de contarme lo que paso por la tarde- le dijo Abraham mientras caminaban por las calles vacías.
-No tiene importancia-